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Médicos uruguayos integran misión sanitaria a Honduras

Vientos de solidaridad


Profesionales de la salud y el área social viajarán a Honduras el próximo 12 de abril, como primer contingente de una misión solidaria con las víctimas del huracán Mitch. Los jóvenes técnicos y estudiantes universitarios respondieron a un llamado de la Asociación Cristiana de Jóvenes, el Sindicato Médico del Uruguay y la Federación Médica del Interior. Atenderán durante un mes a más de 20 comunidades de las zonas selváticas de Marcala y Taulabé.
El segundo grupo partirá el 5 de mayo.
por Ana Marta Martínez y Armando Olveira

 

Cuentan los meteorólogos caribeños que una tormenta tropical gana el apelativo cuando sus vientos superan los 70 kilómetros por hora. Para convertirse en ciclón, sus ráfagas deberán superar los 120 kilómetros. Pero, para recibirse de huracán habrá evolucionado por encima de los 200 kilómetros hasta llegar, en casos extremos, a 300 kilómetros por hora.

Tal es el caso de Mitch, el furioso meteoro nacido como depresión tropical en las costas de Colombia la mañana del 22 de octubre. Creció en intensidad hasta superar los 270 kilómetros por hora al ingresar en costas centroamericanas. Entre el 26 y 28 de octubre, el violento fenómeno devastó Nicaragua, Honduras, El Salvador y Guatemala.

De acuerdo con su evolución, Mitch alcanzó los 136 k/h (Categoría 1) en el Caribe; los 248 k/h (Categoría 5) en territorios hondureño y nicaragüense; los 180 k/h (Categoría 3) en su paso por El Salvador y Guatemala, y se transformó en leve tormenta tropical (65 k/h) cuando salió por Chiapas para perderse por la bahía de Campeche, en México.

La Cruz Roja estima que la furia del huracán más destructor de la historia dejó 10 mil muertos, 25 mil desaparecidos, casi cinco millones de damnificados y pérdidas totales por cinco mil millones de dólares en los cuatro países centrales del istmo.

En El Salvador hubo más de 239 muertos, 300 desaparecidos y más de 100 mil damnificados; mientras que en Guatemala, según el gobierno, se registró un total de 250 fallecimientos, 500 desapariciones y 80 mil evacuaciones. También hubo nueve muertos en México y tres decesos en Costa Rica, Panamá y Jamaica, las zonas menos afectadas de la región.

En Nicaragua fallecieron 3.800 personas, desaparecieron más de tres mil y quedaron aisladas más de un millón de personas. Mitch destruyó 80% de la modesta red vial nicaragüense y hasta provocó el derrumbe del simbólico volcán Casitas, sepultando un número desconocido de habitantes. Las pérdidas materiales superaron los mil millones de solares.

Un siglo perdido

Honduras, la nación donde los voluntarios uruguayos desarrollarán una misión solidaria, fue la más afectada por la furia de Mitch. Allí murieron 7.500 personas, desaparecieron más de 11 mil y resultaron damnificadas dos millones y medio. El fenómeno destruyó el 90% de los puentes sobre ríos y arroyos y el 80% de la infraestructura total del país.

El cónsul hondureño, Luis Ramón Ortiz, subrayó que «en apenas dos días fueron destruidos 50 años de trabajo que necesitarán de otros 50 de reconstrucción». Explicó que «por efecto de los vientos y la subida del agua no hubo departamento ni población que no haya sufrido alguna desgracia. Ciudades enteras aisladas, poblaciones sumergidas, comunidades sepultadas por el lodo».

«Honduras vive hoy en estado de catástrofe. A pesar de las dificultades, hasta el día antes se había logrado ingresar en un proceso de crecimiento. A tal punto que en los últimos años la tasa productiva se incrementó hasta el 6% del PBI, con ciudades en pleno desarrollo, como San Pedro Sula, Trujillo, La Ceiba y la propia capital Tegucigalpa. Se había logrado la transformación de antiguas poblaciones en centros de producción agropecuaria, ganadera e industrial, y Tegucigalpa se fortalecía en áreas comerciales y artesanales. También crecía el turismo a partir de la política de parques nacionales y reservas arqueológicas mayas», recordó Ortiz.

