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Dr. Tabaré Vázquez, candidato presidencial del Frente Amplio
Sr. Presidente.- Vamos a dar comienzo a la tercer jornada, en que el SMU en Jornadas organizadas por la Comisión interagrupacional que actualmente lidera el CIESMU, recibe al Dr. Tabaré Vázquez, y a los asesores que lo acompañan. No digo viejos, digo compañeros de larga data en esta casa, muy queridos compañeros además, quien dispondrá, del mismo modo que en las Jornadas anteriores, del tiempo para hacer una exposición de unos cuarenta minutos, una hora, y luego podrán hacerse preguntas a los asesores.
Le agradecemos vivamente su presencia al Dr. Tabaré Vázquez y a sus asesores.
Dr. Vázquez.- En primer lugar queremos expresar, en nombre de nuestra fuerza política, de todos los compañeros, nuestro más profundo agradecimiento al SMU por esta oportunidad, invalorable para nosotros, de poder exponer ante queridos colegas -voy a utilizar este término por única vez en esta exposición- cuáles son las ideas que el Encuentro Progresista-Frente Amplio tiene referido al tema de la salud en el Uruguay.
Dos conceptos previos. En primer lugar, este trabajo ha sido realizado por un equipo de compañeros muy importante y muy calificado y numeroso, desarrollando el concepto de trabajo multidisciplinario de acuerdo a lo que es nuestra formación científico médica o médico científica, mediante la cual hemos aprendido que el sumar, aunar esfuerzos en equipos de estas características permite, sin duda, profundizar, avanzar, introducirse mucho más y de manera mucho más completa a problemas tan complejos como, por ejemplo, es el tema de la salud.
Trabajadores de la salud médicos, de distintas especialidades y no médicos, así como economistas, abogados, constitucionalistas, han participado en la elaboración de este programa.
En segundo lugar, y reiterando que para nosotros constituye un honor estar en esta casa, nuestra casa, en el SMU, de cualquier manera quien habla ha venido aquí en su condición de dirigente político con determinadas responsabilidades que ustedes conocen, y voy a plantear el tema fundamentalmente desde el punto de vista político. Serán los compañeros quienes, en caso de aclaraciones técnicas correspondientes, que ustedes quieran, con mucho gusto harán este tipo de aclaraciones.
Y por último, antes de comenzar, decir que sabemos muy bien que todos quienes aquí estamos, sin duda, hemos tenido un día largo de trabajo, una tarea complicada, cansadora, y valoramos enormemente el tiempo de todos ustedes y el nuestro, por lo que trataremos de manejarnos de la manera más conceptual posible a efectos de ahorrar tiempo y poder exponer en la menor cantidad de tiempo posible las ideas centrales de nuestro programa sobre la salud, que hemos titulado «Salud para todos a partir del año 2000».
Nos vamos a apoyar en algunas transparencias, que van a ir marcando los distintos capítulos a los que vamos a hacer referencia. Por otra parte vamos a leer nuestra ponencia porque queremos ser extremadamente precisos y justos en cada uno de los términos que utilicemos, por la importancia que tiene para nuestra fuerza política el tema de la salud.
Necesidades y demandas de salud
Lo primero que queremos analizar es cuáles son las necesidades y demandas que los uruguayos tienen en materia de salud. Lo que nuestra fuerza política ha detectado en las conversaciones mantenidas por nosotros y nuestros técnicos con los distintos actores sociales a lo largo y ancho del país en cada una de las diversas recorridas que hemos realizado en los últimos cuatro años, se refieren a lo que podríamos definir como la necesidad de una atención integral y humana. Este es un concepto que queremos rescatar profundamente, la humanización de la medicina y que se expresa fundamentalmente en la jerarquización de la relación médico-paciente.
Por otra parte una atención oportuna y de accesibilidad universal, una atención de calidad y con capacidad resolutiva, con regularidad, continuidad y coherencia debe ir acompañada de una postura de desmercantilización del cuidado de la salud.
Por eso nosotros entendemos que debemos plantearnos como consigna lo que se recoge en el planteo de salud para todos a partir de ahora y del año 2000.
Situación actual del modelo de atención y de los servicios
Intentaremos ahora brevemente hacer un diagnóstico de cuál es la situación actual del modelo de atención y de los servicios en salud. Decimos que el actual modelo de atención a la salud que funciona en nuestro País no es integral, que no es de cobertura universal ni equitativo, que no asegura la continuidad, que es de baja resolutividad, es de calidad irregular y de elevado costo.
No es integral, porque no se cumplen en forma armónica las actividades de promoción de la salud, protección del riesgo, recuperación del daño y rehabilitación de las secuelas en las personas, en la familia, en el grupo social y en su hábitat y no está apoyado por un adecuado conocimiento epidemiológico de la comunidad.
Decimos que no es universal, aunque sí bien hay una alta cobertura formal, la misma no es con equidad, pues los sectores más necesitados disponen de menor oferta de servicios y con pocos recursos. Basta mencionar que el 40% de la población dispone de sólo el 20% del gasto en salud del país.
No asegura continuidad, porque predomina la falta de coordinación, no hay un claro sistema de referencia y contra referencia, hay superposición de actividades, registros clínicos heterogéneos e insuficientes y baja información al usuario.
Es de baja resolutividad, determinando una alta concentración de actos por evento de salud, falta de metas claras, poco desarrollo de guías clínico terapéuticas (protocolos), no hay precisión en la identificación de niveles de atención y de complejidad, dando pasos no siempre racionales a la hiperespecialización diagnóstica y terapéutica.
Es de calidad irregular, con poco desarrollo de la auditoría, malas estadísticas de morbilidad, dispersión de la información sobre actos de diagnóstico y tratamiento, con pérdida de identidad en la relación del usuario y el equipo de salud y con un deterioro y por tanto mala calidad en lo referente a las relaciones humanas.
Costo elevado y desfinanciamiento como resultado de la inadecuada política de salud de las últimas décadas, de las deformaciones del modelo de atención del sistema de servicio y de las propias demandas de consumo de servicio de la población, lo que determina la baja eficiencia de los recursos públicos de origen social e individual. ¿Cuáles son, entonces, hecho este diagnóstico, algunas de las consecuencias del modelo actual?
Tenemos indicadores de salud muy diferentes según el tipo de población. En la base de ésta realidad se encuentra la creciente diferenciación social a lo que se suman dificultades de accesibilidad a los servicios de salud, distribución heterogénea de recursos entre los subsectores y los integrantes del equipo de salud, niveles de calidad inhomogénea y sin ningún tipo de garantía de acreditación, en suma, y para redondear con pocas palabras este diagnóstico, una real inequidad y una crisis en el sistema.
¿Cómo hemos llegado aquí?
