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Valentín Cuesta, un uruguayo en la AMM

«La designación de Montevideo es un honor»

El Dr. Valentín Cuesta es miembro responsable de la Comisión de Relaciones Internacionales del SMU y delegado de América Latina en la Asociación Médica Mundial. Junto con el Dr. Ernesto San Julián, estuvo presente en la Asamblea de Bali (Indonesia) cuando el SMU regresó a la AMM. En la Asamblea de Hamburgo del año pasado, se eligió al SMU para organizar la próxima reunión del Consejo de la entidad, que se llevará a cabo en Montevideo del 16 al 19 de abril. Cuesta subrayó que «la designación es un honor y demuestra la excelente imagen internacional del Sindicato».

Del 16 al 19 de abril se realizará en Montevideo una reunión del Consejo de la Asociación Médica Mundial (AMM), organizada por el Sindicato Médico del Uruguay. En el encuentro participarán representantes de todo el mundo y será abierto por el Dr. Hugo Batalla, vicepresidente en ejercicio de la Presidencia de la República. Será preparatorio de la Asamblea General de Ottawa, prevista para octubre, en la que intervendrán más de sesenta países.

La inauguración tendrá lugar en el Palacio Legislativo y contará con la presencia de las principales figuras del gobierno uruguayo, representaciones diplomáticas, organizaciones no gubernamentales y entidades oficiales y no oficiales de los países del Mercosur.

En esta oportunidad estará presente el Dr. A. Azwar, presidente de la Asociación Médica Mundial; D.H. Johnson, presidente electo; A. Milton, director; T.J. Moon, vicedirector; y los representantes internacionales B.B. Mandell, K. Vilmar (tesorero), Delon Human (secretario general), W.J. Appleyard, Y. Blachar, N.W. Dickey, P. Haehnel, H.A. Hanekon, B.L. L’Heurex, K. Kroike, M. Neumann, T. Pedersen y P. Wooton.

También forma parte del Consejo el delegado latinoamericano y dirigente del Sindicato Médico del Uruguay, Dr. Valentín Cuesta. Cuesta cumple con un periodo de dos años (hasta 1999) y también integra el Comité de Ética de la entidad.

Montevideo fue elegida como sede de la reunión en la última asamblea de Hamburgo, en 1997. La presente servirá para resolver el contenido de la próxima reunión general, que contará con más de mil participantes y se llevará a cabo en Ottawa en octubre de este año.

El anterior miembro uruguayo en el Consejo de la AMM fue el Dr. Héctor De Leone, en 1969, cuando se realizara una reunión similar en Montevideo.

En 1985, por motivos políticos, el SMU dejó de pertenecer al máximo organismo médico mundial. Tras aclararse una tensa situación creada por el reconocimiento de la intervención dictatorial, solicitó su reingreso en 1994.

El Sindicato Médico es una de las asociaciones afiliadas que ha declarado mayor número de asociados, lo cual fue un dato fundamental al momento de ser aceptado en 1995.

En 1996 se solicitó un puesto en el Consejo. Durante dos años el Dr. Cuesta formará parte del cuerpo, seguramente con la posibilidad de renovar.

Temas fundamentales como bioética, colegiación, finanzas y medicina social, serán tratados durante tres días de sesiones.

Un poco de historia

En el informe introductorio a la reunión del Consejo que se celebrará en Montevideo, la Asociación Médica Mundial efectúa una síntesis histórica de su actividad.

En julio de 1945 se realizó en Londres una conferencia de médicos de diferentes países con el fin de crear un organismo médico internacional para reemplazar a la Association Professionelle Internationale des Medecins, fundada en 1926 y con 26 países miembros plenos, que había dejado de existir al estallar la segunda guerra mundial.

El 18 de setiembre de 1947, los delegados de 27 asociaciones médicas nacionales celebraron en Ginebra la primera asamblea general de la Asociación Médica Mundial y aprobaron la Constitución y reglamentos de una "confederación de las asociaciones médicas nacionales más representativas de cada país".

Al año siguiente, la Junta Ejecutiva, conocida actualmente como Consejo, eligió la ciudad de Nueva York como el sitio más apropiado para instalar el Secretariado General de la organización.

