Editorial

Despedimos el año 1996 con la alegría que nos deja el clima de cooperación que signó el trabajo sindical de las diferentes agrupaciones a lo largo de los últimos meses. Este se mantuvo a pesar que transitamos por periodos difíciles. Juzgamiento ético de destacados colegas, inestabilidad laboral en el mutualismo con el cierre, creación y reformulación de varias IAMC, posible pérdida de fuentes de trabajo, dificultades económicas en el CASMU. 

El SMU trató estos temas con la mayor responsabilidad por medio de sus comisiones, intentando la máxima objetividad en la defensa de los colegas involucrados. Algunas de estas situaciones laborales no están resueltas a la fecha y seguimos trabajando en ellas. 

Consolidar instrumentos técnicos es básico 
para obtener resultados prácticos  

Insistimos en la importancia fundamental del CIESMU como herramienta técnica para la elaboración de estrategias de negociación útiles. Estamos trabajando, además, en la posibilidad de publicar cuadernos de investigación a partir de los estudios de este Centro. Estos serían materiales de referencia para los especialista en salud y los médicos en general. 

En diciembre completamos las firmas necesarias para iniciar la tramitación de nuestra Caja de Auxilio y cumplir en 1997 con el anhelado deseo de los médicos de contar con una Caja propia. 

Seguimos y seguiremos comprometidos con el Hospital Universitario. Estamos convencidos de que es imprescindible su reformulación como amparo y garantía de su existencia. Es un bien social por intermedio del cual los universitarios nos formamos, asistimos a nuestra gente y concentramos -o deberíamos concentrar- la producción, control y auditoría de la tecnología de avanzada, la más costosa para el país. 

Concretamos experiencias innovadoras en Educación Médica Continua conjuntamente con los médicos del CASMU y la Escuela de Graduados, llevando al terreno en el que se realiza la asistencia médica aquellos temas y métodos de enseñanza que los propios colegas eligieron como más interesantes e idóneos. Esta experiencia está todavía en camino de evaluación y perfeccionamiento. 

Se impulsaron las mejoras posibles en el MSP, habilitando un proceso tan importante como las mejoras mismas: aproximar al SMU distintos grupos de colegas preocupados por sus condiciones de trabajo y remuneración. De este modo, colaboramos en la organización de grupos de técnicos que de todas maneras quedarían fuera de las estructuras sindicales. 

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Además de concretar varios de los proyectos señalados, deberemos concentrar esfuerzos en dos grandes temas. En primer lugar, la negociación salarial. En junio vence el actual convenio. Deberemos pactar pautas salariales que básicamente mejoren la situación de los médicos generales y pediatras. 

En este sentido estamos trabajando, en el entendido de que el reparto de la torta salarial es injusto, así como ética y gremialmente inaceptable. Las soluciones para este problema sólo pueden surgir de nosotros mismos, tanto en la lucha reivindicativa como en los acuerdos entre médicos. 

Estamos trabajando con buenos niveles de acuerdo y explicitando desacuerdos en las Bases Fundamentales del CASMU. A principios de 1997 tendremos un proyecto base y proyectos alternativos que permitan a los colegas estudiar la reformulación del CASMU. No menos complejo que la formulación de las nuevas bases es el problema de su divulgación, discusión y resolución. 

Continuaremos con la incentivación en ASSE. Ya existe acuerdo con el Ministerio para continuar el proceso de mejoras con el área materno-infantil en todo el país. En estos días comienzan a trabajar las comisiones mixtas que delinearán políticas en tal sentido. 

Falta mucho por hacer, depende de nosotros.