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«De José Pedro yo tengo una larga amistad y un recuerdo casi de familia.
El padre de José Pedro, que tenía campo en Aiguá, frecuentaba mucho Rocha y era amigo
entrañable de mi abuelo, que también era estanciero y estaba siempre en la casa del
abuelo en Rocha, o estábamos en distintas reuniones donde el viejo concurría con los
gurises. En esa etapa yo no conocía a José Pedro, porque él estaba estudiando. Conocí
también a sus hermanas, una familia muy longeva. Me encontré con su hermano cuando me
fui a vivir a Shangrilá. Era uno de los viejos amantes de Aiguá. Los padres y la familia
no tenían campo allí pero él iba a Aiguá a casa de unos conocidos a sentarse a mirar
los campos para recordar los años en que la familia está asentada allí. Cuando conocí
a José Pedro, en Montevideo, si bien no era mucha la diferencia de edad, en ese momento
lo parecía. Cuando estuvimos en la Juventud Socialista fuimos a verlo a José Pedro para
pedirle que fuera a dar una conferencia.
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Pablo Cardoso, hijo de José Pedro,
sostiene que "esta foto es una verdadera síntesis de lo que fue su vida". Pocos
días antes de partir rumbo a Londres para estudiar las avanzadas leyes de medicina social
de ese país, el hostórico dirigente se reunía con pobladores de Salto.
"En ese momento se sintetizan el médico, el parlamentario y el
político", explica el familiar. |
Ya era pelado y cuando se apareció con su túnica blanca nos pareció una figura
imponente. Pero además de eso yo diría que José Pedro fue un hombre en toda la
extensión de la palabra. Consecuente con él, con sus ideas, con su Partido, con los
sectores de menores ingresos y con una tarea en su profesión que requiere una vocación
muy entrañable para poder realizarla. Por mi actividad y por mi trabajo estuve muchas
veces en el Vilardebó y realmente el panorama que se presentaba en la interna requería
de fuerte presencia de ánimo para estar allí trabajando todo el día. José Pedro lo
hizo y en determinados momentos tuvo dificultades en la administración, los problemas que
continúan dándose en Salud Pública. José Pedro apechugó contra lo que era la
organización del hospital, con gran tenacidad, propia de él, y además dedicando mucho
tiempo a la remodelación. Algún profesor decía que el que trabaja con locos se
dementiza, pero la verdad es que José Pedro siempre tuvo una claridad de pensamiento
formidable. Desde el punto de vista ideológico yo lo afilio un poco al pensamiento de
Juan B, Justo, el fundador del socialismo argentino, que dejó la profesión de médico
para dedicarse a los temas políticos, porque decía que los problemas del hospital no se
arreglaban yendo todos los días a tratar y atender a los enfermos sino que había que
luchar por el socialismo para hacer las transformaciones necesarias en la sociedad. José
Pedro no abandonó la profesión pero sí se incorporó de una manera muy activa a la
lucha. En la etapa en que yo estuve en el Partido estuve muy cerca de él en la actividad
diaria. Nos acompañaba en las pegatinas que realizábamos los jóvenes para el Partido.
En aquel entonces todo se hacía a esfuerzo personal y militancia y él nos acompañaba en
las caminatas nocturnas. Esta afiliación que yo establezco con Juan B. Justo, es porque
pienso que mucho de lo que él planteaba estaba en la raíz misma de lo que es Teoría y
práctica de la historia, del socialista argentino, un libro muy significativo en su
tiempo, que incluso impresionó a Jean Jaurés cuando estuvo en Buenos Aires y en
Montevideo y que fue traducido al francés en aquel entonces por iniciativa del propio
Jaurés. Cardoso había adoptado a Justo en lo que a filosofía se refiere, al realismo
ingenuo de resolver los problemas concretos y ver la vida y asimilarla con los sentidos y
de manera directa. En su militancia fue siempre consecuente.
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Senador Reynaldo
Gargano y diputado Carlos Pita. |
Desde la etapa estudiantil, donde en este país había una lucha antiimperialista muy
marcada. José Pedro fue un hombre que luchó y ejerció una activa militancia
antiimperialista, sobre todo en la etapa de las repúblicas bananeras que, dicho sea de
paso, no han cambiado tanto. Con la misma fuerza con que lo sentimos cuando se inauguró
la estatua de Sandino, esa era la misma fuerza que tenía cuando era muchacho y hablaba
del imperialismo. Tal vez en este momento sería muy importante que estuviera en medio de
esta crisis surgida como resultado de la concentración y desarrollo del capital
financiero y las multinacionales, se precisaría a un hombre de la talla y la autoridad de
José Pedro para plantear las soluciones para el país subdesarrollado. Uruguay tiene en
sus políticos de antes y de ahora, figuras que como Cardoso luchan por soluciones que
tienden a plantear otro proyecto de país. En el campo estudiantil, ya él había
participado en todas las actividades por la reforma de Córdoba que encendió el ambiente
estudiantil latinoamericano. Y en las posteriores, que fueron hitos importantes. Creo que
el Sindicato Médico del Uruguay hace bien en rendir homenaje a Cardoso, como médico,
como luchador social y como un hombre que nunca rehusó asumir los compromisos más
difíciles frente a la coyuntura que tuviera el país. Del mismo modo, cuando la
dictadura, él estaba internado en el CASMU cuando lo fueron a buscar y fue uno de los que
encabezó las conversaciones con los militares y todo esto lo ejerció con una hombría de
gran prestancia. Era, como decía Unamuno, 'todo un hombre'. Creo que el homenaje es una
acto de justicia, pero sobre todo un ejemplo para los médicos y para la gente joven
frente a la coyuntura que vive el mundo con la crisis del sistema capitalista que no se va
a resolver inmediatamente. Un recuerdo especial». |