«Romperá con la inequidad en la asistencia médica»

CASMU presentó su Megacentro de salud

por Armando Olveira

Macedo no ocultó su «satisfacción y emoción, por sentirse testigo de un momento decisivo de la asistencia médica uruguaya».

Agradeció a la Junta Directiva del CASMU por «el apoyo que significa para la actividad gremial de los médicos uruguayos, la realización de una obra pensada, concebida y diseñada como factor decisivo para la democratización de la salud nacional».

«Es nuestra esperanza como hombre del Sindicato Médico, que la obra dará lugar a romper con la inequidad que existe en la asistencia médica del Uruguay».

El director general de ASSE, Dr. Gustavo Giussi, reconoció que «es un honor volver a esta casa, que es la de todos los médicos. Cuando integramos un grupo de dirección del CASMU, presidido por el doctor Nowinski, ya se soñaba con la realización de una obra de este tipo.

Confiamos en que el centro servirá para mejorar la situación asistencial del país, dado que el mutualismo es la columna vertebral del sistema.

Como representante del Ministerio de Salud Pública, no puedo menos que decir que estamos felices por la presentación de este proyecto, ya que se sitúa dentro de nuestra política de cooperación».

Arana: «esta obra dignifica a la gente»

El intendente de Montevideo, Arq. Mariano Arana, afirmó que «este hecho tiene que ver con la dignidad de la gente».

«Primero, por el esfuerzo que realiza el SMU a través de su centro asistencial, para llegar a aquellos ciudadanos que más lo necesitan. Segundo, la dignificación de los espacios que significa el proyecto.

Esa confluencia entre la dignidad de la persona y la de los espacios, tiene que ver con la exaltación de los derechos humanos. Se suma una ubicación neurálgica y un diseño pensado para respetar las necesidades de usuarios que muchas veces llegarán con tremendas urgencias asistenciales.

Herrera: «CASMU es sinónimo de salud»

El ministro de Industria, Dr. Julio Herrera, afirmó que «los uruguayos, cuando hablan de salud, piensan en dos instituciones: Salud Pública y el CASMU».

«Podemos decir, con total seguridad, que esta obra es fundamental, porque mejora la calidad de un servicio que es fundamento de la asistencia médica nacional», agregó.

Afirmó que «el crecimiento de las instituciones de salud debe importar como primera cosa. Lo primero es la salvaguardia de nuestra vida y para ello se precisa una concepción moderna, como la del edificio que hoy empezamos a conocer».

«Por otra parte, qué bueno es para un ministro de Industria, que se informe sobre tantas toneladas de cemento a utilizar, tantas horas hombre de trabajo y tantos metros cuadrados a edificar», concluyó.

Pais: «de la virtualidad a la realidad»

El Dr. Tito Pais, presidente de la Junta Directiva del CASMU, se refirió al «paso de la virtualidad a la realidad».

«En 1993, la Junta Directiva resolvió construir un nuevo ámbito hospitalario, para aumentar el número de camas. Durante un período largo se estudió cómo hacerlo».

«No había posibilidades financieras, pero, entre finales del 97 y principios del 98, se cambió la organización del proyecto. En lugar de aumentar sólo el número de camas, se apostó a mejorar la tecnología y ampliar la atención de alto nivel. Así se avanzó en el proyecto, atendiendo los estudios de factibilidad económica del equipo del Cr. Pascale, quien le dio un visto bueno a la iniciativa». En agosto de este año, el Poder Ejecutivo permitió un aumento de la cuota mutual para proyectos de mejora de servicios. «Eso nos dio la posibilidad real de financiar la totalidad del nuevo sanatorio», dijo.

En noviembre, el CASMU inició una precalificación de empresas de construcción. «La encargada de la obra saldrá en los próximos meses, por medio de licitación pública», informó.

«Será un moderno complejo asistencial, que mantendrá una distribución funcional según el tipo de internación: gineco-obstétrica, materno-infantil, pacientes quirúrgicos y médicos que reunirá características arquitectónicas, de equipamiento y tecnología de última generación. Significará la concentración del esfuerzo de los cuatro sanatorios hoy dispersos por la ciudad, en uno de los mayores centros hospitalarios de la región», sentenció Pais. .