Creemos, nuestra fuerza política cree que la falta por décadas de una política nacional de salud, ha dejado al sector sujeto a la política neoliberal de ajustes y a la deriva del mercado, haciendo perder al Uruguay las ventajas comparativas que tenía por su desarrollo social y cultural, que pese a las carencias crónicas del sector público, permitió un nivel de salud destacable en materia de prevención y de atención.
¿Cuál es el desafío?
El problema más importante, creemos nosotros, para los próximos años será determinar la mejor manera para desplegar todos nuestros recursos humanos y tecnológicos crecientes, de forma de lograr mejorar el nivel de salud de la mayoría de la población.
Lineamientos centrales de nuestra política de salud
Sobre la base, entonces, de estos elementos, queremos mencionar los lineamientos centrales de nuestra política de salud, la política de salud que proponemos.
Para nuestra fuerza política la salud no es un gasto, y nos atrevemos a decir que ni siquiera es una inversión, es un derecho. La salud es un derecho como lo dice el artículo 25 de la Declaración Universal de los Derechos Humanos, y como tal hay que garantizar su vigencia y su efectividad, y esta es una responsabilidad colectiva del conjunto de la sociedad y del Estado, que no puede, que no debe estar ausente en la consideración de este tema.
El cuidado y la atención a la salud de las personas individual y colectivamente, así como la preservación y promoción de la calidad del ambiente, no puede quedar librado a la oferta y la demanda como mercancía superflua. La salud no es una mercancía; es, para nosotros, un derecho.
Reconociendo la coexistencia de servicios de carácter público y privados, en particular de carácter colectivo, los mismos deberán actuar como partes armónicas de un sistema nacional de salud jerarquizado por niveles de complejidad y descentralizado, que asegure accesibilidad, universalidad, equidad, integralidad, oportunidad y resolutividad.
Los recursos económicos que defina el país para el cuidado y atención de la salud, tanto de origen público, social, o individual, no podrán ser desviados con fines de lucro, especulación financiera o clientelismo. Para nosotros, el Estado es el responsable de regular el desarrollo y funcionamiento de todo el sistema de salud, tanto de los servicios públicos de su responsabilidad como de los servicios privados, garantizando una adecuada vigilancia epidemiológica e información estadística sanitaria completa, accesible y confiable, base de un plan nacional de salud consensual a nivel Nacional, Departamental y Local, con normas unitarias y comunes para el desarrollo y acreditación de los servicios y la atención de la población.
La sociedad organizada, la sociedad civil, participará como sujeto de gestión y objeto de acción, garantizándose a nivel nacional la presencia en todo el territorio, en lo departamental, local e institucional, de usuarios y prestadores de servicios y la Universidad de la República como responsable de la formación del equipo de salud.
Objetivos y metas
El sistema de salud actual se transformará en forma gradual, progresiva y consensuada de forma de garantizar un modelo de atención integral que centrado en la familia posibilite la atención a los niños, adolescentes, mujeres, trabajadores y tercera edad.
Este modelo, el nuevo, el transformado, estimulará el desarrollo de la atención en el primer nivel de atención, su accesibilidad en los barrios y pueblos, y el adecuado respaldo de los servicios especializados y hospitales o sanatorios, y en esto queremos hacer un énfasis especial, debidamente acreditados, conformando verdaderos sistemas locales de salud, que operacionalicen la estrategia de atención primaria de la salud.
Los problemas de salud prioritarios, como la atención de la madre y el niño, la salud bucal, la nutrición, la salud mental, la atención y el tratamiento eficaz de la hipertensión arterial, de la diabetes, de los tumores, de las enfermedades de transmisión sexual, y los accidentes, se atenderán articuladamente según pautas nacionales desde todos los servicios, tanto públicos como privados con apoyo financiero desde un Fondo Nacional de Salud.
Se asumirá desde el sector la responsabilidad del control de las condiciones ambientales así como la promoción de la defensa del medio ambiente y el disfrute armónico de la naturaleza, según las políticas nacionales, las condicionantes del ordenamiento territorial y las normas que específicamente regulan el desarrollo de las actividades a nivel urbano y rural.
El gobierno del Encuentro Progresista-Frente Amplio garantizará la cobertura de salud a toda la población con un financiamiento socialmente justo, coordinando a nivel nacional las instituciones públicas y privadas, según se ha indicado precedentemente.
Esta cobertura deberá considerar para todos los habitantes del país, absolutamente para todos, prestaciones que no podrán ser inferiores a las que brinda actualmente el sector mutual racionalizadas en el marco del nuevo modelo de atención integral En ese proceso es vital garantizar el apoyo a la Universidad de la República para la revitalización del Hospital de Clínicas recuperándolo para la responsabilidad científico-asistencial que lo caracterizó, que lo justifica.
Es parte del rescate de la identidad humana del Uruguay resolver también la situación de los hospitales de crónicos y la implementación de hospitales de día y hogares.
Un componente sustancial de la política sanitaria es él referente a la racionalización del uso y acceso a la alta tecnología, la incorporación de nuevas, así como la política de medicamentos, para garantizar la máxima oportunidad, eficacia y uso eficiente de los recursos invertidos en ellos. Somos partidarios de que se conforme una Comisión Nacional de Ciencia y Tecnología para la Salud.
La educación y la investigación en salud serán un eje del proceso de transformación del sistema nacional de salud, tanto para la población, desarrollando una mayor cultura y conciencia sanitaria, como para el equipo de profesionales técnicos y demás trabajadores de la salud, a quienes se debe garantizar una adecuada formación y perfeccionamiento continuo desde el punto de vista científico, técnico, humano y ético, mediante programas de educación permanente.
Se buscará racionalizar y unificar la carrera laboral de todos los recursos humanos de la salud, garantizando la armonía y equidad de las mismas, la justa retribución, su capacitación continua, el respeto de los derechos adquiridos, así como las formas cristalinas de ingreso y promoción, privilegiando el concurso para ello.
El papel del MSP
En nuestro programa el MSP asumirá el papel rector y regulador de la conducción tanto de la salud pública así como de los servicios de atención que se prestan desde el sector estatal como del privado. En un gobierno del Encuentro Progresista-Frente Amplio, el MSP será quien rediseñe en forma participativa y consensual la política nacional de salud que posibilitará la actuación coordinada y complementaria de los servicios de atención tanto públicos como privados.
En este proceso de cambio las medidas que se instrumenten serán graduales, y tendrán como meta la cobertura universal y equitativa y estarán orientadas a avanzar hacia un sistema único de salud con un financiamiento más equitativo.
El MSP organizará el cumplimiento de sus responsabilidades rectoras y de servicios a través de las siguientes líneas de trabajo:
1. planeamiento y vigilancia epidemiológica;
2. atención a la salud de las personas;
3. vigilancia sanitaria ambiental;
4. programa de educación para salud;
5. administración general.
