Primera época de Noticias (1958-1975)

Del informativo mimeografiado a la voz que clamó en el silencio

La primera etapa de Noticias comenzó en 1958 y convivió ocho años con la ya declinante Acción Sindical. La revista fue creada por José Enrique Ormaechea como un sencillo boletín para médicos del interior necesitados de una guía de prestaciones para los nacientes seguros parciales de salud. Su perfil cambió en 1968, ante la violencia provocada por las medidas prontas de seguridad. Aun en dictadura, informaba sobre violaciones contra los derechos humanos y la situación de víctimas médicas. Fue clausurada por la intervención dictatorial en 1975.

La idea de sumar una segunda publicación del Sindicato Médico a Acción Sindical tiene una explicación histórica. Mientras Acción Sindical mantenía su perfil, se creaba una necesidad coyuntural de comunicación con médicos del interior preocupados por recibir información sobre la primera ley de Seguro de Enfermedad Parcial para obreros de la construcción y afines, conocida como CHAMSEC en 1958. En ese contexto se creó Noticias.

por Armando Olveira

Durante casi nueve años el naciente boletín Noticias y la histórica Acción Sindical compartieron firmas de destacados profesionales docentes y dirigentes gremiales del SMU

«El auge de los seguros trajo consigo un cambio cultural que influyó en el trabajo médico y obligó a una reorganización que permitiera dar contención profesional a servicios que solamente eran fórmulas financieras. Así surgió la preocupación de colegas de Montevideo y del interior, por estar informados sobre el desarrollo de los seguros. Más aun en el interior, porque los colegas no tenían una institución como el CASMU que los contuviera en régimen cooperativo para ofrecer sus servicios y tuvieron que crearlas. Esa necesidad de comunicación urgente dio lugar a la nueva revista», recordó el Dr. Antonio Turnes.

Aunque no había una firma responsable, los 5.000 ejemplares trimestrales eran editados por José Enrique Ormaechea, por entonces secretario general permanente del gremio que funcionaba en el Palacio Sindical «Dr. Carlos María Fosalba», de Colonia 1938. Era un sencillo boletín de cuatro a ocho páginas impresas en mimeógrafo, formato revista, que informaba sobre temas puntuales como la Caja Profesional o reglamentaciones para provisión de cargos en Salud Pública, entre otros.

«Ormaechea fue un dirigente ejemplar, un estudiante brillante que no se recibió por propia opción y que falleció en 1981 en las calles de Rocha, mientras ejercía como anestesista. Se propuso la obligación moral de informar a los médicos del interior, mirar un poquito más lejos y prepararlos para que pudieran beneficiarse con esos seguros. Así se inició todo un movimiento alrededor de Noticias y su información fresca y rápida», agregó.

«De Leone era un hombre universal. Con una sensibilidad plástica única y la experiencia de haber estudiado en el taller de Joaquín Torres García», rememoró Turnes. «Unía un buen manejo económico con versación como diseñador e ilustrador. Marcó una época de la revista», asintió Rodríguez de Vecchi.

Al servicio de la libertad

El contenido de Noticias fue adaptándose al proceso de deterioro social y político que comenzaba a sufrir el país. En 1968, la publicación defiende el trabajo médico en medio de los enfrentamientos con el gobierno de Jorge Pacheco Areco. La política editorial se centraba sobre los conflictos médicos, problemas de derechos humanos y torturas.

En agosto del 68 se llega al clímax de la violencia, con la muerte de Líber Arce, el primer mártir estudiantil. A partir de ahí se generan batallas entre policías y estudiantes. Cada semana había decenas de heridos, que eran ocultados sistemáticamente por la información oficial. «Por ese motivo, el Ejecutivo presidido por el Dr. Jorge Dubra acepta la propuesta del por entonces estudiante Homero Bagnulo, que propuso enfrentar el desborde autoritario, creando un centro de información veraz de esos hechos», afirmó Turnes.

