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Dr. Andrés Banchero:
«Hay que fortalecer y mejorar la gestión»
El doctor Andrés Banchero es representante del orden de egresados de la Facultad de Medicina en la Comisión Directiva del Hospital de Clínicas. Integra el Órgano de Conducción Política y expone alternativas para destrabar la situación, con la propuesta de un taller, en marzo del 2000, en el que participen todos los actores involucrados.¿Cómo evalúan la situación del Clínicas?
Es crítica, llegando a niveles inusitados desde un punto de vista físico y funcional. Basta que cualquier persona lo vea para que se dé cuenta del deterioro, empezando por la limpieza, pasando por la pintura, el mantenimiento.
Dr. Andrés Banchero: "Creo que existe una tendencia
inducida por el Banco Mundial hacia la calidad, la eficacia y la eficiencia
para gastar menos
¿Cómo se llega a esto y cuáles son las salidas posibles?
En cuanto a los antecedentes, durante la dictadura se hablaba de «la ciudad de la salud» y se daban algunas cifras de producción como si se tratara de una fábrica que produce comestibles o herramientas. Se decía que se gastaban tantos metros de gasa o kilos de algodón, que se veían tantos enfermos... Esos indicadores son importantes, pero el producto final del hospital es otra cosa. Por lo tanto, si bien en aquel momento se destinaban mucho más recursos para su funcionamiento -porque era una forma de hacer propaganda- el presupuesto se fue haciendo cada vez más magro, llevando al hospital a una crisis.
Pero el problema del hospital no pasa por el presupuesto. El sistema en sí está fallando por motivos vemos desde distintas perspectivas.
Hablaré desde mi perspectiva, que intenta ser la del Sindicato Médico del Uruguay. Cuando en mayo del 98 se me propone representar a los egresados en la Comisión Directiva del Hospital de Clínicas (CDHC), sostuve que me gustaría no estar a título personal sino como representante del Sindicato, para lo cual contaba con el apoyo de los universitarios.
Cuando empezó a fluir información hacia los universitarios se entendió que la balanza quedaba despareja porque había tanto del Clínicas que se podían descuidar asuntos universitarios. Surgió la idea de hacer una subcomisión del Hospital de Clínicas en la Comisión de Asuntos Universitarios del SMU.
Es una comisión plural en la que están representadas todas las perspectivas. Se trata de discutir y llevar en los temas cruciales el aporte del Sindicato. Nosotros no tenemos mandato imperativo, pero sí me gusta representar al Sindicato, por lo tanto la posición que llevamos a la Comisión Directiva en los temas trascendentales intenta ser la representación de lo que piensan los distintos sectores del mismo.
Por otra parte, cuando el doctor Sica Blanco deja la OCP -el Órgano de Conducción Política del Hospital de Clínicas- yo también la integro. Como el Hospital de Clínicas viene de un proceso crítico que ya es crónico se ha intentado reflotarlo; con ese fin, del 93 al 97 se trabajó en un proyecto llamado Centro Médico que por diferentes motivos no pudo llevarse a cabo como tal.
Ese proyecto se tomó como insumo y la Universidad de la República lidera el proyecto de reconversión para la formación de recursos humanos del Hospital de Clínicas. Para ese proyecto se crea un Órgano de Conducción Política integrado por los decanos de las diferentes áreas: los decanos de Medicina, Odontología, Psicología, Química, estudiantes de la FEUU, un egresado, funcionarios del Hospital de Clínicas de la UTHC y del INDE. A su vez, ese Órgano de Conducción Política tiene un segmento que es la UPP, la Unidad Para el Proyecto, liderada por el economista González Pose e integrada por expertos para desarrollar lo solicitado.Se está negociando con el BID. Hay cuatro proyectos funcionando, uno de análisis del mercado laboral, otro de forma de pago médico -para el que se llamó a concurso-, otro sobre gestión y otro sobre el rendimiento universitario.
El BID ya había tenido contactos con la gente del proyecto Centro Médico, pero la OCP ya ha tenido varios contactos. En este mandato presidido por el contador Iglesias, éste debería ser un agente facilitador. El préstamo permitiría llevar adelante este proyecto. Cuánto va a ser el monto de este préstamo no lo sabemos, pues hay que adecuarlo a las necesidades. Con ese fin se está haciendo un estudio de demanda, necesidades, de población referente y, por último, un estudio de satisfacción del usuario.
