Es que tal vez el proceso de democratización no haya concluido, es posible que falten instancias de comunicación, de cambio de estilo en el accionar político-gremial, de conversar no sólo en oportunidad de instancias electorales.

Cometeríamos el error de reeditar lo que no queremos: ¡hacemos la lista-conseguimos los votos-accedemos a algunos cargos, y terminamos treinta de 7.500 resolviendo el salario, la expectativa profesional, la fuente de trabajo, los bienes acumulados en tantas generaciones del gremio, el futuro del cuerpo médico!

1. Debemos ser muy sinceros. El 90% de nuestros 75 candidatos fuimos votantes, adhe-rentes, candidatos y representantes de la Agrupación Fosalba en años anteriores. En el proceso previo a las elecciones muchos de nosotros tuvimos acercamientos espontáneos, comunes y también lógicos, por nuestra forma de percibir y reaccionar ante lo que se nos proponía por parte del smu y el casmu y que finalmente no compartimos. Someramente mencionamos: absorción de Empleados Civiles por el casmu, asociación del smu con una afap de plaza, tecnocratización de la negociación salarial.

2. Nuestra propaganda no atacó ni a la Fosalba ni a las demás agrupaciones con las que tenemos diferencias de apreciación sobre la realidad del gremio médico. Apostamos al valor agregado de nuestros candidatos, como mejor plataforma y propuesta de acción. Pretendimos, y creemos haberlo logrado, canalizar por allí la salida al cansancio y rechazo de caras y esquemas vacíos de contenido.

3. Los resultados superaron nuestra expectativa inicial; obtuvimos 365 votos, somos la cuarta lista y tenemos un cargo en cuatro organismos: Silvya Durán en el Comité Ejecutivo, Sara Méndez en la Junta, Ignacio Lezama en la Comisión Fiscal y Sergio Aguiar en la Colonia.

4. La distribución de cargos, la segunda vuelta. Aunque en el resultado final no nos fue mal (Durán y Méndez integran las respectivas mesas ejecutivas), el proceso de discusión y votación de candidatos no nos terminó de conformar. Nosotros pretendíamos que la asignación de cargos y responsabilidades reflejara la voluntad de los colegas electores, respetando globalmente la votación de cada lista.

La segunda lista, Movimiento de Recuperación Sindical, quedó fuera de la Mesa del Ejecutivo a pesar de nuestro voto favorable.

Silvya Durán es la Tesorera del smu sin los votos de la Fosalba, que votó para el cargo al Dr. Dicancro de la Unid.

5. Estos dolores no deberán hacernos perder objetividad, apartarnos del camino por transitar para construir lo que debemos. El gremio va a contar con nosotros. No claudicaremos en buscar acuerdos con los compañeros de pensamiento progresista, para encontrar las salidas justas a cada situación. El smu debe retomar la iniciativa programática, traducirla en planteos concretos, para defender y avanzar en el trabajo médico y la asistencia de la población. Dejar de coadministrar la crisis del sistema, retomando sus mejores antecedentes de fuerza motriz de los cambios.