Los servicios de atención de la salud a las personas que el sector público presta en forma directa tendrán como objetivo asegurar la accesibilidad universal con equidad, ser referentes en cuanto a la calidad y cumplimiento de las normas definidas, así como puertas de entrada de la alta tecnología. Para ello se deberá incrementar y superar la fragmentación y el desequilibrio en la asignación de recursos, contribuyendo -y esto para nosotros es de capital importancia- a racionalizar el gasto en salud del sector público.
El fortalecimiento del MSP incluirá especialmente la reorganización administrativo, el mejoramiento en especial de los Centros de Salud y las policlínicas barriales. A este efecto se incrementará la dotación presupuestal para mejorar la calidad de los servicios públicos para atender su cobertura específica.
Estrategia para los cambios
El eje conductor de los cambios será la implantación de un programa de atención integral a la salud de la familia, basado en la regionalización a nivel departamental por pueblos, zonas y barrios en las ciudades, apoyado en la participación popular que involucre a todos los niveles del sistema, priorizando al niño, los adolescentes, la mujer, el trabajador y los adultos mayores.
Este programa se desplegará en todo el territorio nacional, comenzando en las áreas más necesitadas y buscará articular los programas de medicina zonal de las Instituciones de Atención Colectivizada, de los Municipios y del MSP, y será financiado en las acciones de prioridad nacional desde el Fondo Nacional de Salud.
Desde esta modalidad de trabajo se dará apoyo real a los Programas Nacionales de atención y protección de nutrición, salud oral, salud mental, las discapacidades físico sensoriales y crónicas prevalentes como la hipertensión arterial, la diabetes, entre otras, con garantías de atención y medicación por parte de todos los prestadores públicos y privados.
Se establecerá por tanto en el marco del sistema de salud, por vía de acuerdos lo más amplios posible, un convenio marco de coordinación y complementación del primer nivel de atención entre los efectores de salud públicos y privados con participación de los usuarios, a través de comisiones de salud regionales y locales.
Dicho plan requiere de una territorialización del país que apoyándose en la división político-administrativa de los 19 departamentos permita identificar adecuadamente el espacio local (área de salud) para su debida jerarquización.
Modelos de atención y gestión: prioridades para los cambios
Se racionalizará y recalificará a los servicios públicos de atención con particular cuidado de su adecuación a las necesidades actuales en materia epidemiológica y tecnológica, de modo que conformen una red articulada y jerarquizada por niveles de complejidad que junto con el sector de atención colectiva garanticen la cobertura total con un adecuado sistema de referencia y contrarreferencia.
Se transformará el actual programa de médicos de familia en equipos de dedicación exclusiva e ingreso por concurso de médicos, enfermeros y auxiliares para el programa de salud de familia.
Entre otras herramientas válidas a utilizar señalamos:
1. el perfeccionamiento del sistema informatizado de identificación de usuarios;
2. la revisión de los mecanismos de adjudicación del carné de asistencia, cuidándose de caer en el riesgo de doble exclusión.
Se promoverá la creación de Comisiones de Ética y de Control de Calidad de Atención, así como Comisiones de Educación Continua como elementos importantes para asegurar la calidad e integridad de la asistencia.
Se apuntará a la dignificación de la carrera funcional y el salario del equipo de salud con progresiva equiparación entre el sector público y el mutual.
Se contribuirá a la elaboración de un estatuto del trabajo médico, parte del estatuto de trabajadores de la salud que racionalice y jerarquice con equidad las modalidades de trabajo, las retribuciones y la seguridad social.
Medidas hacia el mutualismo
El gobierno progresista asigna al mutualismo un papel importante en la conformación del nuevo sistema de salud. A estos efectos se encararán medidas inmediatas para hacer frente a la crisis actual junto con medidas que ataquen sus causas. Se apuntará a ir corrigiendo una estructura de costos distorsionada por el actual modelo asistencial, que está desfasada de las posibilidades económicas de grandes sectores de la población.
Se extenderá la cobertura de la seguridad social integrando a DISSE a todos los trabajadores públicos y progresivamente a los familiares hoy no cubiertos financiada por la eliminación de las comisiones de las AFAP, o en el futuro por fondos complementarios que las sustituyan.
Las medidas económicas y financieras que se adoptarán en cada caso deberán tener la contrapartida de estimular y efectivizar las transformaciones en el modelo de atención y racionalización de la gestión y uso de los recursos, así como su integración coordinada en el sistema de salud.
Ayudar a optimizar inversiones y cuotas mediante la aplicación de políticas nacionales en materia de medicamentos, de incorporación tecnológica, de carrera funcional y escala de funciones, así como una política fiscal especial para sus insumos prioritarios.
En contrapartida se procederá a la eliminación selectiva y progresiva de tiques, incorporando el crédito personal en materia de servicios. Se procurará la reducción progresiva y sustancial de órdenes, exámenes y tiques de los medicamentos esenciales para la atención de los problemas prioritarios
Al mismo tiempo se implementarán controles y auditorías de gestión en el mutualismo para buscar economías saneadas en su funcionamiento.
Se apuntará a la eliminación de los gastos derivados de la intermediación lucrativa en las afiliaciones.
FinanciamientoEn materia de financiamiento se apuntará a una mejor distribución del actual gasto en salud con un incremento presupuestal del MSP, del Hospital de Clínicas y racionalización del gasto en salud de entes y empresas públicas.
Establecer un marco regulatorio de los seguros parciales de atención que posibilite la articulación armónica y equitativa en el sistema de salud.
La reglamentación de los servicios parciales debe verse en el marco del sistema único lo que permitirá además coordinar los sistemas de urgencia y emergencia.
Eliminar exoneraciones fiscales a las empresas del sector que tienen fines de lucro, dejando bien en claro que no entran dentro de este concepto las instituciones de asistencia médica colectiva que no tienen fines de lucro.
Racionalizar el rol del Fondo Nacional de Recursos en el marco de las políticas generales del sector y sus nuevas formas de financiamiento
Reorientar los importantes fondos de cooperación y crédito internacionales para los objetivos centrales de la nueva política de salud.
Optimizar el gasto en medicamentos e insumos básicos mediante la definición del formulario nacional de medicamentos genéricos y la identificación y tipificación de los insumos.
Organizar un sistema nacional de licitación de precios que posibilite el abatimiento de costo, y en esto tenemos una gran experiencia en la Intendencia Municipal de Montevideo, donde por un sistema similar y por pagos adecuados en tiempo y en forma hemos podido abaratar en un diez a un quince por ciento el gasto en insumos de la Intendencia.
Generar una política crediticia especial para las instituciones de Salud Pública o sin fines de lucro, en función de sus transformaciones en relación al modelo de atención y de gestión que estamos proponiendo.
