Asociación de los Estudiantes de Medicina

Dennos un buen ejemplo

La Asociación de los Estudiantes de Medicina (AEM) se ha visto involucrada en forma por demás injusta en una serie de acusaciones, ajustes de cuentas, y «cobros de facturas» por parte de distintas agrupaciones, luego de los resultados electorales y la designación de los cargos en la dirigencia del SMU y el caSMU, hechos que, por cierto, a esta altura ya deberían haber quedado atrás.

Tenemos la conciencia tranquila, sabedores de que nunca, en ninguna votación, y para ningún tema o cargo en discusión, votamos pidiendo algo a cambio, así como tampoco jamás hicimos ningún acuerdo, ni para favorecer ni para perjudicar a personas o agrupaciones.

Desafiamos firmemente a quien pueda demostrar lo contrario a que lo haga, pero, de no ser así, que se terminen los rumores que no hacen más que ensuciar a la AEM y a su delegación.

Y esto lo decimos con esta vehemencia y este enojo, porque duele y decepciona ver que señores que alguna vez fueron también estudiantes tengan hoy en día esa facilidad para agraviar a esta Asociación con más de ochenta años de vida, y a una delegación que más allá de aciertos o errores, que sabemos los tenemos, siempre defendió el principio de independencia con respecto a cualquier agrupación sindical y/o bandera política.

Y fue así que, en el afán precisamente de no entrar en el manoseo de hombres, personas y agrupaciones que se constituía en los corrillos, decidimos aplicar un criterio histórico de esta Asociación en el SMU, y darle nuestro voto a la agrupación que en las elecciones obtuviera la mayoría (o la minoría mayor), sin importar cuál sería esa agrupación.

Luego, y a lo largo de estos meses de trabajo, nos hemos encargado de demostrar con hechos que no estamos casados con ninguna agrupación y sí, en cambio, con nuestros votantes, los estudiantes, y con este nuestro SMU.

Pero en tan ridícula posición han quedado quienes quisieron achacarnos esas cuentas, que se llegó a la contradictoria situación de que vinieran representantes de un sector A, a decirnos que estábamos arreglados con una agrupación B, y luego, gente de la B quejándose de que estábamos votando en contra de ellos y a favor de la A.

En el Comité Ejecutivo del SMU tenemos dos delegados, y en cada caso en cada cargo que se asignó, las personas designadas tuvieron seis, siete y veces más votos a favor, por lo que queda claro que nosotros solos no definimos ninguna votación.

Lo que sí podemos afirmar es que si hubo una delegación que no entró en ese juego de «yo te voto a Fulano pero voz votáme a Mengano» fue la AEM.

Creemos que esos trapos sucios los tienen que lavar las agrupaciones implicadas, sin necesidad ni de que trascienda menoscabando así la imagen del SMU ni de salpicar a quienes nada tenemos que ver.

Estamos trabajando fuerte, llevando adelante una campaña de afiliación al SMU como no se ve en mucho tiempo, aportando más de 300 nuevos socios en apenas un mes, realizando proyectos e ideas para los practicantes y forjando con nuestra participación firme y responsable en varias comisiones de trabajo del SMU, lo mejor para fortalecerlo como gremio.

Queremos construir, queremos crecer en nuestro sindicato y hacerlo crecer. Queremos formarnos sindical y humanamente, y no deformarnos.

Ayúdennos y dennos un buen ejemplo.

Por la AEM:

Daniel Gindel

Claudia Romero

José María Carissi