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por Ana Marta Martínez

Educación Médica Continua: Solos no
Fortalecer organismo multiinstitucional El Dr. Barret Díaz Pose afirmó que para el smu es primordial fortalecer el organismo multiinstitucional capaz de impulsar una Educación Médica Continua de nuevo tipo, que llegue y actualice a los sectores primarios de atención, y organice a los profesionales para que autogestionen su formación.

debemos lograr que el organismo multiinstitucional nos una a todos

En diálogo con Noticias, el Dr. Díaz Pose precisó: «Como síntesis del pensamiento de la Comisión podemos decir que para avanzar a nivel nacional y no quedarnos en un plan piloto, que es transitorio de por sí, debemos lograr que el organismo multiinstitucional (Comisión Nacional de Educación Médica Continua) sea un coordinador que nos una a todos. Ésta es la política del smu: solos no, de la única manera que puede salir adelante la Educación Médica Continua que el Sindicato quiere es en conjunto».

El Dr. Díaz Pose reconoció el papel insustituible que cumple la Facultad de Medicina en la formación de pregrados y especialistas, pero sostuvo que «le sería imposible por sí sola mantener la formación profesional de todos ellos. Especialmente en la forma como hay que hacerlo, que no es traer al médico y darle una conferencia, sino que se mantenga capacitado en su lugar de trabajo, es decir, lo que se llama adiestramiento en servicio».

En este sentido recordó un concepto del profesor Abel Chifflet: «El gremio médico es algo así como una ampliación de la cátedra. La cátedra estaría siempre en la Facultad y el gremio médico le daría los vasos comunicantes para llegar hasta el rincón del país más alejado, para no sacar al médico de su ambiente natural y traerlo a esa especie de jardín artificial que es el hospital universitario, sino posibilitándole el acceso desde el lugar de acción cotidiana al proceso de actualización de conocimientos».

Cultura médica

Al repasar la evolución histórica de la idea, Díaz Pose señaló que en la etapa previa al corte dictatorial del año 1973 se presentó el concepto de Educación Médica Continua no sólo como una actividad de actualización de conocimientos sino desde el punto de vista de la vida gremial como de cultura médica.

Luego del retorno a la democracia, la Comisión de Educación Médica Continua del Sindicato apuntó ante todo a dos acciones. Una hacia la Facultad de Medicina, que fue iniciativa de los egresados, y que planteó en 1992 organizarla. Por otro lado, elaborar un cuerpo de doctrina para producir el denominado «salto a la realidad».

El avance doctrinario consistió en hacer una Educación Médica Continua de nuevo tipo que resulte útil en particular al que recibe el conocimiento, que muy a menudo no concurre a eventos puntuales por falta de tiempo o de interés, entre otras causas.

Díaz Pose dijo que: «Este nuevo tipo de Educación Médica Continua se basa fundamentalmente en tres pilares. Primero, en la elección de temas que sean relevantes para la práctica cotidiana, y que contengan aspectos éticos, sociológicos y psicológicos de la problemática socioeconómica implícita en la relación del médico con el paciente. En segundo lugar, que la Educación Médica Continua propenda al autoaprendizaje, que se formen grupos pequeños de médicos que autogestionen en su lugar de trabajo la forma de recibir materiales de apoyo, para poner en práctica in situ el concepto de adiestramiento en servicio. O sea, algo muy distinto a llevarles la clase del docente del hospital universitario que trabaja con una casuística muy específica».

poner en práctica in situ el concepto de adiestramiento en servicio

El tercer componente doctrinario al que llegó la Comisión fue que se elaborara una normativa de acreditaciones nueva, es decir una valoración de las actividades de Educación Médica Continua: «De esta manera, dejamos libre a todo aquel que quiera hacer un curso o conferencia pero también valoramos de otra forma a quienes participan en las actividades de acuerdo con los criterios antedichos. Así, imponemos esta nueva modalidad por medio de la persuasión y quien participa tiene una acreditación o un puntaje válido sin necesidad de hacerlo coercitivo desde un comienzo».

Temas cotidianosmultidisciplinarios

Según Díaz Pose, para tratar estos temas, más que al docente capacitado en medicina interna, se necesita el apoyo de nutricionistas, psicólogos, sociólogos y asistentes sociales, es decir, una nueva forma multidisciplinaria de abordar la Educación Médica Continua: «De pronto, no necesitamos tanto al profesor de clínica hospitalaria sino los apoyos de otras ramas del conocimiento fuera de las ciencias médicas».

A continuación agregó: «Esta doctrina apuntaba sobre todo al sector de atención primaria de salud, médicos y pediatras generales, el cual se encuentra muy desasistido en estas actividades y es estratégico ya que es la puerta de entrada al sistema sanitario. Si ese contacto es caótico, el sistema se vuelve ineficiente y costoso, pero si es calificado y eficaz daremos mejor atención de salud y abatiremos costos».

El salto y el déficit

El Dr. Barret Díaz afirmó: «El salto a la realidad se ha venido procesando en forma gradual y ha tenido grandes avances, pero todavía estamos muy lejos de lo que necesitamos».