A la tradicional producción de la histórica «Chiquita banana», una variedad muy solicitada en todo el mundo de esa fruta, se sumó el coco para aceite y la frutihorticultura.

En el golfo de Fonseca se encuentra Trujillo, la capital pesquera del país, una de las menos afectadas por el huracán, con una excelente producción camaronera.

«Desde mediados de los '80 se consolidó un proceso que permitió el recambio de seis presidentes democráticamente elegidos, algo no común en la región. El día antes, Honduras era un país que estaba en pleno crecimiento, social, político, económico e institucional... pero luego del desastre ha retrocedido un siglo. Actualmente, el gobierno hondureño está a punto de culminar la etapa de emergencia extrema (hasta abril) y se apronta para iniciar la de reconstrucción, con ayuda de la increíble solidaridad internacional».

Ortiz señaló: «Soy testigo personal de la preocupación uruguaya. Medio centenar de familias se ofrecieron para adoptar niños hondureños que quedaron huérfanos. Fue el primer país sudamericano que asistió a Honduras con medicinas, alimentos y ropas y hasta con una planta potabilizadora de OSE en Choluteca, lo que evitó la multiplicación de enfermedades provocada por la contaminación de las aguas».

«En ese contexto humanista debe ser colocada la iniciativa de la Asociación Cristiana de Jóvenes, el SMU y la Femi. Una experiencia muy bien coordinada, con absoluta responsabilidad técnica y administrativa y un alto grado de desprendimiento por parte de jóvenes cuyo idealismo hace que me sienta orgulloso de ser latinoamericano», concluyó Ortiz.

La misión solidaria

La idea de una misión solidaria a Honduras surgió del contacto de la Asociación Cristiana de Jóvenes de Montevideo con su similar de Tegucigalpa y con el cónsul. «No fue difícil transmitir la necesidad de trabajadores sociales y de la salud que tienen vastas zonas afectadas, sobre todo rurales», enfatizó Ortiz.

El director de Servicios Metropolitanos de ACJ, José Verrastro, recordó que la institución «había enviado algunos paquetes con alimentos, ropas y medicinas, algo que parecía insuficiente para tantos problemas. Fue entonces que ofrecimos lo más rico que tiene nuestro país, nuestra gente. Simultáneamente nos pusimos en contacto con el SMU, el que también estaba buscando una forma de solidarizarse con las víctimas del huracán. Rápidamente nos pusimos de acuerdo, unimos esfuerzos y creamos la misión».

En su doble papel de dirigente del SMU y profesional de la Asociación Cristiana de Jóvenes, el Dr. Carlos Montejo será coordinador del primer contingente, que partirá el lunes 12 de abril. Afirmó que «la inquietud del gremio ya se había manifestado a través de comunicaciones telefónicas y por correo electrónico anunciando la posibilidad de ayuda. Al principio se había optado por un socorro económico, a través de la Cruz Roja, pero luego se prefirió coordinar una misión sanitaria y social con voluntarios que trabajarán en comunidades rurales de Honduras, sin dudas las más afectadas por el drama».

Montejo reconoció que los brigadistas de la salud «están tratando de aprender cómo se lleva adelante un trabajo de este tipo, ya que es la primera vez, en medio siglo, que el Sindicato Médico compromete su participación en una misión solidaria».

«En los '40, el gremio participó en representaciones gubernamentales que asistieron a los damnificados del terremoto de San Juan (Argentina) y luego por un sismo que destruyó Managua, pero nunca había coordinado una tarea solidaria con otras organizaciones no gubernamentales», agregó Montejo.

La coordinadora por el SMU, del segundo contingente, que partirá el 5 de mayo, la bachiller Claudia Romero, recordó que la iniciativa es respaldada por la Cruz Roja Uruguaya, Facultad de Medicina, MSP, Asociación Odontológica del Uruguay y el Colegio de Enfermeras del Uruguay.