En 1964, la Asociación Médica Mundial fue incorporada –según la ley del Estado de Nueva York– como institución educativa y científica, sin fines de lucro. Se le otorgó así la categoría especial que le permitía estar exenta de impuestos.

En 1974, por razones económicas y para estrechar los vínculos con otros organismos de salud instalados en Suiza, el Secretariado de la AMM fue trasladado a Ferney-Voltaire, Francia, a un paso de Ginebra, en la frontera franco-suiza, lugar donde todavía se encuentra, aunque aún está incorporada al Estado de Nueva York y goza de los mismos privilegios.

A menudo se confunde a la Asociación Médica Mundial con la Organización Médica de la Salud, pero la OMS es un organismo de las Naciones Unidas financiado por los gobiernos, lo que implica influencias políticas. Por el contrario, la AMM está compuesta y es financiada por las asociaciones médicas nacionales que representan a más de tres millones de médicos de todo el mundo dedicados a servir ante todo los intereses de pacientes y a prestar la mejor atención médica, sin consideración de raza, religión, filiación política o clase social. La AMM es apolítica y agrupa a miembros de distintas lenguas, culturas y servicios de salud; sin embargo todos comparten ideales sanitarios, científicos y profesionales.

Su función ha sido siempre actuar como un foro mundial, libre y abierto, de discusión franca de asuntos sociales y temas médicos, que sirva de base para la creación de políticas de salud equitativas.

La vigencia de la AMM, lejos de haber expirado, se mantiene en todos sus términos, en constante evolución, lo cual la hace única en su actividad, por ser un organismos internacional que protege los derechos del paciente contra el peligro del mercantilismo actual que los amenaza.

Reportaje al Dr. Valentín Cuesta con motivo de esta reuniòn

El Dr. Valentín Cuesta es miembro responsable de la Comisión de Relaciones Internacionales del SMU y delegado de América Latina en la Asociación Médica Mundial. Junto con el Dr. Ernesto San Julián, estuvo presente en la Asamblea de Hamburgo del año pasado, en la que se eligió al SMU para la organización de la próxima reunión del Consejo de la entidad, que se llevará a cabo en Montevideo del 16 al 19 de abril. Cuesta subrayó que "la designación es un honor y demuestra la excelente imagen internacional del Sindicato".

¿Cómo se eligió Uruguay para ser sede de la reunión del Consejo de la AMM?

Es bueno aclarar, en principio, que fuimos elegidos como sede del Consejo para 1999... Esta oportunidad correspondía a Chile, pero como está abocado a la organización de la Cumbre de las Américas, preferimos adelantar nuestra reunión. Lo principal es que América Latina no pierda su turno.

El mecanismo de elección fue el normal. Los países afiliados se anotan y el Consejo acepta la candidatura y propone fechas. En nuestro caso tuvo mucho que ver el espacio que se ha ganado en los últimos años. Uruguay es una de las asociaciones afiliadas (el SMU) que ha declarado mayor número de asociados. Eso influye, y mucho, a la hora de otorgar una sede.

Es, sin dudas, un honor para el Sindicato...

Claro, pero aclaremos que cuando hablamos de número de asociados (tenemos alrededor de diez mil), hay que decir también que en muchos países la representación ante la AMM la tienen colegios médicos. Allí las cifras son distintas.

Fuimos ganando espacios desde nuestro reingreso en 1995. Con el Dr. Ernesto San Julián fuimos percibiendo que nos tenían muy en cuenta en todas las decisiones, ya sea administrativas, económicas o funcionales, internas y externas. Fuimos ganando influencia, y de esta forma no hubo inconvenientes para conseguir una reunión del Consejo en Montevideo.

Mencionó recién un reingreso. ¿Cuándo fue la desafiliación?

En 1985, cuando nos representaba el Dr. Barreneche. Por una cuestión totalmente lógica nuestra delegación se retiró de la AMM. El problema era ético, ya que ese organismo seguía reconociendo a la intervención dictatorial. Barreneche actuó de acuerdo con los más elevados principios gremiales. El SMU no podía formar parte de una Asociación que también aceptaba a quien había usurpado todos nuestros derechos. Finalmente, hubo un reconocimiento pleno del SMU legal y eso acercó a las partes.