Cinco propuestas de emergencia
Nuestra fuerza política está absolutamente convencida que el Uruguay vive una situación de crisis compleja, profunda y que estamos en una situación de emergencia nacional. Esto no lo dice sólo nuestra fuerza política, sino que otros sectores de la vida económica, cultural, social, lo están diciendo. Lo acaba de decir la Asociación de Industriales del Uruguay, que ha reunido a sus ex presidentes y se ha declarado en estado de emergencia nacional, lo acaba de decir el agro, ustedes lo saben muy bien, hay una emergencia social importante, una emergencia en el tema de empleo, donde nuestro país lamentablemente en los últimos días ha batido el récord de tener a 27.000 trabajadores en los Seguros de Paro, y por tanto también en el tema de salud creemos que hay que establecer un programa de emergencia.
Y en este programa de emergencia queremos hablar de cinco líneas en materia de salud.
La primera, creación de una tarjeta de salud seguro de la mujer y el niño. Para asegurar la cobertura universal en materia de riesgos específicos de la mujer y el niño se establecerá un programa llamado tarjeta de salud de la mujer y el niño con fondos especiales. Dicho programa cubrirá para la mujer el control de la maduración, los riesgos de embarazo precoz, la capacidad de regular la natalidad, el control precoz y periódico del embarazo, la preparación para el parto y atención del mismo, la lactancia y puericultura, el control preventivo de cáncer cérvico-uterino y mamario, el riesgo de enfermedades de transmisión sexual.
Para el niño la atención del crecimiento y desarrollo, las inmunizaciones completas y actualizadas, la nutrición e higiene, su maduración psicomotriz y sensorial, su socialización y adecuada inserción en la educación inicial, la educación sexual y el apoyo a la pubertad y adolescencia.
En segundo lugar, programa nacional de prevención y control de accidentes de tránsito con las siguientes prioridades. Implantación inmediata del Registro Nacional Único de Conductores e Infractores, accidentes y lesionados y los requisitos correspondientes. Campaña educativa permanente en el sistema de educación, en todos los medios de comunicación, como parte de contrapartida por su concesión.
Racionalización y regionalización del sistema de atención de emergencias y urgencias, y el desarrollo de un plan nacional de catástrofes.
Tercera línea. Los niños de la calle. Los niños de la calle son nuestros niños. Un programa nacional de carácter permanente, articulando todos los sectores institucionales y sociales para dar atención, continencia y solución a los niños en situación de calle, las acciones deben priorizar la prevención de esa situación dentro de las posibilidades.
Cuarta línea. Priorizar la racionalización de la gestión de personal de salud del sector público, sin clientelismos partidarios, jerarquizando la adecuada evaluación de tareas, la formalización de escalafones y cargos que permitan asegurar una lógica carrera funcional. Implantar un sistema de retribuciones justo y unitario, terminando con las fórmulas discriminatorias de vinculación laboral.
Quinto. Realizar un convenio marco entre el MSP y las IAMC sin fines de lucro para la articulación de esfuerzos en la reorientación del modelo de atención y de gestión como contrapartida de asistencia financiera temporal y selectiva aprobada por la Junta Nacional de Salud, luego de informes de auditoría calificada.
¿Sin cambios hay opciones?
¿Sin cambios? es una pregunta que nos hacemos y la hacemos al pueblo uruguayo. ¿Sin cambios hay opciones? No; nosotros creemos que sin cambios seguiremos profundizando la inequidad y la crisis para la mayoría de los uruguayos y para los trabajadores de la salud. Nuestras propuestas recogen lo más sentido por la gente y formalmente expresado por todas las organizaciones del sector, Claustro de la Facultad de Medicina, y los gremios profesionales y de los trabajadores.
Su costo mantiene lo que nuestro país gasta en salud, pero prioriza, optimiza y democratiza ese gasto.
Una recomendación final. Despleguemos nuestros valiosos recursos humanos y nuestra historia en salud, para participar aportando ideas, experiencias, entusiasmo y compromiso ético en este proceso de cambio, que permita superar esta crisis en un escenario de construcción colectiva de un Uruguay mejor, más justo y solidario. El Uruguay progresista que se proyecta en y hacia el nuevo milenio. Muchas gracias.
(Aplausos).
Colegiación e integración regional
Sr. Presidente.- Si algún compañero desea hacer alguna pregunta para ser contestada por los asesores del Dr. Tabaré Vázquez...
Dr. Giuria.- El año pasado tuvimos una larga conversación con el Dr. Vázquez, a propósito de un tema que para la grey médica es una de las más fundamentales nociones o ideas que deben llevarse a cabo. Me refiero a la colegiación o al ordenamiento de la profesión médica, porque en este momento existe además un anteproyecto de ley marco para todas las profesiones universitarias, y esto creemos nosotros es fundamental porque tenemos que meter al Uruguay dentro de un contexto que no es el contexto nacional solo. Estamos metidos dentro del Mercosur, que nos va a obligar a hacer muchas cosas que quizá nos duelan, pero que tenemos que llevar a cabo con el máximo de seguridad y de inteligencia.
El problema de ordenar en una ley marco a todas las profesiones universitarias es absolutamente fundamental, porque si no, no habrá ningún uruguayo de cualquier tipo de actividad universitaria que pueda ir a Brasil o a Argentina. No hablo de Paraguay, porque junto con Uruguay son los dos únicos ejemplos en que no hay colegiación, en que no hay ordenamiento de las profesiones universitarias.
Pienso que este es un elemento muy importante, porque el problema del traspaso de servicios o de la libre circulación de servicios, está planteado dentro de las jerarquías del Mercosur para ser resuelto a partir del 2001. Vale decir, que tenemos tiempo, pero también ese tiempo corre rápido. Por otra parte, la experiencia mundial en cuanto se refiere a lo que podemos llamar colegiación de las profesiones universitarias, es realmente importante con ayuda del Estado. Los Colegios democráticamente formados, con todas las garantías para todos los integrantes de una profesión, pero además efectuando la policía ética, diría, de esa profesión, creemos que da un marco de absoluta seguridad al usuario en cuanto respecta a la calidad de servicios que va a recibir, tanto del punto de vista técnico que está contemplado en la educación continua, de la cual soy un ferviente partidario, como de la ética profesional, en un país donde no existe un código deontológico para cada una de las profesiones, que sea el marco adecuado para que cada uno sepa cómo debe comportarse, lo que puede hacer, lo que no debe hacer, y donde estén contemplados tanto los derechos del profesional como los derechos del usuario.
Es todo lo que quería decir y felicitar al Dr. Vázquez porque su exposición ha sido realmente interesante.
