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Palabras póstumas

Alfredo
Ruiz Liard

 

Dos especialidades: la Anatomía y la Cirugía de Tórax; una pasión: la Anatomía. Así podemos definir la actividadcientífica de este hombre, que enseñó a tantas generaciones de estudiantes y de jóvenes especialistas quirúrgicos.

Su vida intensa transcurrió entre el Departamento de Anatomía de la Facultad de Medicina, la Clínica del Banco de Seguros, el Hospital Saint Bois y el Centro de Asistencia del Sindicato Médico del Uruguay.

Lo conocimos en el año 1959, cuando ingresábamos a la Facultad, con su larga túnica cruzada y su ceño fruncido, que inspiraba respeto y hasta cierto temor.

Sus clases de anfiteatro, multitudinarias, eran de una meridiana claridad, y transmitían los largos años de trabajo personal en el cadáver y en el laboratorio.

Cuando ingresamos en el escalafón docente, pudimos aquilatar su gran conocimiento de las técnicas de conservación e inyecciones de material elastomérico, que despertaban admiración y curiosidad en sus colegas en los congresos internacionales de Anatomía.

La incorporación a la enseñanza de la tomografía computada lo llevó a confeccionar un excelente atlas comparativo de los cortes cadavéricos con ese estudio.

Pero, sin duda, su gran aporte lo constituyó el libro Anatomía humana en coautoría con Michel Latarjet, su entrañable amigo. Fue el resultado de un esfuerzo personal de años, y de varios viajes a Lyon, para aunar opiniones con el coautor.

En la segunda edición adecuó la terminología tradicional a la propuesta por el Comité Internacional de la Nómina Anatómica, que es el único lenguaje válido en las publicaciones internacionales.

Una de sus mayores satisfacciones radicó en el reconocimiento del valor de su obra, en distintos países de América Latina, donde se le incorporó como texto oficial, pero, sin duda, la mayor se la otorgaron los jóvenes estudiantes y docentes, que en los congresos internacionales lo rodeaban y luchaban para conseguir su autógrafo.

Todos quienes pasamos por el Departamento de Anatomía, desde 1958 hasta la fecha, nos sentimos sus alumnos y su recuerdo permanecerá indeleble en las salas de disección y en los anfiteatros.

Hace poco días, fue especialmente invitado por las autoridades de la Sociedad de Cirugía del Uruguay para comentar un trabajo científico sobre «Secuestración pulmonar», tema que dominaba en profundidad. Su intervención fue clara y certera en todos sus conceptos, como siempre.

Ese día, al llevarlo a su casa, me transmitió con entusiasmo todas las ideas que plasmaría en su nueva edición del libro: su llama creativa siguió encendida hasta el último instante de su vida...

Dr. Gonzalo Estapé Carriquiry

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