«Los médicos seleccionados para viajar que trabajan en el MSP y la facultad tendrán licencia con goce de sueldo. Para el caso de los practicantes hay algunos detalles que hemos cuidado de coordinar con el Colegio Médico de Honduras, ya que no podremos ejercer sino solamente colaborar con los profesionales».

Por ese motivo, fue enviada una lista de los médicos seleccionados para que el Ministerio de Salud de Honduras autorice el ejercicio en las zonas seleccionadas.

Médicos, odontólogos, enfermeros, practicantes y trabajadores sociales

La misión solidaria estará integrada por médicos, odontólogos, enfermeros, practicantes, asistentes sociales y educadores que realizarán una tarea honoraria apoyada. Los voluntarios de la ACJ, SMU, Femi, Asociación Odontológica y Colegio de Enfermeras del Uruguay viajarán en una línea aérea internacional hasta Miami y de allí en vuelo de bandera hondureña hasta Tegucigalpa y las zonas afectadas. No recibirán paga, pero contarán con una cobertura de primera línea a partir de un convenio con la tarjeta Master-Card.

«El trabajo se desarrollará en 20 comunidades rurales ubicadas a 140 kilómetros de Tegucigalpa, donde viven más de 6 mil personas, en su mayoría niños, en condiciones infrahumanas según los parámetros internacionales», anotó Montejo.

Los contingentes tendrán un amplio radio de acción dentro los departamentos de Comayagua y La Paz, con centros de operación en las localidades de Marcala y Taulabé.

«El principal objetivo es la promoción y prevención de la salud en poblaciones que van de los 200 a 400 habitantes», reconoció.

Para Claudia Romero «se prevén dificultades severas, si se tiene en cuenta que las comunidades carecen de agua potable, electricidad y comunicaciones. Además se han quedado sin centros sanitarios y educativos».

La directora del Programa Social de la ACJ, Renata Ferrari, coordinadora general del emprendimiento solidario, partirá con destino a Honduras el 5 de abril, una semana antes que el primer contingente.

«Nuestra tarea es ajustar los detalles del viaje y responsabilizarnos por lo que ocurra allá, en forma conjunta con los dos coordinadores del SMU, Carlos Montejo y Claudia Romero. Como responsable logística, permaneceré en territorio hondureño los dos meses que dure la misión. Mi tarea es prever el itinerario de zonas que se visitarán, facilitarle la vida al equipo médico y social, controlar todos los aspectos de la prevención y supervisar que se vayan cumpliendo los objetivos propuestos».

Esos objetivos consisten en un diagnóstico de la situación sanitaria de las poblaciones atendidas y la capacitación de los promotores comunitarios de la salud que continuarán el trabajo de los uruguayos luego del regreso.

«Habrá cursos especiales de utilización de un botiquín sanitario, paralelamente a la atención de los casos que se registren en una zona de influencia selvática tropical», sentenció.

Como ejemplo informó que Marcala es la única comunidad rural de la zona que posee un teléfono para tres mil habitantes. «Sólo recibieron visita médica en enero pasado, cuando fueron enviados del Ministerio de Salud de Honduras o de alguna organización no gubernamental. Por ello es fundamental que el trabajo se oriente a la formación de agentes de la salud, al fortalecimiento de las propias comunidades y a la docencia que los educadores hagan en temas socio-sanitarios».

Entrenamiento multidisciplinario

Los cuarenta brigadistas comenzaron el miércoles 3 de marzo un riguroso entrenamiento físico, médico y antropológico, previo al viaje hacia a la zona de desastre.

En la primera etapa de preparación previa también trabajan los profesores de educación física de la ACJ, Fernando Mallo y Miguel Velora. «El entrenamiento físico es una de las partes principales de la tarea previa, ya que los voluntarios se encontrarán con un dificultoso campo de acción. Aprendemos a escalar, resistir largas caminatas, nadar y hasta cabalgar».

