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Comisión de Negociación Salarial
Las IAMC esbozan su posición en las conversaciones sobre salarios
Las instituciones mutuales hicieron su primer
aporte a la Comisión tripartita que estudia la actual
normativa del trabajo médico y los salarios.
Se espera que, en próximas instancias, aporten un
borrador de trabajo sobre puntos más concretos y
desarrollados.
El Sindicato Médico presentó su propuesta el 3 de enero de 1998, siguiendo una línea bien definida y haciendo un minucioso detalle de los planteos que realizaban la Medicina Interna y las Especialidades Médicas. Si bien un año puede parecer mucho, se considera que es un plazo corto para discutir las condiciones de trabajo y remuneración de la Medicina General y las Especialidades Médicas. El tiempo no sobra porque el tema es de gran complejidad. Todo depende del sinceramiento que exista en los planteos y de la información que se aporte para definir elementos concretos. Se puede obtener información de fuentes oficiales (sinadi) o el caSMU, pero para estudiar en profundidad el tema es indispensable el aporte de las IAMC, puesto que las diversas instituciones tienen diferentes ingresos, plantilla médica, gastos y déficit.
Por otro lado, con el acotamiento de la cuota por parte del Poder Ejecutivo y la inflación en baja que elimina el uso del elemento inflacionario para licuar los pasivos, las IAMC (que gastan en salarios 50% del valor de la cuota) deben procurar su supervivencia con base en una muy eficiente gestión administrativa y un equilibrio entre insumos, salarios, transporte, asistencia terciaria, etcétera.
Por lo que respecta al trabajo médico, existen notorias diferencias entre las distintas especialidades en cuanto a cargas horarias y número de pacientes asistidos en Policlínica y domicilio.
Si nos centramos en el aspecto salarial, resulta evidente que las Sociedades Anestésico-Quirúrgicas continuarán reivindicando el acto médico como pilar del salario, mientras la medicina y sus especialidades (que no realizan maniobras) se inclinarán por el número de pacientes asistidos por hora.
Cuatro conceptos generales
Las IAMC proponen como agenda de trabajo los siguientes puntos:
1. Extensión de las condiciones laborales y salariales mínimas a todo el sector privado de Montevideo. Este punto se refiere a los Seguros Parciales y las Emergencias Móviles que poseen un marco regulatorio diferente al de las IAMC, que según el criterio de estas últimas implica menores costos y competencia en mejores condiciones. Para el SMU, en el contexto general del planteo, este es un tema de menor trascendencia, puesto que cualquier variante de esta situación pasa por la intervención de los ministerios respectivos y atañe casi exclusivamente a la parte empresarial del asunto, mientras que nuestro papel es defender el trabajo médico en todos los ámbitos, tanto públicos como privados, en todas las instituciones (IAMC o de otro tipo) y de todos los médicos (sobre todo el de aquellos que están en situación de dependencia). Debe destacarse que las IAMC consideran que, al haberse retirado el Poder Ejecutivo de los laudos salariales y ser sustituidos por convenios de partes, estos últimos no obligan a todas las empresas del Sector sino sólo a aquellas que realizan convenios, lo que coloca a los Seguros Parciales y a las Unidades Móviles (que no han firmado ningún convenio) en situación de «competencia desleal».
2. Multiempleo médico y sus repercusiones en la satisfacción laboral, las instituciones y la calidad de los servicios. Este tema interesa al gremio médico desde hace muchísimo tiempo, por su incidencia en la salud del médico. Sin embargo, en un momento en que se cuestiona la estabilidad del trabajo médico y se tiende a disminuir los cargos en las IAMC, es muy difícil que el médico apueste a trabajar en un solo lugar, por la reducción de sus ingresos y porque nada asegura la supervivencia de las instituciones. El objetivo del SMU es hallar una fórmula alternativa del trabajo médico que no resienta los ingresos y otorgue estabilidad laboral, planteamiento muy opuesto a la flexibilización laboral tan en boga. Las mutualistas hablan de la repercusión del multiempleo en la calidad de los servicios; el gremio piensa que la calidad de los servicios que presta el médico es buena y que, si existen deterioros, estos se deben a las condiciones que ofrecen las instituciones y a las limitaciones y exigencias laborales que estas imponen.
