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La Comisión Casa del Médico y Recreación presentó el Código del Anciano

Hacia una sociedad de todas las edades

El pasado 29 y 30 de setiembre, en el marco del simposio «Por una Mejor Calidad de Vida y Derechos Humanos del Adulto Mayor», organizado por la Comisión de Casa del Médico y Recreación del SMU, fue presentado el anteproyecto Código del Anciano, confeccionado por dos integrantes de dicha comisión. Diputados y senadores de los cuatros partidos políticos, invitados extranjeros y numerosos especialistas, abordaron la problemática de los adultos mayores en el Año Internacional del Adulto Mayor.

por Ana Marta Martínez

Las diversas mesas redondas enfocaron temas tales como la problemática de la mujer, los impedimentos del anciano para acceder a una vida digna y participativa, la aparición de la soledad y el desamparo con el consecuente abordaje de los aspectos éticos, sociales y económicos que inciden sobre estas situaciones. Las ponencias fueron enriquecidas por el aporte de legisladores, invitados extranjeros, estando el cierre a cargo del profesor Nelson Pilosof.


Primera Mesa Redonda sobre Salud y Ancianidad. De izq. a der.: Dr. Guillermo Manito (INSAM-MSP), Dr. Ítalo Savio (Fac. de Med.), Dra. Cristina Nocetti (CASMU), Dra. Doris Baccino (Coord.), Dr. Fiusa Lima (OPS) y S. Jesuita,Omar França.

El presidente del SMU, Dr. Juan Carlos Macedo, destacó la importancia de la presentación del anteproyecto Código del Anciano y señaló que el trabajo de la Comisión de Casa del Médico y Recreación, «constituida por muchos compañeros que integran este grupo etario, demuestra en sí mismo la capacidad y la necesidad de las instituciones de la acción de los adultos mayores». Dijo también que cuando los cambios demográficos señalan un aumento creciente de las personas de edad, «este tipo de jornadas nos va a enseñar y aprenderemos que el adulto mayor es cada vez más un patrimonio y no un peso social».

A continuación, la Dra. Elfriede Lilián Goldschmidt resumió el trabajo que viene desarrollando la comisión organizadora. Explicó que la Comisión de Casa del Médico y Recreación trata de establecer con el médico que se jubila un relacionamiento que le asegure nuevas perspectivas espirituales, culturales, de esparcimiento y superación. Otro objetivo es la concreción de la Casa del Médico. «Siendo que este año fue denominado el Año Internacional del Adulto Mayor -continuó-, la comisión organizó este simposio con el objetivo de dar realce a todo aquello que contribuya al mejoramiento de la calidad de vida de todas las personas en su vejentud y a establecer sus derechos humanos».

La Dra. Goldschmidt dijo que los cambios demográficos determinaron la aparición de nuevas problemáticas para el adulto mayor que también se evidenciaban a nivel de la valoración social donde «priman criterios utilitarios que terminan por marginarlo alterando su dignidad». Si bien en nuestro país hay leyes y reglamentaciones de protección a la tercera edad y hay beneficios otorgados por la seguridad social, «estos no han sido contemplados en forma global ni están apoyados en un marco normativo». Por esto, la necesidad de confeccionar un Código del Anciano que brinde el amparo necesario.

Hechos y no palabras

La decana de la Facultad de Derecho, escribana Teresa Gnazzo, destacó lo oportuno de la presentación de este anteproyecto del Código del Anciano y felicitó a los autores. Tras indicar los cambios de la sociedad moderna, sostuvo que se necesitaba este anteproyecto de ley porque el anciano «está en una situación de inferioridad y necesita normas que lo protejan, tal como hay normas que protegen al niño. Este anteproyecto viene a cumplir una necesidad vital de nuestra sociedad para que el adulto mayor sea considerado como ser humano. Sin duda deberá recorrer un largo camino, donde surgirán críticas, pero vale por sí mismo porque nos convoca a una reflexión».


Dra. Delia Giudice, autora del Código del Anciano, flanqueada por la Dra. Varela de Motta, correctora jurídica del proyecto.