Médicos y estudiantes actuaban como «cronistas de guerra», recabando información en las puertas de hospitales, que luego era editada en un pequeño boletín mimeografiado. «Los medios podían levantar noticias, si así lo deseaban. Aunque fueron muy pocos los que se animaron», aseveró Turnes.

El 31 de julio de 1969, se incluyó una emblemática frase de José Artigas: «La cuestión es sólo entre la libertad y el despotismo». La idea serviría para señalar el encarcelamiento sin intervención judicial de dirigentes, entre ellos, el catedrático Pablo Carlevaro.

De ese pasado reciente quedan las firmas del destacado intelectual Luis Carriquiry, redactor de Marcha y catedrático de la Facultad de Medicina; del psicoanalista Edmundo Gómez Mango y de ese símbolo de la dignidad médica que fue Manuel Liberoff.

«Se hacía todo sin periodistas, en medio de un clima de temor creciente. El papel de Gómez Mango fue fundamental. Era un joven talentoso, de un vuelo intelectual inimitable, desapasionado para trabajar, valeroso para escribir y lúcido para dar el enfoque adecuado a una nota o un editorial», describe Turnes.

Se cierra la cortina

La efervescencia social de los setenta provocó un nuevo cambio en la estrategia de la publicación. Aumentó el número de páginas, subió la tirada a 7.000 ejemplares y se reeditó Acción Sindical como combativo suplemento. «Eran tiempos de rispidez, que obligaban a una respuesta gremial contundente ante el duro avasallamiento que sufría la población en general y los médicos en particular», opina el ex presidente, Dr. Omar Etorena.

La hitórica publicación El Estudiante Libre de la AEM, cultivó espíritus solidarios de jóvenes dirigentes del gremio médico

Los memoriosos recuerdan dos reportajes de esa difícil época. El primero, al Dr. José Praderi, sobre los orígenes del Sindicato y un enfoque histórico sobre la colegiación profesional, realizado con motivo de los 50 años de la institución, en agosto de 1970. El otro, al excepcional médico forense Julio Arsuaga, sobre torturas a presos comunes en Uruguay, y la práctica de apremios físicos y psicológicos a detenidos políticos.

«También vale recordar al Dr. Horacio Mirabal de la Llosa, a quien sus amigos llamaban el Marqués; un gran luchador, que siendo estudiante tomó a su cargo la dirección de Noticias. Y al inolvidable Manuel Liberoff, quien además de ser tesorero del SMU fue responsable de nuestra revista».

«Por entonces los números eran tan comprometidos que las imprentas grandes nos cerraban las puertas. Nos quedaba el único apoyo de imprenteros españoles, anarquistas o refugiados del franquismo, que arriesgaban el pellejo. Esa Noticias no se distribuía por correo, llegaba a los comités sindicales en paquetes cerrados y su entrega era clandestina. Es interesante recordar que Liberoff pasó directamente de la dirección a la deportación, después de la gran movilización del 9 de julio de 1973».

Sus amigos recuerdan cómo logró eludir el cerco durante varios días, hasta que cayó en manos de las fuerzas conjuntas. Permaneció encerrado en un cuartel durante tres meses y, finalmente, fue expulsado a Buenos Aires. «Para suplantar a un compañero de barricada, hubo que poner a otro de barricada, con una línea ideológica y valentía similar, pero 30 años más joven», explicó Turnes.

A Liberoff lo sucedió el Dr. Barrett Díaz Pose, secretario del Sindicato durante la presidencia del Dr. José Pedro Cirillo. «Apenas vino el golpe, no se pudo hacer la elección porque nos negaron el permiso en la Jefatura de Policía. Cirillo se vio obligado entonces a seguir tres años, en respuesta al ataque dictatorial».

El número previo de la intervención del 1º de octubre de 1975, editado por Díaz Pose, tiró 3.000 ejemplares que la intervención dejó salir de la imprenta. A partir de ese momento se cerró la cortina. Durante diez interminables años de oscurantismo, Carta Médica sería el único medio de contacto entre los profesionales uruguayos de la salud.