Dr. Vázquez.- Efectivamente, con el Prof. Giuria tuvimos la oportunidad, y la suerte diría yo, en el correr del año anterior de tener un par de reuniones, donde entre otros temas conversamos, él tuvo la gentileza de visitarnos, del tema de la colegiación de nuestra profesión. Y precisamente lo conversamos en el marco del proceso de integración regional que están viviendo nuestros países. Aprendimos mucho en esas dos conversaciones y nuestra fuerza política ha discutido este tema, y seguramente Tabaré González va a referirse al mismo, pero yo quería hacer alguna referencia. No lo hemos tocado específicamente hoy, porque nos hemos referido a los aspectos de salud interna en el Uruguay, pero en nuestro programa, en el estudio del proceso de integración regional, sí me gustaría decir algunos conceptos porque coincido totalmente en la proyección inmediata que tenemos en la región, en el sentido que lo plantea el Dr. Giuria.
Nuestra fuerza política apoyó, lo hizo de manera crítica, al inicio el tema del Mercosur. Lo apoyamos porque nuestra fuerza política es integracionalista y latinoamericana. Creemos que el Mercosur debe jugar un rol de primerísima importancia como núcleo central para nosotros de un proceso de integración mucho más amplio de toda América Latina.
Y para nosotros es de capital importancia esta integración porque somos muy pequeños y podremos cobrar una enorme fuerza en ese proceso integracionista. Para nosotros es integrarnos en el Mercosur, ampliarlo en la región y en Latino América como primer paso, y paso fundamental, para todo tipo de negociación.
Ahora bien, dijimos que apoyábamos este proceso de integración de manera crítica, porque finalmente, como ustedes saben muy bien, el Mercosur es simplemente un tratado comercial de acuerdo arancelario, de base arancelaria, y muy poca cosa más, y nuestra fuerza política está proponiendo tratados de complementariedad, complementación productiva, es de fundamental importancia para el país, para el modelo de país que queremos desarrollar, un país productivo de bienes y de servicios, complementariedad financiera, complementariedad cultural y también complementariedad en la tecnología y en la investigación, que sin duda es fundamental y es precisamente en este proceso de complementación que sin duda es fundamental tener un marco adecuado que estudie la colegiación de los profesionales para nuestro país.
Creemos que en este proceso de integración y en el proceso de complementación de tecnología e investigación, el Uruguay, como país culturalmente desarrollado, puede obtener enormes beneficios, pero si nos preparamos internamente de manera adecuada.
Por eso creemos que hay que hacer una reorganización, cambios en el tema de salud pero también ir en la dirección que el Prof. Giuria planteaba al inicio de su presentación.
Si Tabaré quiere complementar...
Dr. González.- Solamente una cosa. Con Giuria estuvimos años trabajando en conjunto el marco normativo de las profesiones, y naturalmente ahora en el marco ya más avanzado de una ley de regulación profesional en torno al estatuto del trabajo médico, como una pieza indisociable de ese estatuto. Trabajamos conjuntamente en la década del setenta con el estatuto del trabajo médico y colegiación profesional como dos pilares fuertes, en aquellos años tan complejos, de las acciones del SMU, donde el gremio médico estaba vinculado a aquel otro gran objetivo que hoy está replanteado profundamente en esta propuesta que hacía el Dr. Vázquez, que es la transformación del modelo de atención.
Sobre el Fondo Nacional de Salud
Dr. García Unzaín.- Está referida al financiamiento y la pregunta concreta es, desde el punto de vista del usuario, en el sistema que propone el Frente Amplio, qué forma de contribución va a realizar el usuario a ese Fondo Nacional de Salud. Es decir, ¿va a ser de acuerdo a sus ingresos, como ahora se establece como una cuota fija en el mutualismo, va a ser nada, como a veces ocurre en el caso del MSP? En fin, no me quedó claro si fue mencionado, pido disculpas si lo fue, pero no me quedó claro.
Dr. González.- La conformación de ese Fondo Nacional de Salud tiene múltiples vertientes. Unas de carácter tributario, que fueron mencionadas en el análisis de financiamiento, como, por ejemplo, una propuesta concreta que emanara del debate interno de nuestra fuerza política en un seminario que hiciéramos en esta misma sala, que es, por ejemplo, no mantener las ventajas tributarias que tiene el sistema colectivo para las que son empresas con fines de lucro, en el entendido que en una empresa con fin de lucro no importa el objeto. Si es sin fin de lucro importa sí el objeto. Entonces, ahí hay una parte no menor de lo que nosotros estimamos que puede empezar a ser una parte sustantiva de ese Fondo Nacional de Salud para, por ejemplo, entrar a financiar aspectos sustantivos de este cambio de modelo, en lo que tiene que ver en el caso del programa de salud de familia.
Otro aspecto que tiene que ver con el sistema del Fondo Nacional de Salud, por supuesto parte por un incremento de los recursos públicos que el país destina a la salud. En salud al Uruguay le está pasando lo mismo que en educación. Nosotros hemos perdido la memoria histórica de lo que ha sido el gasto en salud del sector público.
Otro aspecto que tiene que ver con las contribuciones del Fondo Nacional de Salud, mencionado en el punteo del Dr. Vázquez, tiene que ver con la racionalización de los gastos en salud del propio sector público, dentro de lo que son las distintas vertientes por las cuales el sector público gasta en salud, muchas veces con específica duplicación o triplicación de aportes o de gastos sobre la misma persona y los mismos actos.
Les pongo un ejemplo. Cuando nosotros analizamos dentro de la Intendencia de Montevideo el tema del seguro de salud de los trabajadores municipales, que al presupuesto municipal le significa un peso significativo, los jubilados municipales, por ejemplo, que se benefician también desde el 90 de este seguro, aportan el 2% de su retribución, el resto lo aporta el presupuesto. Pero nosotros nos pusimos a analizar en una realidad social del Uruguay, que es el multiempleo cuántos trabajadores municipales tenían también derecho a cobertura de salud por el aporte que hacían en sus otros lugares vía DISSE, y vimos cerca de un 10% de trabajadores municipales que tenían doble aporte y doble cobertura, con lo cual la simplificación de esa situación no hizo perder ningún beneficio al trabajador y le hizo ahorrar un aporte, y por tanto ese tipo de factores pueden ser factores típicamente de racionalización.
Los otros tienen que ver con aspectos ya más específicamente de complementación de tareas. Cuando hablamos de la armonización de esfuerzos entre el sistema público y el sistema de asistencia colectivizada, no estamos diciendo «salgan a competir», no, vayan a complementar. ¿En torno a qué? A programas de prioridad. Y hay programas de prioridad nacional que si los practica el sistema mutual deberán tener aportes del Fondo Nacional de Salud, de la misma manera que los tiene si son hechos por el sector público.
Por ejemplo, en situaciones muy concretas, como es el tema de medicamentos en líneas prioritarias, los programas prioritarios del país.
Por último, para poner ejemplos de racionalización del uso de los recursos, en la propuesta de extensión de la cobertura del mutualismo a los otros sectores de trabajadores, prácticamente el sector público, y el control adecuado de que todos los trabajadores formales estén vinculados a este sistema, tienen una particular importancia, no sólo del punto de vista de la extensión de cobertura, sino que también del punto de vista del reequilibrio interno etáreo de la estructura de la población usuaria de las instituciones de asistencia colectiva.