A partir de allí se cumplió con una estrategia que nos permitió ir ganando espacios.

Usted y San Julián tuvieron un papel decisivo en el retorno...

Pero no porque fuéramos nosotros, cualquiera que hubiera estado en nuestro lugar hubiera hecho lo mismo. Una vez aclarada la situación, solicitamos el reingreso en 1994 y fuimos aceptados en 1995. Se pagó, se presentaron estatutos y se entregó un informe completo de nuestra actividad. Desde ese momento comenzamos a sentir que se nos tenía muy en cuenta.

El SMU tiene una excelente imagen institucional dentro de la AMM, hasta tal punto que en 1996 se solicitó el ingreso al Consejo y ni se dudó, fuimos los primeros. Durante dos años vamos a formar parte del cuerpo, seguramente con la posibilidad de renovar. Temas fundamentales como bioética, finanzas o medicina social nos tenían (y nos tienen) como importante referente.

Participamos en las asambleas de Bali (Indonesia) en 1995, de Sudáfrica en 1996 y de Hamburgo en 1997.

Y de ahí a conseguir una reunión, fue un solo paso...

Sin dudas, porque se tuvo muy en cuenta la cantidad de asociados del Sindicato y su estructura organizativa. Debemos ser sinceros, a veces somos exageradamente crueles con nosotros mismos... son muy pocas las organizaciones de nuestro tipo con nuestra imagen externa.

Pedimos la organización de un Consejo y se nos otorgó de inmediato.

¿Se van a adoptar decisiones importantes?

Estén seguros. Hay temas de medicina social, bioética y colegiación que resultan fundamentales para el conjunto de los socios.

Las reuniones del Consejo se realizan dos veces al año y siempre tienen asuntos importantes que tratar. No serán más de 15 delegados de todo el mundo. Distintas son las asambleas. Se realizan cada año y reúnen a más de mil representantes. En Hamburgo, justamente, se seleccionó por unanimidad al Sindicato como organizador y a Montevideo como sede.

La importancia de esta reunión está dada también por el hecho de que la última en Montevideo fue hace 29 años, en 1969.

El itinerario de aquí en más será: Montevideo en abril, Ottawa (Consejo y Asamblea) en octubre y Santiago de Chile en abril de 1999.

Colegiación

Respecto a uno de los temas que debe tratar la Asociación Médica Mundial, la colegiación en países que aún no la poseen, Cuesta subrayó: "Se está tratando en la Agrupación Universitaria, una impostergable ley de colegiación profesional para todas las carreras. No puede ser, que luego de terminada la Facultad, sea el Ministerio de Salud Pública el que habilite el ejercicio profesional... Después debemos lamentar casos de falsificación de títulos, que, con un Colegio debidamente organizado, jamás hubiéramos sufrido. En otras partes del mundo, los colegios son órganos de contralor ético y profesional. Son insustituibles.

Sin dudas, el papel del Sindicato ha sido y es fundamental, pero no deben mezclarse las funciones sindicales, gremiales, laborales o culturales con las del propio ejercicio médico. Justamente, ese será uno de los temas de la próxima reunión del Consejo".

Consejo de la AMM

Presidente saliente: A. Azwar (Indonesia)

Presidente entrante: D.H. Johnson (EEUU)

Presidente pasado: BB Mandell (Sudáfrica)

Tesorero: K. Vilmar (Alemania)

Secretario general: Delon Human (Francia)

Director: A. Milton (Suecia)

Vicedirector: TJ Moon (Corea del Sur)

Miembros en 1997-1998

W.J. Appleyard (Gran Bretaña)

Nancy W. Dickey (EEUU)

B.J.L'Heurex (Canadá)

Tai-Joon Moon (Corea del Sur)

K. Vilmar (Alemania)

Y. Blachar (Israel)

P. Haehnel (Francia)

K. Kroike (Tokio)

M. Neumann (Austria)

Percy Wootton (EEUU)

Valentín Cuesta (Uruguay)

H.A. Hanekon (Sudáfrica)

A. Milton (Suecia)

T. Pedersen (Dinamarca)

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