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Raúl E. Somma Moreira
Dr. Raúl
Somma Moreira
Sin duda alguna no quería irse todavía de este mundo porque antes que nada, o que todo, era un hincha rabioso de la vida, pensando siempre, y seguramente hasta el día final, en el futuro, en nuevos propósitos y planes para encarar y desarrollar con su conocido entusiasmo. Quince días antes de su partida charlábamos justamente de todo esto y mucho más en un bar de la calle Centenario. Tal encuentro me ha servido de consuelo en cierto modo, ya que hacía como tres meses que por una razón u otra no nos veíamos. Pero la vida es así...
No es para nada frecuente que alguien -al marcharse definitivamente- logre despertar tanta congoja y reunir tanta unanimidad de opiniones sobre su vida y su obra como en el caso de Raúl.
Era una persona llena de virtudes, también con defectos, claro está, porque era humano, pero ellos de una entidad menor que no creo merezcan ser siquiera citados. ¿Qué virtudes? Aquellos muchos que lo conocieron estarán de acuerdo con lo que sigue: los que no lo conocieron o no lo recuerdan bien, quizá lo puedan imaginar o prontamente rememorar.
¿Cuáles virtudes decíamos? Bueno, muchas. Entre otras, su clara, lúcida y sagaz inteligencia, su proverbial cortesía (jamás en una esquina iba a doblar antes que el peatón allí presente, aunque fuera apurado), su extrema puntualidad, rayana a veces con la exageración (creo que nunca llegó tarde a una reunión formal o informal por lo que recuerdo, salvo por razones de fuerza mayor), su profundo amor por el prójimo y por su familia (en nuestra última reunión me contaba todo lo que le había afectado la muerte de Ema, su señora esposa), su generosidad habitual, el dinamismo permanente y característico, su sentido del humor siempre pronto para el chiste o la ocurrencia (una noche, en el interior, y luego de un piropo de lo más gentil por cierto, le espetaron "viejo verde", a lo que respondió fulminante: "¡cómo, si de noche no se ven los colores!"), trabajador incansable.
¿Faltan otras virtudes? Seguramente que sí. Por ejemplo su agradecimiento perpetuo a sus mayores y profesores (sentía profundo respeto y admiración por Tosi, a quien siempre le decía "el Maestro"). En este medio en que nos toca vivir, en que el agradecimiento justiciero es una especie en claro peligro de extinción, lo antedicho adquiere enorme valor. Otra virtud de Raúl era su constante madrugar, que para el que esto escribe constituyó un terrible defecto en ocasión de nuestras visitas de supervisión a los laboratorios del interior del país: en todos los hoteles se levantaba tempranísimo, antes que cantaran los gallos, y se ponía a preparar los implementos para la afeitada y el baño, ¡metiendo un ruido bárbaro con su infaltable ruidoso portafolios!... ¡las peleas que tuvimos por esto! Con el tiempo mejoró en este aspecto...
El Dr. Raúl Somma, con toda la
pasión que lo caracterizó, en uno de los
eventos sobre la temática VIH-Sida, que lo
tuvieron como infaltable animador
Gran parte de lo dicho es traducción de años de amistad cultivada a lo largo de una prolongada actuación en las cátedras de Bacteriología y de Parasitología, respectivamente, a partir de la década del 60, así como en el Departamento de Laboratorios de Salud Pública del MSP donde trabajamos juntos por un lapso de 14 años, él como director y el que esto suscribe como subdirector.
Tal amistad influyó bastante en logros significativos tanto en actividades de investigación como docentes, y también en otras relacionadas con la organización y reglamentación sanitaria nacional.
Así, en investigación, pudimos, por ejemplo, complementarnos en la planificación y concreción posterior de algunos estudios plasmados en trabajos originales, luego publicados en revistas científicas internacionales arbitradas (1,2).
En la docencia de Facultad pudimos aunar esfuerzos para, entre muchas otras cosas, la organización y dictado anual de los cursos del Ciclo de Estructuras y Funciones Alteradas (CEFA), reinstaladas en 1986 y en todo lo que tenía que ver con la participación de nuestras cátedras.
El Departamento de Laboratorios de Salud Pública (luego División) del MSP, ya mencionado, ubicado en 8 de Octubre y Garibaldi, donde comparte el edificio con el Servicio Nacional de Sangre, fue creado en 1977 a instancias del entonces director de Epidemiología, el Dr. Leonel Pérez Moreira. Este confió en Somma para su no fácil concreción a partir del antiguo laboratorio nacional para diagnóstico de la sífilis. Casi enseguida nuestro amigo hace su primer infarto. Estando internado, recuerdo que le dijo a Leonel: "No te preocupes, esto es pasajero, ya lo vamos a lograr". Y lo logró nomás, ciertamente con creces.