La Dra. Delia Giudice, que junto con el Dr. Antonio Ferrara y el asesoramiento de la Dra. María Inés Varela de Motta, confeccionaron el anteproyecto Código del Anciano, realizó una presentación general y repasó sus capítulos. Como conclusión, Giudice manifestó que si bien este código «no cambia la situación del país, incita a pensarla y a ver que la ancianidad, cada vez más creciente en Uruguay y en el mundo, es un hecho muy importante y no basta con declaraciones, sino que hay que hacer».

Giudice leyó cada capítulo agregando algunos comentarios pertinentes.

El capítulo 1 define al anciano o adulto mayor como aquel mayor de 65 años.

En el capítulo 2, se ubica al anciano en la sociedad, determinando sus derechos, deberes y garantías.

En el 4, se explicita que se aplicará la declaración universal de los derechos del hombre sin ninguna restricción. «Esto es fundamental -agregó Giudice- porque la declaración universal en lo que respecta al anciano no existe» y anunció que estaban preparando una declaración de derechos humanos específica, tal como existe un Código del Niño.

La autora destacó el capítulo 3 que refiere a la creación del Instituto Nacional del Anciano (INA), sus cometidos, funcionamiento y fuentes de financiación.

El capítulo 8 propone la creación de una curaduría para que los ancianos impedidos física o psíquicamente nombren un representante de sus bienes.

Derechos constitucionales

Giudice continuó con el capítulo 9, que trata del derecho a la vivienda, señalando que tanto este como el derecho al empleo, capítulo 11, están garantizados en la Constitución. Sobre esto último, el código sostiene que se deberán desarrollar políticas de empleo adecuadas para personas de ambos sexos mayores de 65 años. «No se debe dejar ese material humano válido y capacitado en un rincón, cuando pueden prestar mucha utilidad con sus conocimientos y enseñanzas», añadió.

En el capítulo 12, que refiere al derecho a la salud, el código define la salud como bienestar biopsicosocial y no sólo como ausencia de enfermedad. Giudice explicó que la igualdad de acceso expresada en la Constitución no es tal porque cuando el trabajador se convierte en jubilado pierde la sociedad médica, en tanto que la cobertura de Salud Pública está totalmente desbordada. El código sostiene que no sólo se debe mantener la cobertura mutual sino extender una política de salud preventiva (correcta higiene, alimentación y ejercicio).

El capítulo 13, trata del hospital Luis Piñeyro del Campo, originariamente concebido como hospital para ancianos, hoy se encuentra habitado por personas jóvenes discapacitadas o abandonadas. No obstante esto, resaltó que los últimos directores han trabajado acertadamente pese a que aún restan muchas cosas por incorporar como, por ejemplo, la cátedra de Geriatría y Gerontología de la Facultad de Medicina y un Hospital Diurno para pacientes ambulatorios, punto desarrollado en el capítulo 13.

En el siguiente capítulo se propone la creación del Centro Diurno, definido como un centro gerontológico de día para la atención de los ancianos autoválidos que por la noche retornarían a sus hogares.

En cuanto al derecho a la educación, el código propone la creación de la Universidad de la Tercera Edad, la cual deberá contar con apoyo estatal.

El capítulo 17 trata sobre el Servicio Social y vuelve la mirada hacia los ancianos desvalidos para asistirlos en sus necesidades.

El capítulo 18 trata de los clubes de la tercera edad poniéndolos en dependencia del Instituto Nacional de la Ancianidad, que deberá asesorarlos y autorizarlos, pero cuya gestión deberá recaer en los propios ancianos.

El capítulo 19 trata sobre Hogares de Ancianos y Casas de Salud. Define en primer término que los primeros albergarán a ancianos auto-válidos mientras que las segundas harán lo propio con ancianos convalecientes o enfermos. La Dra. Giudice dijo que conocía la ley sobre casas de salud, pero no sabía si se ajustaba a lo que el código entiende como mínimo necesario. «En general -agregó- estos establecimientos son buenas viviendas que carecen de los cuidados gerontológicos y geriátricos, en la medida que prevalece lo comercial. Por esto deben ser controladas rigurosamente».


Dra. Elfriede L. Goldschmidt, integrante de la comisión organizadora: «Que prime la dignidad sobre lo utilitario».

Uruguay ha envejecido sin reflexionar

El simposio continuó con la conformación de tres mesas redondas sobre salud, situación de la mujer y Derechos Humanos.