Porque, si ustedes analizan la estructura etárea van a ver que los afiliados de tipo individual predominan en los grupos de menor edad y en los de mayor edad, los afiliados que vienen desde el sistema de la seguridad social el predominio está, naturalmente, en las franjas de edades jóvenes y adultas.
Entonces, hoy, que el sistema de asistencia colectivizada cubre aproximadamente un tercio de su población usuaria por el sistema de la seguridad social, el aumentar esa cobertura por vía de la seguridad social, tiene el doble beneficio: uno, aumenta la extensión de cobertura, simplifica el modelo de articulación, siempre y cuando la articulación se dé en ese convenio marco que mencionábamos como propuesta, pero además tiene un beneficio interno de reordenar y reequilibrar los ingresos y egresos y ser un factor sustantivo para mantener dos cosas que nos parecen fundamentales: uno, el carácter solidario -por tanto no estamos de acuerdo con la cotización por franjas etáreas, con la política de seguros por riesgo, porque eso es antisolidario-, y por otro lado tiene la ventaja de facilitar en la optimización de los costos internos.
La eliminación progresiva de los tiques y órdenes, que en este proceso se ha ido dando -ya no como un fenómeno de regulación o de moderación, sino como un fenómeno de solución financiera- será compensada por estas medidas.
A eso le agregamos una política crediticia especial, que en el país se aplica para otras actividades. Hablemos con toda claridad, a nosotros siempre nos critican la palabra subsidio, pero el sistema bancario está subsidiado, el sistema forestal está subsidiado, hay muchos sistemas subsidiados en el país, no siempre en función de las prioridades de las necesidades de la gente. Entonces, nosotros planteamos que uno de los pesos también que surgen del análisis de la estructura de costos del sector salud, y particularmente el área de la atención colectivizada, está en los costos financieros. Porque además, los costos financieros para el sector colectivizado están agravados porque el sector colectivizado está calificado por el Banco Central como organizaciones de riesgo tres, por tanto tiene costos financieros mucho mayores que otro tipo de organizaciones empresariales en el país, cuando éste es un sector que racionalizado es sin fin de lucro y debería tener un tratamiento más privilegiado, en función, por supuesto, como decimos acá de acreditaciones, de auditorías, etcétera.
Dr. Giuria.- Quisiera dar algún tipo de concepto. Se habla, por ejemplo, de actividad privada, y en la actividad privada se pone a las instituciones de asistencia médica colectiva. Y las instituciones de asistencia médica colectiva dejaron de ser privadas desde que se creó Dinacoprin en el 1968, porque podrán ser privadas desde el punto de vista técnico, pero desde el punto de vista económico y financiero están manejadas por el Estado, primero por Dinacoprin, después por Coprin, después por la OPP y el Ministerio de Economía.
Nosotros entendemos que no se debe hablar del sector privado, se debe hablar del sector mixto, si se quiere, privado-estatal.
Otra cosa que si no me equivoco le entendí es que se iría a una especie de rescate de las instituciones de asistencia médica colectiva en el sentido impositivo. La ley 15.181, la ley del mutualismo, estableció que las instituciones de asistencia médica colectiva que no tenían fines de lucro estaban exentas de todo tributo, fuera tributo municipal o estatal. En este momento los costos de las instituciones de asistencia médica colectiva, con relación a los tributos que tienen que aportar, además de ser finalistas del IVA, son feroces. Y el gobierno, o los gobiernos mejor dicho, que se han sucedido hasta ahora, han transformado el sistema absolutamente solidario como era el sistema mutual y el sistema de las instituciones de asistencia médica colectiva cuando apareció, en un sistema en el cual la solidaridad ha desaparecido. Aquel que está enfermo paga y paga y vuelve a pagar porque tiene que pagar los tiques de consulta, los tiques de medicamentos, los tiques de análisis, los tiques, y aquello al final es un descalabro total.
Yo coincido con la idea de que el sistema tiene que hacer desaparecer prácticamente los tiques y tiene que volver a ser un sistema absolutamente solidario.
Hospital de Clínicas: líneas y decisiones
Br. Fierro.- Mi pregunta es qué rol va a cumplir el hospital universitario en este sistema nacional de salud y cómo está previsto financiarlo, teniendo en cuenta que depende del presupuesto universitario, qué es lo que está previsto en vías de que el hospital se adecue a esta nueva reorganización en salud.
Dra. Muñoz.- El hospital universitario, como sabe la compañera, depende de la Universidad de la República. Sin lugar a dudas nuestra fuerza política entiende que la Universidad de la República, como generadora de conocimientos y de aporte científico tecnológico al desarrollo del país, cumple un papel un papel muy importante y debe tener un financiamiento apropiado. La Universidad de la República es un conjunto, y por lo tanto también el Hospital de Clínicas, que debe redimensionar su función para volver a ser un hospital de referencia en la introducción científico tecnológica de los adelantos que el Uruguay necesita. Debe estar sin lugar a dudas a la cabeza de la introducción en nuestro país de la ciencia y sobre todo de la tecnología de alto nivel como hospital de referencia para el resto del Uruguay, y sin lugar a dudas también integrado al Mercosur, porque es un hospital que debe retransformarse en un hospital donde la capacidad de desarrollo científico y educacional lo ponga como líder en nuestro país y en la región.
Dr. Vázquez.- Como ustedes saben, nuestro país destina actualmente para el rubro educación apenas el 2,3% del PBI, transformándose en uno de los países de la región y del mundo que destina menor porcentaje de su producto bruto interno al tema de la educación.
La Unesco acaba de establecer en sus últimos trabajos y en la conferencia internacional que se hiciera el año pasado en París, sobre el tema de la educación, sobre todo educación terciaria a nivel universitario, un nivel mínimo a que deben intentar llegar los países es a destinar un 4.5% a la educación.
Esta es la meta que nos fijamos en nuestra fuerza política. En todo nuestro programa, jerarquizamos el tema de la gradualidad, pero tendemos a modificar el presupuesto nacional privilegiando a los sectores prioritarios como la educación, la salud, la vivienda.
Con un recurso de este tipo, del 4,5% de PBI, seguramente el Hospital Universitario va a disponer de recursos más importantes para poder retomar la importante tarea que tenía hace años y que lamentablemente se ha visto deteriorada, fundamentalmente por el ahogo económico que ha sufrido la Universidad de la República y el Clínicas en particular.
