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POR QUÉ DEL GOZO
Porque la
alegría es mayor que el misterio
y la muerte es mentira,
tras cáscara calcárea
el huevo late cargado de señales.
Bajo máscara
espera acurrucado...
duerme
soñando porque el alba...
La flor pervive en miel
porque la abeja cumple
la voluntad de Dios,
que sólo mira.
Porque el poeta
cumple
y el amante
ama,
el muerto se alza
y el que vive
otea
hacia el naciente.
Porque quien sirve...
sirve!
y el hoy-día
es milagro...
y todo a su hora en punto.
**
Imperio III
Tu mano descubre en inocencia
mi rostro de la noche
y le induce a los sueños de su imperio.
Mi rostro inventa
tu mano de la noche
y en su cuenca tibia
se sumerge
para llegar al fondo
del tiempo y de las aguas.
Preciso es que tu mano
encuentre mi rostro anochecido
y le dé nombre.
Urgente es que mi rostro
siembre nombre de tu mano
y un murmullo inaudible
a toda gente.
Es imperioso
que el amor
tenga nombre.
de símbolo supremo
que mute toda esencia
-sin palabra-
**
Memoria de estas manos
Pulsa una selva virgen en los cuerpos inquietos.
No sé por qué...
pero las manos saben.
-Más allá de palabras entienden de tatuajes-
Y entonces por la noche, en el centro del mundo
es el tacto quien talla sutiles construcciones
jeroglíficas
a prueba de los dioses.
No desvela el amor en abstracto.
Sí dos manos latientes de códigos perpetuos
cosechando certeza cuando siembran -TU nombre-
en la carne y su imperio.
Y allí estás y ERES... tendida a mi costado,
mar al que me abandono,
espejo de saberme y horizonte.
Generoso en asombro para manos vacías
-TU CUERPO-
predispuesto a encrespado itinerario...
-Confía en el extremo profuso del abrazo-
BRINDA,
es la fiesta del hoy y su memoria,
en un Cáliz de Gozo.
Alienado, al zenit de tu fuente donde todo es posible
DEMANDO... EL IMPOSIBLE:
-SORPRENDE en inocencia al no inocente-
Desprejuiciada impunemente INVENTA
texturas que no existen colores nunca vistos
y las Revelaciones del Último Secreto.
ALUMBRA desde el Sitio del Fuego...
-MUÉREME con un Filo de Luz para que NAZCA-
con estas dos MANOS LLENAS de TU SOL...
**
El terrible peso del silencio II
Cuando el último hombre...
Quién podría vivir
su precario equilibrio
en la tierra sin nadie
con un planeta al hombro
y no ser Atlas...
sin el suelo firme de otra voz que tiemble
ni un puente de mirada
en que apoyarse?
Quién sin Abel ni dioses a la vista,
Quién...
sin La PALABRA?
**
Naturaleza de lo invisible III
Los amores de raza
no se esfuman
ni pueden ser olvido.
Sumergen como el pez.
Como el coral,
se aferran a una roca
en lo profundo
guarda el silencio
raíces invisibles.
Pero allí están,
para quedarse
en el abismo azul de lo inconsciente.
Y es así que un buen día
reaparecen de pronto
pronunciando sus letras con más fuerza,
ondulan como el pez en superficie
con espada de plata,
se hacen collar y anillo,
mineral esplendente,
roja su rosa, nueva,
-igual que aquella vez
allá a lo lejos-,
y apenas germinados
adquieren permanencia.
Pero sólo aparecen
e interpelan
si se hace imprescindible.
No son
sustancia frágil ni inocente.
Son esencia... y memoria.
Jamás cambian su nombre.
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Incandescencias III
del cielo que me tienes prometido
leve arena y la brisa del mar
rostro breve el instante
de imprevista sonrisa
tenue fragua la estrella
discreta y silenciando
la centella en su arista
todo tan justo digo...
no mires sin dar luz es el momento...
al horizonte en ascuas
de añiles florecido
a lo casi perdido del anteayer brumoso
al sigiloso rito de tu día
volviendo por caricia como ignorado el tiempo
al ahora fugaz y su fulgor
sin huella ni posada
a la intuición preñada de imposibles
su tierna maravilla de lo nunca admitido
en fin a lo vivido en bien
gaviota y cielo abierto...
la incandescencia
del arisco fuego en tu mirada.
**
Sitio de fiesta II
La piel es el único refugio,
un gran manto sagrado
donde una a una en tardanza la caricia
reconoce reestrena sus patrias infinitas
y despierta gozosa
una sola
en la cuenca tibia de una mano.
Me refiero a tu piel
naturalmente.
Su llamado
a destino final,
la fiesta de los tactos el deslumbrado Olimpo
un sitio de llegada.
Lo demás... es el mundo
y no interesa.
**
Flor y matriz II
Hace el tacto sutil
lo siempre nuevo de mi piel en tu piel
como una sola
y el latido por ti
la melodía
que mece todo ritmo
el aliento al decir
la falta que me falta
por llegar a tu centro
y al centro de mi centro
que es donde tú estés
y hoy dice ven
en susurro en soplo y en chasquido
alisio
mar serena
y matriz de la flor
donde me naces
como si para siempre
y desde el primer día
de los tiempos.
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Carta a una mujer
Ocasión de metal
filo diestro a la entraña
en acción y palabra
diste fin a palacio
Habrá otro
De mejor circunstancia
Será lejos
del tiempo y el espacio.
No serás visitante
y no lo siento
Lo siento
Seudónimo: Alfa Centauro
Socio SMU