La segunda parte es una puesta a punto socio-sanitario, a cargo de la Facultad de Medicina y la OPS. «Se elaboró un programa de puesta al día dirigido a los médicos, practicantes, odontólogos , enfermeros y trabajadores sociales. Se trata de temas de prevención personal y colectiva para afrontar condiciones que serán muy desfavorables», explicó.

La tercera, considerada «fundamental» por los responsables, está a cargo de antropólogos de la Facultad de Humanidades, encargados de una puesta a punto sobre las culturas con las que convivirán los brigadistas.

Honduras tiene una mayoría de población mulata e indígena con culturas y tradiciones muy distintas a las conocidas en nuestro país. «Por ese motivo, se nos está instruyendo sobre la mejor forma de interactuar con los habitantes locales. No realizar esta tarea de información significaría, sin dudas, perder buena parte de la eficacia de la misión solidaria», explicó.

La prevención sanitaria de los brigadistas corre por cuenta de OPS y MSP. «Es obligatorio cumplir con requisitos profilácticos, como recibir vacunas contra hepatitis A y B, antitífica, fiebre amarilla y tomar cloroquina desde dos semanas antes de la partida y durante el tiempo que dure la misión».

Un aspecto novedoso de la formación previa fue un simulacro de campamento realizado el sábado 20 y domingo 21 en el campamento Artigas de la ACJ, ubicado en Colonia. «No son exactamente las condiciones que vamos a enfrentar en Honduras, pero servirá para afianzar el grupo y salir de la comodidad de nuestras casas», concluyó Ferrari.

Situación sanitaria

La Asociación Cristiana de Jóvenes de Honduras presentó a los brigadistas uruguayos un informe sobre la situación sanitaria que enfrenta la zona donde permanecerán en abril y mayo. De acuerdo a ese trabajo, se obtuvieron datos sobre las enfermedades más comunes:

  • Infecciones respiratorias agudas, catarro común, faringitis, streptócica y faringo amigdalitis; en menor escala, neumonías.
  • Enfermedades diarreicas de carácter viral, parasitarias y, en menor escala, bacteriales.
  • Carencias nutricionales, sobre todo desnutrición proteico-calóricas en todos sus grados.
  • Dermatomicosis, tiña, pedis, capitis.
  • Asma bronquial y enfermedad pulmonar obstructiva crónica.
  • Cefaleas, artritis reumatoidea, enfermedad ácido péptica, infecciones del tracto urinario.

Un campo lleno de dificultades

La asistente del rectorado de Facultad de Medicina, Dra. Emilia Carlevaro, es la encargada de instruir a los brigadistas sobre aspectos académicos de la misión. En su primera exposición admitió que «la formación uruguaya no es la más idónea para actuar en condiciones extremas como las que presenta la selva hondureña. La zona tiene alta incidencia de patologías infecciosas inexistentes en nuestro medio y problemas sanitarios anteriores al Mitch, falta de agua potable, de tratamiento de basura, excretas y proliferación de vectores».

Subrayó que «es imposible realizar campañas de vacunaciones si no se garantiza una cadena de frío sin energía eléctrica; hay dificultad para estudios paraclínicos e inexistencia de farmacias que posibiliten tratamientos».

Carlevaro destacó la «inexistencia de infraestructura de comunicaciones (teléfono, correo electrónico) y la imposibilidad de usar medios educativos como soporte de instrucción en medidas de promoción y prevención primaria, tales como videos, diapositivas, transparencias. La situación se vio agravada por las minas antipersonales arrastradas desde El Salvador a causa de las inundaciones».

Consideró «básico» la consulta con OMS/OPS y equipos médicos que hayan actuado en regiones similares (cuerpos de paz, Médicos sin Fronteras, Cascos Blancos). «La brigada llevará consigo el mayor número de insumos diagnósticos y terapéuticos posibles», aclaró.