Dr. González.- El Hospital de Clínicas, con todas sus dificultades generaba un 10% de su presupuesto en función de proventos por servicios que prestaba aun sin ser reconocido por parte del Estado en los niveles de alta tecnología. El Hospital de Clínicas fue el introductor en el Uruguay de la cirugía cardíaca y de la diálisis, de los trasplantes renales, del tratamiento de quemados, del tratamiento intensivo, del tratamiento oncológico, la bomba de cobalto, etcétera. Cuando en este país se instaló el proceso de la dictadura, una de las consecuencias no reanalizadas de ese proceso ha sido que el sector público dejó de ser introductor de la alta tecnología, y la introducción de la alta tecnología pasó directamente al sector privado para bien y para mal. Pero incluso era política del Estado, tanto que cuando nosotros retornamos al hospital con el Dr. Villar como director en el año 1985, nos encontramos con que el Hospital de Clínicas hacía diálisis pero el Fondo Nacional de Recursos no le pagaba las diálisis al Clínicas, no le pagaba los cateterismos. Lo mismo que le pagaba a las instituciones de medicina especializada, a las IMAE, al Clínicas no le pagaba siendo tan IMAE como los demás.
Para poner otro ejemplo más pedestre y termino, en esos años se concretó y desarrolló el Centro Nacional de Quemados, pero el MSP aplicando su política de no cumplir con su responsabilidad reguladora que le asigna la ley, que estaba comprometido a que ese era el Centro Nacional de Quemados, que estuvo analizado, estudiado y dimensionado para todo el país, no para un pedazo del país, con el alto costo que eso significa, no tuvo ningún problema, de permitir en poco tiempo que hoy una institución por acá, luego otra por allá, empezaran a hacer centros de quemados y el MSP no dijo que no, pese a que hay un Centro Nacional de Quemados, que al país le cuesta tanto, le costó tanto, que está técnicamente calificado y que hay un compromiso de que todo el país utilice su Centro Nacional de Quemados.
Entonces, ese tipo de fenómenos muestra cómo los problemas de financiamiento y operaciones y ahogamiento o no ahogamiento tienen que ver no sólo con las grandes líneas políticas y las grandes asignaciones de recursos, sino con las decisiones concretas como esta que pongo el ejemplo. Hoy el Centro Nacional de Quemados está pasando enormes penurias cuando es una de las estructuras más altamente calificadas que se han montado en el país al respecto.
«En este país no sobran médicos»
Br. Danza.- Soy estudiante de medicina y quiero formular una pregunta, desde la visión de los jóvenes estudiantes que seguramente en tres o cuatro años, si todo marcha bien nos estemos recibiendo y estemos sufriendo algunos de los problemas que se vieron en la encuesta que fue publicada en la revista Noticias del SMU de noviembre del año pasado, encuesta que el SMU le encomendara a la empresa Equipos Mori. Y voy a leer algunos fragmentos de esto que dice la revista y en función de ello voy a formular una pregunta.
Inicialmente dice que un 83% de los profesionales de la medicina considera que el multiempleo -que involucra la mitad del gremio- incide negativamente sobre las posibilidades de ejercer éticamente la profesión. Más adelante, dice que Equipos Mori concluyó que la mitad de los encuestados presentó un fenómeno de multiempleo. De acuerdo con la investigación se desprende que el promedio de ocupaciones por entrevistado es de 2,6. Sin embargo, el promedio de cargos remunerados por entrevistado disminuye en el caso de los médicos más jóvenes, es decir aquellos egresados a partir de 1990, entre los cuales el promedio desciende a 2,2 puestos por profesional.
Más adelante dice: «asimismo se observó que los cargos titulares en calidad de socios empresarios se concentran en mayor medida entre los médicos con más años de ejercicio profesional. A su vez, los cargos en calidad de suplentes y contratados se concentran entre los médicos más jóvenes y las profesionales mujeres. Sus niveles de retribución menores se registran entre los médicos jóvenes, los profesionales que ejercen en Montevideo y las mujeres. El 37% del total de las ocupaciones de los profesionales entrevistados no superó los cinco mil pesos mensuales».
Y en un cuadro que esta misma encuesta publica, se revela que de los médicos recibidos hasta el año 1980, un 20% de esos médicos cobra más de cuarenta mil pesos mensuales, mientras que un 20%, un 18% exactamente, de los médicos recibidos después de 1990 cobran menos o igual a cinco mil pesos al mes,
La pregunta, entonces, desde los jóvenes, la preocupación que queremos transmitir aquí es ¿cómo compatibilizaría un gobierno de izquierda, un gobierno del Frente, el problema del multiempleo, considerado -como revela esta encuesta- éticamente dificultoso, con una generación de puestos de trabajo hacia los jóvenes y la generación de expectativas de trabajo hacia quienes nos vamos a recibir en pocos años?
Dr. González.- Entre las líneas de acción está dentro de nuestros puntos estratégicos el tema de la racionalización de la carrera laboral, el equipo de salud en su conjunto y los médicos en ese contexto.
Y dentro de las acciones planteamos la dignificación de la carrera funcional y el salario. Planteamos una apertura de puestos de trabajo de dedicación exclusiva, transformando el programa de médicos de familia, porque como priorizamos como eje de la transformación del modelo ese programa de salud de familia, que puede ser llamado así, que puede tomar las características que consensualmente adoptemos.
Lo ponemos así para expresar un concepto de atención integral oportuna y de accesibilidad directa a nivel de la población, que posibilite, primero que nada la creación de un nuevo modelo de tipos de trabajo, jerarquizado y priorizado, no sólo dentro del sector público sino también dentro del sector mutual.
Y creemos también que parte del problema que aquí está planteado, que lo decíamos en el diagnóstico cuando hablábamos de la distribución y de la inequidad hacia los servicios -y la inequidad es dentro del sistema-, lo decimos también con el propio equipo de salud.
Creemos que ahí, el Estado, el gobierno, junto con los actores sociales, los gremios, etcétera, debe contribuir a la elaboración de un estatuto del trabajo médico, donde justamente sean capaces de darse respuestas con todas las complejidades que el tema tiene.
Esa encuesta, por supuesto, la conocemos perfectamente y es uno de los aportes sustanciales a nuestro análisis, para que sea capaz de racionalizar, de jerarquizar, de evitar ese multiempleo.
El multiempleo viene desde lejos, yo tengo más de sesenta años y siempre trabajé en más de un lado, pero claro, también digo que en mi época, entre un cargo de ayudante de clase y uno de practicante interno, uno hasta ya se podía casar. Hay una combinación de factores que tienen que ver con la política salarial, con las condiciones de trabajo y con las propias deformaciones mercantilistas que se han generado, que a su vez generan un doble grado de deformación: uno, la deformación de la sobrevivencia dentro de la formación profesional y visualizar que solamente la especialización más sofisticada es el único camino de la sobrevivencia, que a su vez tiene una contrapartida a nivel de la población, que levanta demandas por encima de sus propias necesidades en función de esa natural deformación de la oferta.
Vivimos en un conjunto de factores que necesitan ser tocados desde diversos ángulos, porque estamos convencidos que esta es una punta de prioridad en ese proceso de racionalización del trabajo del equipo de salud.