Es también un cambio cultural.
Pero ¿basta con reflotar el Hospital de Clínicas? El Sindicato Médico piensa que hay que hacer un nuevo modelo de atención a la salud que tiene que integrar lo público y lo privado. El Hospital de Clínicas juega un papel trascendental porque es el gran referente a nivel nacional.
Uruguay es el único país donde todos los recursos humanos se forman en el Hospital de Clínicas, no sólo los médicos, todas las escuelas de Tecnología, de Enfermería, todo lo vinculado a la salud se forma allí, por lo que el deterioro de ese hospital afecta mucho más que al propio hospital. Entonces es necesario reflotarlo y al mismo tiempo integrarlo a una red de servicios.
Esto no es fácil, cambiar el modelo de atención implica hacer un cambio cultural. Por eso es preciso difundir lo que es la OCP, el nuevo proyecto y la importancia de que el BID nos dé el préstamo a condición de que se emplee dentro del marco conceptual del nuevo modelo de atención de salud.
Uruguay gasta 9,8% del PBI en salud. Es un porcentaje mayor que el de muchos países desarrollados, pero está repartido en forma inequitativa. No se pueden gastar 600 dólares por año para un paciente de la salud privada y 200 para un paciente de Salud Pública. El sistema tiene que ser equitativo, universal, accesible e integral. Lograr todo eso no es fácil.
La OCP hizo una reunión en octubre del 98 donde se realizó un diagnóstico de situación y otra en agosto del 99 en la cual se hicieron propuestas. A esas jornadas concurrieron los gremios, los estudiantes -pocos pero fueron-, las asociaciones profesionales, los distintos especialistas, las universidades del área vinculadas; se trabajó sobre todos los temas y hubo varios acuerdos.
El primero -siguiendo la pauta dada por la Universidad de la República, que es la que dirige y lidera este proyecto- es que se estuvo de acuerdo con los cuatro partidos políticos en no hacer limitacionismo, es decir que el ingreso a la Universidad debe ser libre. Mucha gente dice que la Facultad de Medicina está muy sobrecargada y es cierto, entran muchos estudiantes, pero con la nueva política de créditos laterales la persona que entra en primer año y llega hasta cuarto puede revalidar su carrera y ese recurso no se pierde.
Entonces, para el futuro queremos el proyecto de reconversión del hospital integrado a una red de servicio con un modelo de atención nuevo, con un registro único de pacientes de modo que si tú te atendés en una mutualista no te atiendas en Salud Pública, que no se pague doble, como está pasando actualmente.
Esto se puede lograr, pero tenemos que conocer los parámetros temporales. Si el BID nos dice que sí, el país contrae una deuda que tiene que entrar en la ley de presupuesto del 2000, a partir de ese año contaríamos con el dinero y los primeros resultados se podrían ver a partir del 2001. Es un macroproyecto, estamos hablando de más de 50 millones de dólares, por lo tanto no podemos ser inmediatistas.
En cuanto al presente, es obvio que el hospital está muy deteriorado. Yo integro la Comisión Directiva e intentamos hacer planes de emergencia para ir apagando incendios. Hay problemas con los ascensores, con la limpieza, con el mantenimiento, con enfermería. En cuanto a los insumos, los medicamentos, que son una de las columnas vertebrales, hace más de dos años que faltan para quien viene a policlínica. Si tú no estás internado y venís a consultar no tenés medicamentos; a veces los médicos dan muestras. Eso es grave. En cuanto a la producción quirúrgica, ésta también ha bajado.
Se está intentando reorganizar pasando por las fases operativa y de gestión. En cuanto a la gestión lo importante es marcar las políticas de acción del hospital. El problema es que tenemos personal de dirección pero está desbordado.
Hay que fortalecer y mejorar la gestión. Para eso hace falta llenar los cargos de dirección; desde el año 91 no hemos tenido un director profesional dedicado, después vino el doctor Villalba pero sin un equipo completo. Han pasado distintos profesionales con vocación, pero no son profesionales de la administración y no cuentan con un equipo completo. A veces hablo de macrocefalia porque por más que esas personas pongan buena voluntad son muy pocas. Sería importante capacitar a los mandos medios que llevarían el control de la parte operativa.
Pero ¿cuál es el punto en discusión?, ¿dónde hay visiones encontradas?