3. Formas de remuneración y sus consecuencias. Se interpreta que este ítem se refiere a las consecuencias desde el punto de vista financiero. Cualquier variación en la forma de remuneración que no tenga financimiento por la cuota mutual tiende a redistribuir el gasto total de las instituciones. Estas apelan a tres tipos de créditos para enjugar sus déficit: bancarios, financieros y laborales. No es posible aceptar que la supervivencia institucional se haga con base en la disminución del trabajo de los médicos, los créditos laborales (reducción del salario o no pago de los mismos), las «disminuciones voluntarias» o «préstamos voluntarios» (reembolsables o no). Estas últimas formas se aceptaban con reservas, como un modo de colaboración con la Institución, pero deben fijarse los límites de este recurso. Se incluyen en este ítem, también, propuestas de concentración del trabajo en menos médicos (como forma de mejorar las remuneraciones) y elementos de mayor productividad por técnico. Esto acompaña la idea de disminuir los empleos del Sector y las posibilidades de trabajo de los médicos que ingresan al mercado laboral.
4. Estrategia para alcanzar una adecuación salarial entre las distintas disciplinas médicas. Las dificultades de este tema derivan de las diferentes formas que tienen el trabajo médico y, por ende, su remuneración.
Aparte de lo ya señalado sobre las diferencias entre la Medicina y la Cirugía, existen en cada una de las especialidades distintas formas de desarrollar su labor, que implican también números de pacientes-hora distintos y realización de maniobras o procedimientos que requieren diferentes remuneraciones. La concentración del trabajo llevaría, entre otras cosas, a ahondar las diferencias en las remuneraciones.
Y de aquí en más ¿qué?
Tanto el tratamiento de estos puntos como el de aquellos presentados por el SMU requieren de un estrecho trabajo conjunto del gremio con las Sociedades Científicas.
Por esto se ha realizado una amplia convocatoria para que todos los involucrados conozcan, discutan y aporten sobre estos temas. El Comité Ejecutivo del SMU considera indispensable que tanto el gremio como las Sociedades Científicas se tomen un tiempo de serenidad y estudio para opinar sobre las proposiciones realizadas por las instituciones y llevar a la Negociación Salarial definiciones de carácter político y propuestas puntuales bien definidas sobre las cuales discutir.
Por esto, más allá de todo este planteo realizado de manera filosófica por las instituciones, lo que interesa es conocer qué se propone para lograr los cuatro objetivos planteados por ellas y cuáles son las prioridades asignadas por cada una de las partes inter-vinientes.
El SMU ya determinó la primera asignación de prioridades; en el proyecto presentado en conjunto se realizaron propuestas muy concretas, desde el punto de vista global y del particular de las Especialidades Médicas.
El mismo consiste en:
* 50% de aumento del Salario Base (aunque las instituciones ponen en tela de juicio la propia existencia del Salario Base).
* Eliminación de las franjas para el pago del acto médico, de manera que todos los actos médicos (consultas, maniobras, etcétera) generen remuneración.
* Pago de la antigüedad, tomada sobre el salario real y no sobre el básico. Este es un punto controvertido, pues las IAMC consideran que el salario base premia al médico poco productivo y que su eliminación disminuiría una parte importante de la masa salarial. El SMU estima que esta es una remuneración que no depende de los avatares del consultismo (variable en el transcurso del mes) y que compensa el elemento de actualización y perfeccionamiento profesional del médico, entre otras cosas.
* Aumento de la compensación por gastos de consultorio.
En este momento los puntos que se consideran prioritarios son las remuneraciones médicas y la adecuación salarial entre las distintas Especialidades Médicas. Los otros puntos planteados por las instituciones presentan una trascendencia menor y exigen cautela en su tratamiento.
Por último, es necesario precisar con claridad que, para el SMU, el mantenimiento del número de cargos médicos actuales y su incremento, el aumento de las remuneraciones y la mejor de las condiciones de trabajo son los postulados básicos a los que es imposible renunciar.
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