En una palabra, para decirlo claro, en este país no sobran médicos, sobran para este modelo. Para nosotros, lo que haya de médicos en este país es un punto de apoyo a favor para el cambio de modelo de atención y de gestión del sistema.
El Fondo de Salud como herramienta para los cambios
Br. Olivera.- A mí me interesaba saber si se puede profundizar sobre algunos de los elementos vertidos como estrategias de cambio y para tratar de no sobreponer con otras preguntas que se hicieron, tocar dos elementos. Uno es que queda velada en la propuesta, no sé si está establecido algún criterio o no, de cómo se va a intentar hacer la coordinación a través de la formación de recursos humanos y a través de la formación médica continua y de otros sectores de la salud, para poder establecer adecuados mecanismos de coordinación, porque más allá de que digamos que puede ser que no sobren médicos y que se establezcan otros principios de modelo asistencial, etcétera, de alguna manera para que estos cambios sean posibles, van a tener que hacerse modificaciones en la formación de los individuos que van a participar en toda esta estrategia. Y a nosotros nos preocupa particularmente el tema porque ya hemos visto, desde nuestra experiencia, a través de una propuesta concreta que hizo la Facultad de Medicina de reconversión del Hospital de Clínicas, de que a pesar de que había supuestas voluntades de muchos sectores extra-universitarios e intra-universitarios, lo que terminó fallando fue la coordinación entre los sectores políticos que van a proponer todas estas modificaciones de sistema y quien hoy, y se planteó en la propuesta, realiza la formación de recursos, que es la Universidad de la República, con el criterio de autonomía.
O sea, nos resulta interesante poder entender que sí se han profundizado -porque lo identificamos como un elemento actual de fracaso de propuestas- estas dificultades de coordinación interna y externa de la Universidad.
Y la segunda pregunta y termino es: si hay mayor profundidad respecto a lo que tiene que ver con el Fondo de Salud, a qué sectores de la población abarcaría. ¿Abarcaría posiblemente a toda la población y de ahí saldría todo el dinero para las instituciones mutuales o para el sector público? ¿ Abarcaría solamente a los sectores de salud de la población que se atienden a nivel público, con una mejora consiguiente de la calidad y una distinta forma de retribución en los servicios? ¿Sería una estrategia para ampliar la cobertura de DISSE? ¿Abarcaría a algún sector de la población en particular por franja etárea para mejorar las posibilidades de algunos sectores de la salud que tienen dificultades en este sentido? Si es que hay alguna propuesta concreta sobre estos elementos de financiación de ese Fondo de Salud y cómo se regularía, si es una estrategia final para toda la población o no.
Si hay alguna propuesta sobre esto, me gustaría conocerla.
Dr. González. En la propuesta que presentara el Dr. Vázquez, en varias oportunidades se mencionaban determinadas líneas de acción como programas prioritarios de carácter nacional y se mencionaba que serían financiados a través de un Fondo Nacional de Salud. O sea, el concepto del Fondo Nacional de Salud que manejamos en esta propuesta gradual no es la de que todo el 10% del PBI que hoy gasta el Uruguay en salud -y que no nos asusta que se gaste esto- sea manejado desde un Fondo Nacional unitario. Lo que sí creemos que es imprescindible crear ese Fondo de Salud para desde allí promover y asistir los procesos de cambio.
Y digo esto en forma muy particular, porque también queremos ser muy concretos. También en algún momento decíamos ahí que los fondos que invierte el Uruguay en salud no deben ser usados para especulación financiera ni clientelismos. Con esto estamos dando respuesta a algunas propuestas que en el área de economía han salido en los últimos meses, que hablan con el manto de la palabra seguro de salud, y seguro de salud qué tentadora palabra es, pero que hablan de la administración de seguros por riesgo a través de administradoras financieras.
Ese modelo está en América Latina en varios países y es kafkiano. Podríamos hacer relatos extensos en la materia. Simplemente digo, que un profesor de la Escuela de Salud Pública de Buenos Aires hizo un análisis tendencial de lo que significaría en la salud argentina la introducción de esta modalidad, que le llama «la legalización de un nuevo comensal no habilitado». Es la introducción del sistema financiero casi con un 30% de la torta en salud. Estados Unidos usa en administración más del 35% de todo lo que gasta en salud, que es el 14% del PBI.
El Fondo de Salud no está pensado para sustituir a los recursos públicos para la asistencia de la población usuaria que le corresponde, sino que es para -a través de ese Fondo- generar acciones que puntualmente y con la contrapartida correspondiente, apoyen el desarrollo de determinado tipo de programas estratégicos para mudar el proceso de atención y de gestión.
Otra cosa que se ha lanzado en varias oportunidades, pero puntualmente, es la necesidad de instalar una Junta Nacional de Salud, y en ella se menciona en particular la presencia de la Universidad de la República, como responsable de la formación del equipo de salud. Se está proponiendo generar un ámbito formal e institucional de articulación del sector y de los actores principales del sector para consensuar las políticas de salud. Esto no excluye que en el caso específico de la Universidad haya que hacer convenios especiales y concretos a punto de partida de objetivos específicos. Está claro que en todo este proceso el Ministerio no va a arrogarse el rol de sustituir a la Universidad de la República en la formación de recursos, pero tampoco al MSP, como prestador de servicios ni como regulador del sistema, ni las instituciones del sector social no estatal de la salud, como dice Giuria, pueden renunciar a su obligación de participar en el proceso de educación continuada.
Hoy tenemos claro que los procesos de educación continuada los hacen los laboratorios.
Dr. Vázquez.- Algo para agregar sobre el tema de la intermediación financiera, para tener idea de la dimensión que puede tener y la importancia de definir concretamente como lo hemos hecho, el tema de evitarla en el sistema de salud.
En el sistema de la AFAP, sobre la base de funcionamiento que llevan en el tiempo, y sobre un ahorro de los trabajadores uruguayos que se vuelca a las AFAP de quinientos millones de dólares, las AFAP en este tiempo ya han retenido, se han llevado de ese fondo de ahorro de los trabajadores uruguayos, 82 millones de dólares por concepto de comisiones por administrar esos fondos. Es decir, si un trabajador uruguayo deposita mil pesos en un banco comienza a ganar intereses, poco o mucho pero el banco le cobra la administración pero le paga intereses. Por el sistema de intermediación de las AFAP se le cobra un porcentaje variable al trabajador por administrar esos fondos, que va de un 14%, un 15% hasta un 18%. En este tiempo de funcionamiento de las AFAP, del ahorro de los trabajadores uruguayos la intermediación financiera se ha llevado 82 millones de dólares, y esto es lo que tenemos que evitar que suceda en la salud.
Sr. Presidente. En nombre del SMU agradecemos al doctor Tabaré Vázquez, a la doctora María J. Muñoz, y al doctor Tabaré González, su presencia esta noche aquí. Muchas gracias.
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