ADVERTENCIA: El recurso que está visitando fue creado hace mucho tiempo y no ha sido revisado recientemente. Se mantiene como acervo de la Institución pero tenga en cuenta que puede contener información no relevante o desactualizada.
Montevideo,
3 de marzo de 1999
Compañeros responsables de la
Comisión de Publicaciones
de la revista Noticias
Comisión de Ética Médica
Presente
Estimados colegas les escribo una vez más para solicitarles se haga público por intermedio de la revista Noticias y se discuta en la Comisión de Ética el siguiente hecho.
Es sabido que existe un reglamento de ética médica y que no es ninguna proeza cumplir con el mismo sino simplemente un deber. Sabemos también que lamentablemente no siempre es así y Don Dinero impera obligando a algunos colegas a incumplirlo con sutileza.
Comprendo claramente que los médicos somos muchos y que nadie puede meter la mano en el bolsillo ajeno. Me refiero al valor monetario que tiene el tiempo que se emplea en tratar a los pacientes, aunque sean médicos, en particular en algunos procedimientos.Obviamente no estoy de acuerdo con aplicar una ley de talión o de trueque relativamente mediato frente a cada acto realizado en un colega, pero sí en incentivar públicamente este tipo de actos para promover al cumplimiento del código y diseminar la tranquilidad al resto del gremio en caso de solicitar servicios de sus pares.
Soy un fervoroso partidario de premiar los pequeños y simples buenos actos, como por ejemplo la asiduidad, la responsabilidad, el cumplimiento de la ética, etcétera, y no sólo enviar notas o juzgar en caso de incumplimiento de los deberes de la profesión.
Existen varios colegas para destacar pero en particular deseo resaltar por segunda vez al Dr. Gustavo Katz, médico ginecólogo y obstetra.
Este colega, que no es compañero de generación y nuestra relación se inició en el primer embarazo de mi esposa, no pasando al terreno personal por mi poca habilidad de cultivar las amistades y por las ocupaciones de ambos, me ha realizado por segunda vez la tal gauchada. No sólo llevó todo el control del embarazo dedicándole todo el tiempo del mundo a las «inquietudes» de mi compañera inherentes a su estado, al igual que lo hace con otros pacientes, sino que lo hizo sin cobrar la orden correspondiente. Antes del término se le formuló la pregunta correspondiente sobre sus honorarios y nuevamente la respuesta fue la misma aludiendo al código de ética médica.
Este hombre no sólo manifiesta su actitud honoraria sino que la cumple y con creces. Por segunda vez al llamado de mi esposa (porque yo no me encontraba en la capital), acudió casi instantáneamente y se instaló las 24 horas hasta el nacimiento de mi cuarto hijo a las 4.02 a.m. No sólo cumplió con su deber de médico junto a su paciente sino que acompañó moralmente a mi esposa dado que el viaje de retorno me tomó hasta después del nacimiento por una justificada cesárea.
No cualquiera pasa honorariamente una noche entera fuera de su casa por un familiar de un colega y menos en un festivo diciembre, 29 para ser más preciso, y retornar en la mañana para hacer los controles del caso. A él públicamente muchas gracias.
Por los motivos expuestos deseo se haga público este acto, el cual me enorgullece de pertenecer al gremio médico donde existen hombres como éste, para honrarlo y que cunda el ejemplo.
Saludando muy atentamente,
Dr. Antonio Stankevicius
Socio Nº 6481