miércoles 29 de diciembre de 2021
- ¿Desde cuándo trabaja en unidad cuidados Paliativos? ¿Ha notado cambios en los últimos años?
- Qué considera que se podría mejorar en el trabajo interdisciplinario con otras especialidades? ??¿Considera que se les deriva en forma oportuna a pacientes plausibles de cuidados paliativos?
- ¿Cómo es su visión de situación de cuidados paliativos en el interior del país?
Dra. Valeria Blanco
Medico Internista
Paliativista
Ex Docente de la Diplomatura de CP Hospital de Clínicas UDELAR
- Creamos el Equipo de Cuidados Paliativos de CAAMEPA IAMPP en 2013, y trabajamos en él desde entonces. A lo largo de estos años gracias al trabajo de muchos compañeros en todo el país, y en todos los niveles, difundiendo la especialidad, y los modelos de atención paliativa, los usuarios han conocido la disciplina y en muchos casos son ellos mismos los que solicitan la interconsulta con el Equipo. Esto hace unos años no pasaba y es una muy buena señal, que los usuarios conozcan sus derechos y los exijan.
- En nuestro equipo tenemos una buena experiencia en el trabajo colaborativo con otras disciplinas, ya sea en instancias de asistencia directa o participando en comité de tumores o rounds clínicos. La comunicación es un elemento clave en nuestra especialidad, no solo con el paciente y la familia, sino con el resto del equipo de salud. Hablar el mismo idioma, manejar objetivos comunes, es fundamental para abordar situaciones complejas, como las que enfrentamos los paliativistas a diario. En el interior probablemente sea más fácil por razones de cercanía, el trabajo está concentrado en una o dos instituciones, es fácil encontrarnos. Incorporar profesionales de cuidados paliativos en todos los niveles asistenciales es beneficioso para pacientes y para el resto del equipo de salud, ya que permite intervenciones oportunas. En los últimos años hemos asistido a un cambio de paradigma en la atención paliativa pasando de la visión tradicional de los cuidados paliativos únicamente para pacientes oncológicos al final de la vida, hacia el enfoque más moderno y costo efectivo de la asistencia paliativa temprana en enfermedades amenazantes para la vida. Tenemos la obligación de tender puentes, llevar el trabajo en equipo, que es nuestra seña de identidad, al resto del equipo de salud. Con respecto a la derivación oportuna, aún estamos lejos de alcanzar ese objetivo. Seguramente las causas de la derivación tardía son muchas, por un lado los equipos no contamos con recursos humanos suficientes para abarcar toda la población objetivo, esto nos obliga a centrarnos en asistir directamente pacientes complejos, o sólo en fin de vida, dejando los pacientes con necesidades paliativas de mediana o baja complejidad al resto de los colegas. Sumado a esto, por formación insuficiente, el resto de las disciplinas no siempre identifican tempranamente a los pacientes que se benefician de asistencia paliativa, sobre todo a los pacientes con enfermedades no oncológicas.
- Si bien globalmente el acceso a Cuidados Paliativos a lo largo de todo el país se ha triplicado en los últimos 10 años, quedan aún departamentos como Tacuarembó, Canelones, Cerro Largo y Artigas que solo alcanzan al 20 % de la población objetivo. Esto se acompaña de peores condiciones de trabajo para los equipos del interior, que muchas veces tienen que asistir pacientes sin recursos humanos suficientes, mal remunerados o sin el equipamiento adecuado, como se refleja en los datos reportados por el MSP de 2019. Este año termina con un logro muy importante como es la media sanción en el parlamento de la Ley de Cuidados Paliativos, pero no podemos olvidar que aún queda mucho por hacer para mejorar las condiciones de trabajo de los paliativistas, sin lo cual no podremos alcanzar una medicina paliativa de calidad para nuestros pacientes.
Dra. Maisa Olivera
Pediatra
Paliativista
- Integro un equipo de Cuidados Paliativos Pediátricos (CPP) en una mutualista del interior del país hace 4 años. Por esa época cuando hablaba de Cuidados Paliativos (CP) las personas escuchaban con asombro o ceño fruncido como diciendo «y eso qué es? «. A lo largo de estos años, la difusión de los CP en la prensa y en las propias instituciones por los equipos de CP, pero sobre todo a través de la asistencia a nuestros pequeños pacientes y familias, es que nuestros colegas médicos y no médicos han conocido el trabajo y el cómo se realiza. Comenzando a entender así de qué se tratan los CP, deviniendo en mayor aceptación dentro de los equipos de salud.
- La derivación a CPP es aún insuficiente y muchas veces cuando la enfermedad es ya avanzada. La derivación tardía hace que los equipos de CP y familias perdamos oportunidades de conocernos, entablar una relación donde sepamos al detalle los valores de ese núcleo familiar, las características personales y las necesidades no sólo físicas sino también sicológicas y espirituales de esas personas, relevantes en la toma de decisiones cuando las situación de salud del paciente se complejiza. Tempranamente al momento del diagnóstico de una condición de salud pasible de CP (condición que amenaza la vida y pone en riesgo la supervivencia de un niño), a nivel familiar se activan una serie de mecanismos de afrontamiento de tenor sicológico, social y logístico en la dinámica de ese grupo para dar soporte a la situación. Desde ese momento el acompañamiento por el equipo de CPP es de beneficio, colaborando en la elaboración familiar de la situación, acompañado el duelo por la pérdida del bienestar del paciente y familia, y ayudando en la elaboración mental y preparación para los futuros escenarios posibles. Esto hace que en momentos críticos la toma de decisiones sea menos difícil para el equipo de salud tratante y familia, porque ya nos anticipamos o al menos estamos más claros en lo que puede pasar y la postura a tomar.
- Nuestros pacientes frecuentemente requieren de múltiples especialistas, viajes a la capital por interconsultas, estudios diagnósticos e internaciones lejos de su hogar. Para los equipo de CP del interior y los especialistas ha representado un desafío (sobre todo durante la emergencia sanitaria por covid-19) mantener reuniones de discusión vía «zoom», y una relación colaborativa en el seguimiento y tratamiento de estos niños. En nuestra experiencia ha sido de gran beneficio para los pacientes, pero también para los profesionales e instituciones de salud involucradas ya que ha determinado menos viajes, optimización de los recursos y adecuación de los tratamientos mediante acciones coordinadas. Vemos receptividad y aceptación de los especialistas involucrados cuando logramos la asistencia conjunta pero aún queda mucho por hacer para lograr la integración formal de los CP a las distintas especialidades involucradas en la atención de nuestros niños. Para terminar, decir que la implementación de una Red Nacional de Cuidados Paliativos facilitaría la continuidad de la asistencia paliativa de calidad para nuestros pacientes del interior.