La mesa redonda sobre aspectos de la salud estuvo coordinada por la Dra. Baccino. El Dr. Fiusa Lima, representante de la OPS/OMS en nuestro país, luego de dar un panorama de la atención de salud a nivel latinoamericano, sostuvo que las acciones debían pasar por apoyar a la familia. «Existe hoy una omisión a nivel de la familia y hay que concientizar a la gente respecto a esto. El adulto mayor no es un problema sino que es el resultado de políticas de salud bien ejecutadas por una sociedad que busca la igualdad y la equidad».

El Dr. Guillermo Manito, del Instituto Nacional de Solidaridad con el Adulto Mayor (INSAM) del Ministerio de Salud Pública, historió sobre los comienzos del hoy INSAM. Básicamente, lo que el Dr. Manito resaltó fue la falta de recursos con que se ha manejado. Destacó que «todo lo que existe son proyectos, este instituto todavía no tiene financiación». Esto determinó que no se pudieran culminar los cursos de formación implementados. «El Uruguay -opinó- ha envejecido sin reflexionar sobre su envejecimiento».

«La abuelita» y «la vieja loca»

La directora del Instituto de la Familia y la Mujer, Dra. Alba Osores de Lanza, abrió la mesa redonda sobre la situación de la mujer diciendo que mientras el 76% de los hombres adultos mayores están casados y unidos, tan solo el 33% de las mujeres están en idéntica situación. Sea por la tendencia a la soltería o la viudez, las mujeres mayores están más expuestas a la soledad. Explicó que recae sobre la mujer el cuidado de los adultos mayores y que en muchos casos tienen varias generaciones a su cargo que se superponen.

La Dra. Victoria Szuchmacher, de la Comisión de Género y Políticas de Salud del SMU, se refirió a la ancianidad como construcción propia. En esta construcción además de lo que nos ha impactado en nuestro modelo de familia, se suma la cultura, la etnia, la clase social y el género. En el desarrollo y la apropiación del lugar de la mujer hay que luchar con aspectos contradictorios. El estereotipo de María o Eva (santa o pecadora) en la ancianidad se vuelve más duro. «O seremos la abuelita o la bruja o vieja loca». Explicó que los sistemas de salud están sostenidos por las mujeres y que a esto hay que sumarle que las mujeres están particularmente desprotegidas por la seguridad social, dado que los trabajos domésticos no son considerados como tales.

La señora Lizzi Langón, del Plenario de Mujeres Uruguayas (PLEMMU ), narró la experiencia de trabajo con un grupo de mujeres mayores.

Ancianidad y gastos en salud

En la mesa redonda sobre Derechos Humanos, el Dr. Mario de Pena, miembro responsable de la Comisión de Bioética del SMU, abrió el fuego diciendo que ética y Derechos Humanos se entrelazan pero no siempre se acompasan. Rememoró los comienzos de la ética médica llegando hasta el surgimiento de la bioética. Atravesó los cambios en el ejercicio de la medicina y en la relación médico-paciente y recordó los cuatro principios éticos fundamentales: no maleficencia, beneficencia, autonomía y justicia. Finalmente, indicó que el 70% de los gastos sanitarios de toda la vida se da en los últimos tres años y recomendó poner coto porque la incorporación de nuevas tecnologías continuarán aumentando los costos de salud.

Por su parte, el Dr. Ruben Moreira, de la comisión Mercosur, dijo que la situación era un calco en toda la región y que el problema de la desocupación se hace verdaderamente grave en los adultos mayores, donde se «coarta el derecho al trabajo». Luego de insistir sobre que en la región compartimos los mismos problemas, instó a administrar y distribuir de manera más justa el dinero en salud de manera que los jubilados no sean tan perjudicados.

Juan Rodríguez Beletti, representante de las organizaciones de pasivos, se refirió a la postergación en que se encuentran los jubilados en lo que respecta a los espacios físicos necesarios para vivir.

La Comisión

  • Dra. Delia Giudice (responsable)
  • Dr. Francisco De Castellet (alterno)
  • Dr. Alberto Beltrame
  • Dra. Raquel Escrich
  • Dr. Sima Feldman
  • Dr. Dumas Ferreira Apolo
  • Dra. Elfriede Lilián Goldschmidt
  • Dr. Mario Uturburu
  • Dra. Regina Noble
  • Dra. Margarita Solarich
  • Silvia Toledo (secretaria)
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