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La contaminación cobra millones de víctimas al año
«Es tiempo que el SMU tome posición sobre la temática ambiental»
La Sociedad de Ecología Médica Social (Considerando) se dedica a divulgar y promocionar la medicina ambiental con acciones nacionales e internacionales. Noticias dialogó con su presidente, el Dr. Dámaso Tort, quien comentó las acciones más urgentes que en la temática ambiental reclaman hoy una toma de conciencia por parte del cuerpo médico.
por Ana Marta Martínez
Paralelamente a los agentes biológi- cos (parásitos, bacterias y virus) y químicos (tóxicos) del ambiente, que tienen la potencialidad o ca- pacidad efectiva de actuar nocivamente sobre el sujeto, existen una serie de elementos, factores y condiciones físicas que integran el clima, la atmósfera y el entorno en general que nos rodea (calor, frío, electricidad, ruidos, radiaciones, etcétera) con una capacidad patógena igual o mayor que los primeros. El estudio del hábitat y en especial la influencia sobre la salud integra el objeto de la Ecología Médica. Para Tort, si la medicina adopta estos principios ingresará en una nueva dimensión que más allá de ser otra especialidad o asignatura, es una «nueva visión que atraviesa horizontal y corporalmente a toda ella como esencia de la profesión médica que hace a su suprema identidad con el ser humano: la custodia y guarda del principio de vida».
Vincent Van Gogh: «Cuervos sobre
un campo sembrado» (1890)
«Ampliar la base social de los médicos»
«A nivel nacional trabajamos haciendo charlas y conferencias de apoyo a las ONG's ambientalistas, tareas directas con la comunidad y participación con otras sociedades médicas o con el propio SMU. Hoy estamos instrumentando la posibilidad de formar y capacitar dirigentes sindicales del PIT-CNT en el área de medicina de trabajo y medio ambiente para poder aumentar su grado de decisión en estos temas». En cuanto al Sindicato Médico, Tort sostiene que «ya es tiempo que genere una declaración que posicione la temática ambiental y su relación con la parte humana. Esto supera un tema puntual y debe ser tomado como institución e incorporado a los principios que rigen al SMU». Pedir que este tema sea debatido será la primera solicitud que planteará la SEMS al nuevo Secretariado Ejecutivo. En segundo término se solicitará que el Sindicato estreche las relaciones con las organizaciones ambientalistas que muchas veces carecen de recursos y a los médicos les permitiría vincularse directamente con la comunidad.
Para Tort, esto permitiría al gremio médico incrementar su «presencia social ya que hoy día estamos soportando una 'embestida baguala' contra la profesión médica y para enfrentar estas presiones de grupos económicos es capital ampliar la base social vinculándonos a organizaciones que tienen una relación directa con la comunidad».
En cuanto a esto explicó que, por ejemplo, se creó una usina de eliminación de residuos hospitalarios que originó una situación de enfrentamiento entre la comunidad, la IMM y el Ministerio de Vivienda y Medio Ambiente y allí «lamentablemente, no hubo ningún médico que haya sido consultado». La SEMS solicitó dar una opinión pero «no fuimos tenidos en cuenta y a nivel del SMU tampoco esta marginalización fue puesta en tela de juicio». Recordó que el tema de residuos hospitalarios es «eminentemente médico» pero se ha saldado a través de consultores de corte «ingenieril».
Tort exhortó a los médicos a que, a pesar del multiempleo, se integren a estas actividades ambientalistas. Sostuvo que algunas proyecciones estiman que las ONG's llegarán a tener un peso similar al de los partidos políticos. También informó que la SEMS solicitó una entrevista con el decano de Medicina para plantearle la necesidad de que la temática ambiental integre el currículum de la carrera para que «la formación médica adquiera una nueva visión» y posteriormente se cree un posgrado en la materia. De esta manera aquellos interesados podrían especializarse y se recuperarían espacios hoy ocupados por otros profesionales. Calificó esto como una «necesidad imperiosa» y citó como ejemplo que hoy el representante e interlocutor académico para la OPS en el tema de medicina ambiental pertenece a la Facultad de Ingeniería, «es algo paradójico» recalcó.
«El conocimiento ambiental y la clínica»
Según Tort, en las próximas décadas los fenómenos de los cambios climáticos, la contaminación atmosférica y los trastornos del ambiente tendrán una influencia tan significativa en la población que provocarán millones de víctimas de muertes a nivel planetario.
Por esto es necesario, explicó el Dr. Tort, «prepararnos desde el punto de vista médico para enfrentar la situación informándose y capacitándose en la misma y a partir de organizaciones médicas nacionales e internacionales tratar de generar un cambio global de comportamiento y de actitud». Tort abundó en referencias a numerosos estudios que dan cuenta de que el cáncer de piel, las epidemias de cólera o el estallido de dengue están relacionados con los cambios climáticos. Más específicamente se refirió a un estudio de World Resources Institute que globalmente estima que una de cada cuatro muertes o enfermedades en el mundo se debe a problemas de este tipo. Pormenorizó luego algunos de los resultados: cerca de cuatro millones de niños mueren al año en el mundo a causa de enfermedades respiratorias agudas debidas a la contaminación del aire; infecciones respiratorias como la malaria causan 17 millones de muertes año; se estima que unos cinco millones de personas se envenan al año por pesticidas en los países desarrollados; más de 100 países, todavía usan gasolina con plomo; las tasas de asma van en aumento en el mundo industrializado, y en los últimos 20 años han aumentado un 50%.
«¿Qué rama de la medicina -se preguntó Tort- se va a hacer responsable de diagnosticar y tratar estas situaciones?». Sostuvo que un número creciente de pacientes sufre reacciones irreconocibles (idiopáticas) relacionadas con el medio ambiente por el Síndrome Químico Múltiple (SQM). Aunque como patología se habla de ella desde los años 50, es un nuevo diagnóstico como lo fue el lupus y otras patologías, pero en la que aún no se han esclarecido sus mecanismos.
Los pacientes con SQM se quejan de fatiga, pérdida de memoria, cambios de humor entre otras cosas. «El SQM -enfatizó- no es más que la punta del iceberg, que oculta los efectos nocivos para la salud de los tóxicos que producimos y que se vierten permanentemente al ambiente. Últimamente los cambios atmosféricos planetarios se han difundido ampliamente, pero no se conocen muy bien los efectos específicos que tendrán éstas y otras alteraciones del medio ambiente en el ser humano».
A nivel internacional la SEMS, sociedad pionera en América Latina, propicia el desarrollo de sociedades hermanas, organizaciones médicas ambientales, generación de cursos, formación profesional y llama a participar de los congresos que tengan relación con el tema. «Ya se ha acumulado suficiente información sobre las toxinas del medio ambiente y la conclusión global con todos los estudios en la mano, deja bien claro que ya hemos comenzado a sufrir las consecuencias de la contaminación que nosotros mismos producimos. Este conocimiento es necesario que se comience a aplicar en medicina clínica. No existe ninguna especialidad médica que no deba aplicar los principios del medio ambiente, de ecología o de toxicología a sus pacientes», concluyó el Dr. Tort.
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