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por Armando Olveira

Defensa laboral del SMU

En seis meses, 25 casos

El Servicio de Patrocinio Laboral del Sindicato Médico del Uruguay funciona desde el 1º de noviembre del año pasado, por un acuerdo firmado con las abogadas Gabriela Pereyra y Mariela Sica. Hasta el momento han atendido 25 casos con distinto contenido judicial y extrajudicial.

«Llama la atención el poco conocimiento que tiene el médico de sus derechos laborales», reflexionó la DRA. Pereyra.

 

La Dra. Gabriela Pereyra aseguró que «resulta llamativo que los médicos tengan tan poco conocimiento de sus derechos laborales. Claro que una vez que surge un problema, éste se vuelve obsesivo en el tema y lo conoce tan profundamente como cualquier experto en la materia».

Citó el caso de los contratos de arrendamiento de obra (unipersonales), que «muchos jóvenes y no tan jóvenes firman sin saber que pierden todos los derechos que tanto les costó conseguir a organizaciones colectivas».

«A veces llegan a consultar sin tener idea de ventajas y desventajas de la modalidad contractual a la que están sujetos. Es así que aceptan status jurídicos que los perjudican sin pensar en qué pasará después. Pero lo peor es que pierden toda capacidad de negociación», aseveró.

No obstante, dijo que «son muy receptivos a todo consejo profesional y atienden la explicación técnica sobre el andamiaje jurídico. Es la ventaja de ser profesional universitario aunque la materia no sea el Derecho. Además el cliente promedio del smu es muy respetuoso y diligente para realizar los trámites judiciales o extrajudicales».

Afirmó también que «existe mucha preocupación en el gremio médico por los casos laborales que pudieran desembocar en eventuales demandas por malpraxis. Entre otras cosas, porque el demandado responde siempre con su patrimonio».

Derecho público y privado

Pereyra explicó el mecanismo administrativo del servicio que depende directamente de la asesora institucional en la materia, Dra. Martha Abella.

«El sistema administrativo se centraliza a través de la Secretaría del smu y desde allí se nos entregan los casos para iniciar el patrocinio», dijo.

Luego definió su tarea como «un asesoramiento integral en todas las instancias laborales que puede enfrentar el médico, tanto en el derecho público como privado».

En el ámbito estatal, intervienen en evacuaciones de vista y sanciones, recursos administrativos, acciones de nulidad ante el Tribunal de lo Contencioso Administrativo y, por supuesto, en todos los aspectos judiciales y extrajudiciales referidos a la relación contractual de los asociados.

Sanciones y descargos

«Si no existe contenido económico (por ejemplo una indemnización) el servicio es totalmente gratuito», aclaró Sica.

En el ámbito privado, las tareas más usuales son: examinar expedientes, asesorar en eventuales sanciones y patrocinar acciones ante el Ministerio de Trabajo y el Poder Judicial.

Pereyra subrayó que «una parte muy importante de la labor está vinculada a negociaciones extrajudiciales para el mantenimiento de la fuente de trabajo del médico. Se han dado casos increíbles, como la aceptación de una rebaja salarial para no perder el puesto».

«Las irregularidades que más se repiten son malas liquidaciones, licencias que no se cumplen de acuerdo con los convenios o renuncias presionadas. Es muy común que a un profesional recién recibido le otorguen una licencia de veinte días, cuando en verdad deberían ser treinta por tratarse de un trabajador de la salud, o que no se le liquiden correctamente las horas extras por guardias de 24 horas», indicó.

En cuanto a las vistas de sanciones sostuvo que «pocos saben que notificarse sin efectuar los descargos correspondientes implica un consentimiento tácito de la medida. Es fundamental el asesoramiento profesional en estos casos porque muchas veces los empleadores tienen como estrategia sumar sanciones para justificar un despido por notoria mala conducta». 

Juicios cargados de emotividad

l Aunque no encabezan la nómina de accionantes laborales, los médicos jóvenes son quienes presentan la mayor cantidad de casos, especialmente por irregularidades en pequeñas emergencias o mutualistas que intentan captar socios con cuotas bajas y no cumplen con las normas laborales. Esas empresas tienen un responsable físico identificable, muchas veces una sociedad, pero cambian rápidamente de razón social.

l Al Poder Judicial llegan muy pocos casos consultados a las asesoras laborales, no más de 5%. Resulta muy efectiva la mediación gremial y extrajudicial. El fenómeno también se explica por un verdadero problema general: la alta desocupación. «Lamentablemente, los médicos recién recibidos aceptan trabajar en condiciones laborales que en otro contexto serían impensables. Hay un dato absolutamente real: el inicio profesional es realmente penoso. Con el correr de los años la situación mejora, pero deben pasar años pagando derecho de piso, trabajando para verdaderos fantasmas», señala la Dra. Abella.

l Las mutualistas encubren con la figura del médico suplente una relación laboral que debería ser estable. Es una figura típica del gremio médico. La mayoría de las consultas son de «suplentes», que en realidad no lo son. En los hechos se trata de un técnico permanente desde el momento que es convocado en forma regular y continua para desempeñar distintas guardias. Ese status tan atípico lo prende al médico de un hilo, porque en cualquier momento pueden dejar de convocarlo.

l Muchas empresas no liquidan según el laudo, sino que reconocen solamente 70% u 80% del total de la masa salarial. No se pagan prestaciones laborales, como salarios vacacionales o aguinaldos, o las pagan mal y en cuotas. Todas son prácticas absolutamente ilegales que, lamentablemente, son aceptadas.

l En los últimos tiempos aumentó la utilización de una nueva figura laboral, las empresas unipersonales, creada hace algunos años, antes de la ley de Reforma Jubilatoria que finalmente la institucionalizó.

l Las abogadas del smu han asesorado sobre la inconveniencia de este tipo de contratos. «Los hay de todo tipo», señalan. «Lo peor es que se intenta simular un arrendamiento de servicio como profesional liberal para encubrir una relación de dependencia», explican. Se facturan honorarios para evadir prestaciones laborales y aportes a la Seguridad Social.

l Escudándose en ese contrato, el empleador no otorga licencia, no paga salario vacacional y el empleado pierde años en la Caja de Industria y Comercio a cambio de una remuneración un poco por encima del salario como dependiente.

l La jurisprudencia actúa cuidadosamente al relevar este tipo de contratos. El juez analiza si el contrato en verdad cubre una relación de dependencia. Los tribunales son muy rigurosos en la aplicación del principio de primacía de la realidad.

l El juicio laboral de un profesional de la medicina está rodeado de una situación de crisis humana y profesional, a veces por encima de la faceta económica. «El médico vive una sanción o un despido como una agresión personal, primero, y corporativa después. Cuando se llega a la demanda es porque la situación ya es insostenible, fundamentalmente en la relación profesional», explica la asesora. Son juicios cargados de emotividad.

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