Carlevaro puso especial énfasis en «la necesidad de respetar al máximo las medidas preventivas indicadas, vacunaciones (DT, antisarampionosa, antiamarílica, hepatitis A y B), quimioprofilaxis, cuidados con alimentos, bebidas y protección frente a vectores».

En su exposición reiteró la «necesidad de llevar ropas adecuadas, claras, de algodón, manga larga y calzado protector (botas, botines). Es fundamental llevar insecticidas, repelentes y mosquiteros y mantener una fuerte cohesión y disciplina dentro del grupo».

Recomendaciones prácticas

El Dr. Roberto Salvatella, en representación de OPS, aportó una serie de recomendaciones para evitar la transmisión y contagio de enfermedades endémicas en la zona de desastre.

Paludismo. Riesgo elevado todo el año, 95% por Plasmodium vivax y 5% por Plasmodium falciparum. Se recomienda quimioprofilaxis con cloroquina desde dos semanas antes, manteniéndola durante la estadía y concluyéndola cuatro semanas después del retorno.

Cólera y otras enfermedades de transmisión hídrica. El «agua potable» de las zonas afectadas posee menos calidad que la uruguaya y debe ser considerada como «agua entubada» no apta para ser bebida. Tomar en cuenta el riesgo de los cubitos de hielo.

Enfermedades transmitidas por alimentos. Existen múltiples ETA's, por lo que se recomienda no consumir: alimentos preparado y vendidos en vía pública; alimentos crudos y semicocidos; mariscos; platos típicos; leche cruda; quesos artesanales. La vacunación contra Hepatitis A debe darse un mes antes de la partida.

Enfermedades transmitidas por vectores. Honduras es zona activa de transmisión por mosquitos: dengue, malaria y encefalitis virales. Otros insectos (jejenes, flebótomos) pueden transmitir: leishmaniasis cutánea y filariasis. La OPS aconseja usar repelentes con N-diethyl-m-toluamida, no exponerse a la intemperie en horas del crepúsculo y evitar depósitos inútiles de agua cerca de los alojamientos.

Otras recomendaciones. No caminar siempre descalzo (anquilostomiasis); evitar contacto con perros por la rabia endémica; en caso de dormir en la selva debe llevarse mosquiteros; no dormir en ranchos o emplear repelentes e insecticidas contra vinchucas. Honduras sufre Mal de Chagas endémico.

En Mayo En Abril
  • Beatriz Sainz
  • Andrea Plevak (pediatras)
  • Susana Rodríguez
  • Javier Malet
  • Halina Kruk (generales e internistas)
  • Malena Barrios
  • Cecilia Di Biase
  • Antonio García
  • Ana Fernández
  • Gabriela Miranda
  • Pablo Paniza (practicantes)
  • Jacqueline Chabenau
  • Gabriela Fernández
  • Javier Gancio
  • Patricia Scaron (ACJ)
  • José Silveira
  • Aldo Pomar (enfermeros)
  • Renata Ferrari (Coord. ACJ)
  • Claudia Romero (Coord. SMU)
  • Gustavo Altier (sanitarista)
  • Carolina Talasimov
  • Leandro Sánchez
  • Virginia Perdomo (pediatras)
  • Alejandra Díaz
  • Enrique Pizzanelli
  • Patricia Antón (generales e internistas)
  • María Noel Boulay
  • Ernesto Ferreira
  • Mónica Farías
  • Juan Paulo
  • Mariana Más
  • María José Servioli (practicantes)
  • Enrique Cal
  • Diego Cabrera
  • Virginia Rodríguez
  • Silvia Guber (ACJ)
  • William Ruiz
  • Karina Rodríguez (enfermeros)
  • Marcela Camaño (odontóloga)
  • Renata Ferrari (Coord. ACJ)
  • Carlos Montejo (Coord. SMU)
Un médico cada 3.000 habitantes
Los brigadistas uruguayos encontrarán un país con 73% de la población por debajo del límite de la pobreza, situación agravada por la destrucción que provocó Mitch.