Desde el Departamento se alcanzó paso a paso un objetivo fundamental como fue la puesta en funcionamiento de un Sistema Nacional de Laboratorios de Salud, inexistente hasta entonces en nuestro medio y que ha merecido el mejor elogio y reconocimiento, sobre todo de parte de los más necesitados e interesados, es decir, los laboratoristas de todo el país.
Con el transcurso del tiempo, el Departamento se constituyó en el Laboratorio Nacional de Referencia en sida, hepatitis, Chagas y toxoplasmosis, entre otras patologías.
La docencia representó también allí un frente importante de labor, dictándose numerosos cursos de perfeccionamiento (no menos de veinte), con la activa colaboración de los distinguidos profesionales y técnicos del mismo y sobre muy diversos temas de relevancia como, entre otros, "Enfermedades transmitidas por venoclisis", "Enfermedades de transmisión sexual", "Bioseguridad en el laboratorio", "Control de calidad", etcétera. En el mismo sentido fueron elaborados un sinnúmero de materiales impresos de divulgación sobre variados temas de interés sanitario nacional con fines diagnóstico o de profilaxis, sin olvidarnos de la publicación de manuales sobre técnicas de laboratorio con el propósito primordial de uniformizar y estandarizar técnicas y procedimientos (3,4).
No podemos dejar de mencionar las propuestas de reglamentos sanitarios por nosotros presentados a las autoridades ministeriales y luego sancionados por sucesivos decretos del Poder Ejecutivo. Entre otros, los de Bioseguridad en el laboratorio, Dispositivos terapéuticos, Conducta frente a la hepatitis en la embarazada y el recién nacido, Obligatoriedad de la investigación de Chagas en donantes, etcétera.
La investigación, sobre todo de índole epidemiológica, alcanzó también niveles destacados en áreas como la Virología, Bacteriología y Parasitología. Valga sólo como ejemplo la realización, en el seno del Departamento, de la primera encuesta serológica nacional sobre enfermedad de Chagas con apoyo de TDR/OMS, que permitió establecer con precisión la prevalencia de la infección tripanosómica en el país (5).
Para terminar esta semblanza de Raúl, permítaseme referir sólo una anécdota de las innumerables y muchas incontables, por cierto, nacidas en el devenir de las citadas visitas a los laboratorios de la Red Nacional del interior del país en nuestro carácter de directores del Laboratorio Central:
Habíamos llegado junto con el señor Viera, nuestro estimado chofer de siempre, cerca de la medianoche y muy cansados por el largo trajinar del día, a un hotel en la ciudad de Mercedes. Luego de averiguar y aceptar el precio para pernoctar (60 pesos), nos dirigimos a la amplia y altísima habitación, encontrándonos con la sorpresa de una cantidad enorme de telas y arañas por todos lados, sobre todo en los bordes del techo. Raúl decide inmediatamente llamar al buen señor que nos había atendido, diciéndole muy amablemente: "Señor, mire, por favor, la cantidad de arañas y telas que hay", obteniendo como respuesta: "¡Ah sí! Es por el tiempo malo que entraron a la pieza", y con una escoba larguísima se puso a matarlas, lo que fue para peor naturalmente. Al rato me dice Raúl: "Yo voy a protestar de nuevo por esto. No puede ser". Yo le contesto: "No te metas porque nos van a echar y es muy tarde". Naturalmente, no me dio bolilla. Llama entonces otra vez al dueño diciéndole: "Señor, perdóneme, ¿las arañas duermen?". Respuesta: "No sé. Pienso que sí". Bueno, dice Somma, "entonces cóbrele 10 pesos a las arañas, nosotros pagamos 50". "Está bien", respondió el señor.
Haya paz y descanso eterno para quien tanto trabajó en vida y resignación para su hija Silvana, sus tres nietos, hermanos y demás familiares que tanto lo querían.
Dr. Ismael A. Conti Díaz
ex Profesor de Parasitología
Referencias
1. Conti Díaz IA, Somma Moreira RE y otros. Immunoelectroosmophoresis - immuno-diffusion in paracoccidioidomycosis. Sabouraudia, 11: 39-41, 1973.
2. Conti Díaz IA, Rubio I, Somma Moreira RE y Pérez Bórmida, G. Rickettsiosis cutáneo-ganglionar por Rickettsia conorii en el Uruguay. Rev Inst Med Trop, Sao Paulo, 32(5): 313-8, 1990.
3. Somma Moreira RE y Conti Díaz IA. Editores de la obra Técnicas de Laboratorio. Volumen 1. Departamento de Laboratorios de Higiene Pública. División Epidemiología, MSP. Montevideo, Uruguay, 1979.
4. Departamento de Laboratorios de Salud Pública y Organización de Lucha Contra la Enfermedad de Chagas. Enfermedad de Chagas: Normas para su diagnóstico, tratamiento y control evolutivo. Uruguay, 1992.
5. Salvatella R y col. Seroprevalencia de anticuerpos contra Trypanosoma cruzi en 13 departamentos de Uruguay. Bol Of Sanit Panam, 107: 108-17, 1989.
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