A partir de 1990, continuó, el Ministerio de Salud Pública «pateó el tablero» planteando el tema de la recertificación de títulos (sin haber asegurado antes un sistema de Educación Médica Continua), el cuerpo médico reaccionó y en 1991 se decidió a iniciar actividades de Educación Médica Continua, con contenidos temáticos derivados de las publicaciones del msp relativas a las enfermedades más importantes del país.

En 1992 se traslada todo esto a la Facultad de Medicina a partir de la propuesta del orden de egresados de organizarla allí. En ese mismo año ya funcionaba una comisión en la que participaban delegados de Salud Pública, Facultad, Femi y el smu, y se lleva el tema al Parlamento, que lo encuentra interesante pero también confirma que se halla en una fase muy primaria.

En 1993, el smu formula el Plan Piloto de Educación Médica Continua, donde plantea una etapa de transición que sirva para sacar conclusiones y sensibilizar al cuerpo médico: «Este Plan se comenzó a aplicar junto con el casmu en 1996 y prosigue este año; buscó perfeccionarse solicitando los apoyos de infraestructura organizativa y económica que nos permitieran impulsarlo como queríamos. Es decir, a nivel nacional y con carácter oficial, por medio de un organismo donde podamos coordinar los participantes fundamentales: Facultad de Medicina, msp y el cuerpo médico organizado a través de la Femi y el smu».

Barret Díaz fundamentó la participación de cada uno de los actores: la Facultad es el saber científico en medicina, Salud Pública es el órgano que fiscaliza la asistencia en todo el país y el cuerpo médico organizado en el smu y la Femi provee los canales o vasos comunicantes para llegar a los profesionales.

La materia pendiente

«Hoy, en agosto de 1997, podemos evaluar que en Uruguay todavía hay un vacío en cuanto a la realización de actividades de Educación Médica Continua de nuevo tipo. Hubo planes pilotos cumplidos a medias. Los participantes hemos intentado coordinar entre nosotros con dificultades de relacionamiento. El resultado es que si alguien quisiera competir para realizar Educación Médica Continua en Uruguay, ya sea por medios telemáticos o editoriales, o por la presencia de equipos docentes, nosotros correríamos el riesgo de que ésta no se realizase bajo la égida del organismo coordinador antedicho. Ninguna de las actividades que llamamos inorgánicas son malas en sí mismas, el riesgo es que al no haber un organismo multiinstitucional fuerte que las lleve a cabo persiste ese vacío donde una iniciativa pujante, coordinada y con mucho apoyo financiero podría convertirse en la gran moda de la Educación Médica Continua al margen del protagonismo de Facultad, Salud Pública y el gremio médico. Nosotros no queremos ni podemos cerrarle la puerta a nadie, pero aspiramos a tener una actividad signada con vigor por un organismo con esa composición y la verdad es que todavía tenemos un déficit muy acentuado. Darle prioridad a un organismo multiinstitucional es una materia pendiente», destacó Díaz Pose.

Más adelante afirmó que, luego de poner a funcionar el organismo, «dio la impresión de que muchos de sus participantes priorizan la actividad propia sin haber puesto el acento suficiente en el organismo que pretendemos crear. Y creemos que sólo el organismo conjunto tiene la fuerza suficiente para pedir apoyo económico o contar con una infraestructura organizativa que le dé alcance nacional y carácter oficial y de esa manera pasar a ser el gran protagonista de la Educación Médica Continua del Uruguay».

Epílogo

Sobre la experiencia reciente del Plan Piloto, que puso en práctica la Educación Médica Continua de nuevo tipo, Díaz Pose recordó que se eligió el tema «Hipertensión» a partir de una encuesta realizada entre los médicos. Se trabajó en talleres muy participativos, se efectuó una evaluación y se hizo en un horario remunerado para el médico, «consiguiendo los fondos de manera esforzada e informal a partir de gestiones del Sindicato Médico con los laboratorios nacionales».

Este año se está repitiendo lo mismo con el tema «Diabetes».

«En lo que me es personal, le encuentro la dificultad de que por tratarse de un plan piloto es difícil reiterarlo como tal. La idea consistía, en 1996, en que sirviera como una experiencia que posibilitara sacar conclusiones, sensibilizar al conjunto y, admitiendo que era imperfecto, solicitar su perfeccionamiento por medio de los apoyos organizativos y financieros necesarios a nivel nacional. Allí es donde justamente falló la coordinación de los integrantes del organismo multiinstitucional, que como conjunto no avanzamos en el camino de obtener ni los financiamientos ni la estructura organizativa requeridos. Este año cada uno por su lado ha seguido haciendo cosas, pero no han redundado en un avance del organismo», subrayó.

como conjunto no se avanzó en lograr financiamientos y estructura organizativa

En relación con las actividades a las que está abocada la Comisión del smu hoy, señaló que además de conseguir el financiamiento para el plan piloto en curso, también tiene previsto realizar encuentros de relacionamiento con los médicos de los países vecinos, en vista del avance en las gestiones sobre revalidaciones de títulos a partir de los acuerdos del Mercosur.

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