Datos de 1990 revelan la existencia de un médico cada 3.000 habitantes y una mortalidad infantil de 73 por mil. Una sequía de principios de la década provocó que un millón y medio de hondureños quedaran al borde de la hambruna al haberse destruido más del 60% de los cultivos. Una asistencia de 900 mil dólares de la FAO permitió desarrollar algunas regiones agrícolas declaradas en emergencia.

Previo a la conquista española, el territorio de la República de Honduras dio lugar al desarrollo de comunidades chibchas, lencas y mayas. Culturas aún hoy presentes en los sectores bajos de la nación.

De su existencia informó Américo Vespucio en 1498, pero la colonización se inició tras el arribo de Pedro de Alvarado. Honduras alcanzó la independencia de España en 1821, para formar parte del efímero imperio del general Agustín de Iturbide, gobernante mexicano, entre 1822 y 1824.

El país cuenta con una población que supera los seis millones de habitantes distribuidos en 112.090 kilómetros cuadrados. El cónsul Ortiz informó que en la primera década del siglo XXI será la nación más poblada del área, según lo proyectado por el Sistema Centroamericano. Se divide en 18 departamentos a los que se suma el disitrito capital, Tegucigalpa.

Mujer, de 30 años y buena formación
Los 30 profesionales de la salud y estudiantes del último año de Medicina que viajarán a Honduras fueron seleccionados por SMU, Femi, Asociación Odontológica y Colegio de Enfermeras del Uruguay, mediante un llamado abierto. En el caso de las gremiales médicas la exigencia básica era de edad (menores de 40 años) y de experiencia (dos años de ejercicio). «Los compañeros fueron elegidos por sorteo entre 120 postulantes, y colocados por orden de salida con sus respectivos suplentes», explicó Montejo. Los únicos seleccionados directamente fueron los coordinadores médicos, el propio Montejo y Romero.

«El requisito etario tiene que ver con las condiciones de trabajo a enfrentar, en muchos casos sumamente adversas».

Romero expresó su «sorpresa y satisfacción» por un dato objetivo que se desprende del llamado: «El 70% de los brigadistas son mujeres con una edad promedio de 30 años y buena formación médica».

«Rica experiencia médica y humana»
El pediatra cubano Leandro Sánchez es el único extranjero de la delegación uruguaya. «La gran expectativa del grupo es responder a un llamado de solidaridad con pueblos latinoamericanos que atraviesan duras situaciones de vida», opinó.

«Vamos a aprender de una cultura diferente, a practicar nuestra vocación médica y a conseguir una experiencia interdisciplinaria muy rica desde el punto de vista humano y profesional».

Dijo querer «descubrir aspectos diferentes del trabajo clínico y la formación de agentes sanitarios locales. Es algo que se ve mucho en Cuba, pero que no es tan común en las otras naciones caribeñas».

Sánchez se mostró «ilusionado con el trabajo» y reconoció que «en apenas dos meses no se le solucionará la vida a miles de hombres, mujeres y niños que sufren. Estoy seguro que haremos un aporte que será bien recibido... los propios hondureños deberán seguirlo después», finalizó.

Envíos solidarios
El Consulado Honorario de Honduras en Montevideo dio a conocer la lista de donaciones del pueblo uruguayo para las víctimas del huracán Mitch: mil kilos de medicamentos, alimentos y equipos; una planta potabilizadora UPA 300 y la misión técnica respectiva; 360 kilos de medicamentos; 200 metros cúbicos de alimentos, ropas y equipos; transferencia vía BROU por 12 mil dólares y pagos de flete por 3 mil dólares.. «Coordinación y responsabilidad»
El presidente del Colegio Médico de Honduras, Montalván Toscano, está «gra-tamente sorprendido» por «la excelente coordinación y responsabilidad técnica» de las brigadas solidarias prontas para partir hacia ese país centroamericano. «Hemos hecho un seguimiento y mantuvimos contactos con colegas uruguayos que demostraron tener una excelente organización y respeto por nuestro trabajo profesional».