Sprechmann: «evitamos conceptos mecanicistas»

¿Cómo surge el proyecto Megacentro del CASMU?

Por una necesidad médico-asistencial. Para cubrir la demanda de cientos de miles de usuarios. En temas de arquitectura de la salud, la satisfacción pasa por conceptos de confiabilidad, seguridad y confort. Distinto es el caso de construcciones más simbólicas, como plazas o monumentos.

El CASMU apuesta a una racionalización de sus servicios, dentro de un predio ubicado sobre la calle Asilo. Eso quiere decir que se vinculará con el sistema ya existente, con la idea de interacción entre las partes.

¿Eso significa un problema para los proyectistas?

Enfrentamos severos problemas espaciales, funcionales y de proyección. Por ello fue necesario plantar soluciones de ingeniería muy estrictas, técnicamente muy complicadas. Siempre en función de que la demanda será de personas que buscan recuperar su salud, o por lo menos mantenerla.

El proyecto plantea típicos desafíos espaciales del siglo XXI. Respondimos con soluciones técnicas basadas en la concentración, pero lo más amable posible para un movimiento que será inusual dentro del propio país. Tiene un programa de obras no mayor de 30 meses.

Es un proyecto que necesita de una gran interacción técnica entre múltiples disciplinas: Arquitectura, Ingeniería, Medicina, Abogacía, Ciencias Económicas. En fin, casi no hay servicios universitarios que escapen a la planificación de una obra de estas características. La coordinación es fundamental. Más si tenemos en cuenta que trabajamos más de veinte ingenieros y arquitectos, todos necesitados de mucha y buena información.

¿Cuál fue la mayor dificultad que hallaron?

La multiplicidad de requerimientos humanos, psicológicos, que plantea un edificio tan complejo, y que tendrá un uso muy sensible. El trabajo se tornó una carga muy pesada, por tratarse de un edificio de muchos metros cuadrados, en un terreno muy especial. Porque no se puede hacer un edificio muy lindo estéticamente, pero banal. Tampoco algo rígido, aunque correcto técnicamente. El gran desafío fue evitar concepciones mecanicistas, para proyectar un edificio amable para el futuro paciente.

¿Cómo pensaron los cambios ambientales?

La obra requerirá obras viales complementarias: de acceso al edificio, distribución de tránsito, estacionamiento, ingresos y egresos ordenados. Lo básico será descomprimir las calles de la zona y crear estacionamientos en predios cercanos al Sanatorio.

De Fosalba al futuro

- En 1935, un grupo de médicos liderados por el Dr. Carlos María Fosalba, creó un centro de asistencia médica, sin fines de lucro, para organizar y administrar su trabajo profesional.

- El edificio original de la institución estuvo situado en la calle Andes.

- El Sanatorio Nº 1, de Colonia y Arenal Grande, fue considerado revolucionario para la época, con proyecto y dirección de los arquitectos Mieres Muró, Altamirano y Villega Berro.

- El Sanatorio Nº 2, de 8 de Octubre y Abreu, es el único del país con un block quirúrgico que permite realizar hasta cinco intervenciones simultáneas de alta complejidad.

- El Sanatorio Nº3, de la avenida Garibaldi, es la maternidad privada más grande del Uruguay y fue adquirido para uso exclusivo de maternidad y ginecología.

- El Sanatorio Nº4, de la avenida Luis Alberto de Herrera, está dedicado a CTI, cuidados intermedios y moderados.

- En el Policlínico de la avenida 8 de Octubre, inaugurado en 1993, se atienden más de 4.000 personas por día. Tiene cuatro plantas, con 12 mil metros cuadrados de edificación, proyectadas por los arquitectos Acerenza, Caredi y González.

Inversión de U$S 16 millones

El moderno edificio, proyectado y dirigido por un equipo de arquitectos dirigido por Tomás Sprechmann, contará con diez pisos sobre 10.500 metros cuadrados de superficie, con 260 camas ubicadas en habitaciones de gran confort.

La inversión global prevista supera los 16 millones de dólares: 13 millones para construcción y tres millones para acondicionamiento y equipamiento. Se necesitará más de 1.500 toneladas de cemento y la labor de 400 operarios durante 700 mil horas hombre.

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