Voy a citar un ejemplo. El 5 de octubre hubo un paro por el tema limpieza decretado por la Unión de Trabajadores del Hospital de Clínicas (UTHC). Si bien figuran 140 personas destinadas a limpieza, por distintos motivos son efectivamente 80 y con menos de 120 funcionarios es imposible limpiar. Ante eso, la Comisión Directiva decidió contratar en forma excepcional para esta emergencia una empresa de limpieza. Eso generó una reacción de los funcionarios; después de dos asambleas hicimos un documento en el que quedaba claro que no era una política de privatización.
Hay un deterioro de los distintos órganos, sobre todo a nivel de los gremios. Los funcionarios no tienen toda la razón pero son dejados de lado en las resoluciones y ellos a su vez acusan de corrupta a la dirección.
Yo llevé un documento a la Comisión del Hospital de Clínicas que está a estudio y se llama «El deterioro de las relaciones funcionales en el hospital». Hay órdenes que en la práctica -y también en las actas- están enfrentados, llámese orden estudiantil y UTHC.
Siendo egresados queremos ser el fiel de la balanza, sin volcarnos hacia uno u otro lado. Esto no es fácil porque a veces inciden problemas externos como la Universidad privada o la privatización de servicios, muy difíciles de operativizar en un sistema como el nuestro, pero que siempre están presentes.
Las fotos eximen de comentarios. Mas allá de la polémica
instalada, es preciso no dejar morir al histórico Hospital
de Clínicas.
¿Por qué el cuestionamiento a una filosofía de «calidad»?
La calidad es fundamental en los tres niveles -docencia, asistencia e investigación-, pero no en un marco de filosofía de la calidad. Personalmente creo que existe una tendencia que no es espontánea sino inducida por el Banco Mundial hacia la calidad, la eficacia y la eficiencia para gastar menos y rendir más. No sé si hay que gastar menos, pero hay que dar un aporte social que muchas veces se olvida.
Anoche se reunió la Comisión del Hospital de Clínicas con el Ejecutivo y después de hablar largo rato e intentar fortalecer los puntos de acuerdo, a instancias del doctor Macedo se propuso realizar una jornada sobre el Hospital de Clínicas. Yo la propuse como una jornada-taller. Nos va a llevar tiempo empezar a preparar y traer los temas candentes para tratarlos en una mesa con los distintos actores y no desde una sola óptica.
¿Esa instancia ya está resuelta?
Sí, aunque no está resuelta la fecha porque queremos que estén todos los actores, no sólo los médicos, porque si hay toda una problemática de vinculación con los funcionarios, éstos tienen que aportar su punto de vista. Calculo que no se va a efectuar hasta marzo del año que viene porque lleva mucho tiempo prepararlas. Queremos que sean un aporte como lo fue el documento del Encuentro de Solís sobre el modelo de salud general.
La idea es tratar los temas operativamente, por ejemplo, de cómo se manejan las compras.
El Hospital de Clínicas gasta 4 millones 200 mil dólares por año en compra de medicamentos; hay una propuesta para partir esa suma en doceavos y recibirla en efectivo. Si contáramos con ese dinero bajaríamos casi en un 50% la compra de medicamentos porque el Hospital de Clínicas paga lo mismo que cualquier usuario; las mutualistas los pagan mucho más baratos porque tienen esa otra forma de pago.
Si nos aggiornamos, tenemos un sistema de compras más moderno e instalamos un sistema de información adecuado -no cegados por la informática-, podemos ahorrar dinero. Si tuviéramos una planta de oxígeno estaríamos ahorrando 600 mil dólares al año. Hay muchas ideas fermentales a nivel de oxígeno, de medicamentos, de insumos. Si las pudiéramos instrumentar, el hospital mejoraría mucho.
¿Qué porcentaje se financiaría con el préstamo del BID?
El préstamo del BID es para formación de recursos; estoy hablando de lo gerencial.
Es muy difícil separar el porcentaje porque si se quiere formar cirujanos hay que atender bien a los pacientes y operarlos. Si se quiere preparar técnicos de laboratorio hay que tener los reactivos.
Por eso la formación en cuanto a la administración de los recursos.
Exactamente. Otra faceta importante es la educación médica continua, no sólo para los que se están formando sino una actualización voluntaria para todos los médicos. La medicina cambia, entonces hay que ver no sólo los pregrados y los posgrados sino también los egresados.
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