Toscano se comunicó con el SMU, la ACJ y el MSP, para confirmar el nivel técnico de la delegación. «Los médicos uruguayos se han comprometido a cumplir con nuestras reglas de ejercicio; fundamentalmente, que la tarea de asistencia esté a cargo de médicos titulares en colaboración con practicantes universitarios», subrayó.

Destacó la «expectativa» que han despertado las brigadas uruguayas. «Van a trabajar en zonas aisladas, desatendidas y sin condiciones mínimas de higiene. Para esos compatriotas, la misión implicará un cambio cualitativo en sus vidas».

Vientos crueles
El Centro Nacional de Huracanes de Estados Unidos estima que en este siglo los países centroamericanos han sido atacados por más de 300 huracanes que provocaron cerca de 50 mil muertes. En la temporada '98, la Organización Meteorológica Mundial ha constatado un «grado formidable» de formación de ciclones y huracanes.

El 24 de setiembre del año pasado, por primera vez en el siglo, se formaron ocho meteoros frente a las costas del istmo: George, Daniel, Earl, Francis, Hermen, Ivan, James y Karl. De ellos, cuatro se transformaron en huracán. El mismo es un tipo de ciclón tropical con vientos en espiral que se desplazan sobre la superficie marítima y terrestre. Tiene circulación cerrada alrededor de un punto central denominado «ojo».

Los ciclones tropicales se clasifican de acuerdo con la intensidad de sus vientos sostenidos: depresión tropical (sistema organizado de nubes con una circulación definida y cuyos vientos máximos sostenidos son menores a 39 k/h, se lo considera un ciclón en formación); tormenta tropical (sistema organizado de nubes con una circulación definida con vientos de hasta 73 k/h); huracán (ciclón tropical de intensidad máxima por encima de 75 k/h, con un centro definido y presión barométrica).

SMU y Femi: misión solidaria a Honduras

La mística de la solidaridad

Una misión de acción solidaria convocada por el SMU y Femi parte en estos días hacia Honduras, país duramente golpeado por el huracán Mitch. La delegación está integrada por médicos, odontólogos, practicantes, profesores de educación física.

A propósito de esta hermosa iniciativa habla el presidente del SMU, Dr. Juan Carlos Macedo.

¿Cómo surge esta iniciativa de enviar médicos uruguayos a Honduras?

La iniciativa se concretó por una situación circunstancial, pero muchos socios del SMU, cuando sobrevino el huracán, habían enviado por e-mails su solicitud y su aspiración de que el SMU hiciera algo en ese sentido.

Habíamos enviado apoyo económico a través de la Cruz Roja uruguaya y en determinado momento surge el planteo -alentado por la Asociación Cristiana de Jóvenes de Honduras- de una misión solidaria.

Esto venía muy bien para llenar esa aspiración de colaboración que provenía de los socios y que había sido también del Comité Ejecutivo. Así fue que empezamos a concretar esta misión solidaria.

¿Con qué criterios se realizó la selección?

Se hizo un llamado en la prensa a todos los socios y médicos. La selección fue por sorteo, porque esto no es un concurso de méritos. Fue un sorteo entre socios iguales del SMU. Por lo cual el currículum personal juega sólo en las exigencias para ser inscrito en el llamado. Están todos en pie de igualdad.

Así fueron elegidos pediatras, médicos generales y practicantes. Ellos van a formar parte de un equipo que incluye enfermeras profesionales, odontólogos, profesores de educación física, asistentes sociales y personas con experiencia en recreación en comunidades. O sea que no son todos médicos. Son dos misiones y cada una estará un mes.

¿Cuál fue la respuesta?

Fue muy alentadora. Se inscribieron más de 100 socios del SMU.

¿Hay algún antecedente de este tipo en el SMU?

No hay ninguno. Para el SMU es muy importante porque es una forma de recrear, a nivel de lo real, cuestiones concretas referentes a la solidaridad que forman parte de nuestras aspiraciones, de nuestras tradiciones como gremio y son una forma de mantener la mística en torno a esto que es tan necesario y permanente. Y la poesía que alienta la mística.

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