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La salud como bien social
Nuestra opinión
La dignificación de la profesión y la defensa de los intereses materiales y morales de los médicos son los objetivos específicos del Sindicato Médico del Uruguay.Así fue desde un principio y así quedó plasmado en el documento fundacional del gremio, que expresamente lo establece en el artículo 2º de los primeros Estatutos aprobados en las históricas Asambleas Gremiales del 28 de julio y 27 de agosto de 1930.
Han transcurrido más de seis décadas desde entonces y pese a los notorios cambios que en todos los órdenes se han operado, aquellos objetivos del gremio médico organizado siguen siendo los mismos y tienen hoy particular vigencia. En buena medida la profesión médica sufre actualmente los mismos problemas de aquella época, en todo caso agravados con otros que se fueron agregando por la complejidad creciente del trabajo médico, dado el desarrollo incesante de la ciencia y tecnología médicas.
Inicialmente el gremio se unió en la defensa de los derechos de los médicos, en la dignificación del trabajo médico, como en la denuncia de la mala asistencia; tanto para los pacientes mal asistidos como para los médicos mal remunerados. La ética gremial imponía demostrar que la defensa de los derechos de los médicos armonizaba perfectamente con el derecho del paciente a recibir una asistencia digna, humana y técnicamente del mejor nivel posible. Estas ideas fueron sustentadas por el Gremio Médico y mediante el vigoroso impulso de Fosalba, dieron lugar a la creación del Centro de Asistencia; concreción armónica del libre ejercicio del trabajo médico de profundo contenido ético, con la prestación de la asistencia médica del mejor nivel para el usuario, constituyéndose en ejemplo, modelo y referencia para el sistema de salud imperante.
Hoy a más de seis lustros de su fundación, tanto el Gremio Médico como el propio CASMU, atraviesan una profunda y prolongada crisis, de cuyos orígenes y consecuencias de alguna manera todos somos responsables. Siendo herederos de una generación que hizo grande en honor como en prestigio al Sindicato Médico del Uruguay y al Centro de Asistencia, tenemos la obligación de devolverle al Gremio y a la Institución la fortaleza moral y material que aquellos forjaron y que debemos legar a quienes nos sucedan, para hacer realidad aquello de «No llegaremos nunca porque llegar es detenerse; estaremos siempre en movimiento, porque siempre habrá ideales no alcanzados, hechos a crear, ideas a transformar en realidades».
Es por eso que hoy sentimos la necesidad de volver a los principios, luchar por los derechos y la dignificación profesional, así como a formular públicamente las denuncias sobre la realidad de la salud en nuestro país.
Es necesario que la comunidad toda, tome conciencia de que la situación actual del trabajo médico sigue generando como en ninguna otra actividad profesional las formas más complejas y perversas de insanía; constituyendo un verdadero sarcasmo que siendo el médico responsable de velar por la salud de sus semejantes, esté expuesto a enfermar de la peor manera, porque en el cumplimiento de su trabajo se ve sometido al estrés y al vejamen que le genera el multiempleo por los bajos salarios, así como por los horarios y condiciones antihigiénicas de lugares, formas y ambientes de trabajo. Agréguese a esto, la permanente inseguridad laboral que crea la situación de constante crisis económico-financiera de las Instituciones de Asistencia Colectiva, muchas de las cuales sobreviven gracias a los médicos, quienes se ven obligados a percibir en forma parcial y frecuentemente diferida sus salarios.Y como caso extremo, denunciamos una situación de auténtica impudicia, la de los médicos de Salud Pública, a quienes se condena con salarios indecorosos, indignos, humillantes, verdaderos «salarios de hambre».
Todas estas situaciones de tremenda injusticia son motivo de honda preocupación gremial, que nos sensibiliza y compromete a luchar para lograr las necesarias e impostergables soluciones a los distintos problemas que hoy genera el trabajo médico. Y de entre ellos, el que más aflige y apremia, es sin duda el de la postergación de los justos reclamos de los médicos de Salud Pública. Hoy el gremio todo respalda la lucha de los médicos de Salud Pública por las justas reivindicaciones salariales y las condiciones del trabajo médico.
Por último, y al margen de estas preocupaciones inmediatas aunque igualmente vinculado a toda la compleja problemática gremial, existe para el Sindicato Médico del Uruguay un compromiso trascendente e igualmente impostergable y es el de retomar el gran tema de la situación de la salud en nuestro país y de cuál es la salud que queremos para los uruguayos.
Sin duda un tema que importa a todos por igual, lo que hace imprescindible contactos a distintos niveles: gremios de la salud, Universidad, PIT-CNT, IMM, MSP, Plenario Intermutual, UMU, grupos de usuarios, partidos políticos, centros comunales, instituciones sociales y deportivas, etc.
Concebida la Salud como derecho igualitario de todos los individuos, pasa a constituirse en patrimonio colectivo, en un bien social, lo que impone la concreción de un Sistema Único y Universal de Salud, que haga posible el ejercicio efectivo del derecho a la salud de todos los habitantes del país.
El gran tema de la salud no es patrimonio exclusivo de los médicos, aunque obviamente, mucho tengamos que decir al respecto.
Nos importa que el Sindicato Médico del Uruguay asuma, como corresponde, papel protagónico en las importantes transformaciones que en el campo de la salud se habrán de dar necesariamente en nuestro país.
Movimiento de Recuperación Sindical
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