Fondo de Solidaridad Social: un imprescindible rescate histórico

Palabras del Dr. Dumas Ferreira Apolo

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Pero esta circunstancia me permite, porque creo que es el momento para hacerlo, rememorar aquí lo que podemos llamar una breve historia del Fondo de Solidaridad Social (FSS), no una historia completa, lo que sería imposible, y por otra parte sería también excesivo hacerla; pero sí señalar algunos hitos históricos que han marcado la existencia del FSS.

Y esto arranca desde finales de la década del 40, por el 47 o 48; allí aparece la primera figura, que ideó la constitución de un organismo de seguridad social interno del Sindicato Médico, que viniera a subsanar las ya tradicionales deficiencias de nuestra seguridad social, que se han mantenido a lo largo del tiempo. Así fue la idea del Dr. Camilo Fabini, el que, podemos decir, fue el inspirador y el creador de la primera Comisión Directiva (CD) de un Fondo de Seguridad, que se llamó al principio Fondo de Seguridad o Solidaridad Gremial, y que más tarde pasó a ser el Fondo de Solidaridad Social.

El Dr. Fabini propuso al Comité Ejecutivo de la época la constitución de esta comisión, la que se instaló, y esta primera CD fue presidida justicieramente por el propio Dr. Fabini, bajo la presidencia del Sindicato Médico de nuestro recordado Prof. Dr. José A. Praderi. Esa CD se mantuvo durante varios años, protegiendo sobre todo como un Seguro de Invalidez por Enfermedad, y algunos casos puntuales que se presentaron en ese entonces.

Pero el transcurso del tiempo hizo comprender que no bastaba con eso; sino que había que darle otra jerarquía y otra constitución. Así fue que distinguidos gremialistas médicos trabajaron y redactaron un Proyecto de FSS que pasaba a ser, no una Comisión del Comité Ejecutivo sino un organismo adscrito del SMU, con autonomía de gestión y autonomía financiera en ciertas condiciones y en ciertos casos; con independencia, pues, del Comité Ejecutivo y ese organismo se creó en una histórica Asamblea del SMU, del 29 de octubre de l954, en la cual, los doctores que es preciso señalar: Ricardo Yannicelli, Alberto Grille, Joaquín Purcallas y Rómulo Peyrallo fueron los redactores y miembros informantes.

La CD adquiría así el carácter de organismo independiente, electo en las elecciones habituales del SMU, de integración pluralista en la cual se reflejarían todas las corrientes internas que pudieran existir dentro del SMU, y algo muy importante, con participación estudiantil. Y en esa primera CD a partir del 54, intervino como representante estudiantil, entre otros, el entonces Br. Aron Nowinski.

Dr. Peluffo: memoria y presencia

Pero lo más importante en ese momento, fue la presencia dentro de los organismos directivos del SMU del profesor Dr. Ciro Peluffo, quien ya integraba el FSS anterior, y que pasó a ser el presidente de la nueva comisión, que se iniciaba con otros caracteres.

El profesor Peluffo, que está aquí presente, pido un fuerte aplauso para él.

El Dr. Peluffo dirigió el FSS desde el año l954 hasta el 64, en el cual, por motivos personales, decidió retirarse. En esos años, la CD tuvo importantes resoluciones y decisiones que en ciertos momentos fueron difíciles, como fue la adquisición de la Colonia de Vacaciones del SMU, lo que finalmente, por la colaboración fundamental del FSS llegó a ser la realidad de la Colonia, que ustedes saben y yo personalmente lo creo así, ha sido una gran conquista del SMU, a pesar de los problemas que vive actualmente.

En ese lapso, por lo tanto, bajo la dirección del Dr. Peluffo hubo progresos significativos del FSS, sobre todo en lo que se refiere a los beneficios establecidos, contando con la colaboración de prestigiosos colegas, a quienes no puedo nombrar por razones obvias, pero que todos trabajaron activamente y con gran dedicación. Sin embargo, puedo hacer algunas excepciones; en el sentido de que se contó con la participación (aunque un poco más adelante) del Dr. José P. Cirillo, que fue más tarde presidente del SMU y también presidente de la Junta Directiva del CASMU.

Dra. Decedo: «La primera mujer»

Asimismo tuvimos la participación en la CD de esa época, y esto fue por el año l968, 69 de la primera mujer que integró la CD del Fondo, el que hasta entonces no la había tenido, y que fue la Dra. Hilda Decedo, que actuó activamente, y que ya mostraba su inclinación hacia la medicina social. Nosotros habíamos tenido la oportunidad, en el momento del retiro del Dr. Peluffo, de hacerle entrega de la merecida distinción, en el homenaje que le brindó el Sindicato Médico, y tuvimos el honor de hacerlo, y también el honor y a la vez la responsabilidad de sustituirlo y seguir formando parte de la CD del Fondo.

Luego del fructífero lapso a que hacíamos referencia, sobrevino el oscuro período de la intervención del SMU por las autoridades del gobierno de facto, que duró diez años, como todos sabemos, y que el SMU sintió en carne propia, y lo sintió en su patrimonio e indirectamente el FSS también.

Pasado ese período entramos en lo que podíamos llamar la segunda época del FSS, que va desde 1985, cuando en otra memorable Asamblea, el 28 de enero de ese año, reasumieron las legítimas autoridades del Sindicato, hasta el momento actual. En todo este período contamos también con la colaboración de numerosos colegas, esforzados, capacitados, a quienes pido perdón por no poderlos nombrar, tampoco en este momento, pero que contribuyeron a obtener para el FSS las mejoras patrimoniales y de los beneficios que se fueron sucediendo en el curso del tiempo.

Presidentes solidarios

De la misma manera que en la primera parte, si bien no he querido hacer distinciones, debo destacar, por la calidad de las personas, la presencia en la Comisión Directiva del FSS del Dr. José P. Saralegui Buela y de la Dra. Graciela Dighiero, ambos, anterior o posteriormente, presidentes del Comité Ejecutivo del SMU.

Dos aspectos para no ser demasiado extenso: el primero es resaltar la participación femenina; así como había sido escasa en la primera época, fue muy importante en esta segunda, demostrando gran adhesión a la institución y por lo tanto creo que debemos rendirles homenaje a ellas también.

Y la participación estudiantil, que también fue importante, que tuvo iniciativas propias, con algunas intervenciones muy ponderables, como la sugerencia de creación de un beneficio que había quedado relegado, que ya se había pensado establecer, pero había quedado relegado: la Prima por Matrimonio, que fue rápidamente aprobada, agregándose a la Prima por Maternidad ya existente.

Resta destacar que la CD del FSS ha hecho los máximos esfuerzos para conseguir mejoras en todos los sentidos, y que lo logrado ha sido el resultado de la acción de la comisión en su conjunto y no el de uno solo de sus integrantes.

Hay algunas cosas que hemos tenido en carpeta, y que por diversas razones no han podido ser concretadas; por ejemplo, los préstamos personales, que esperamos que la CD actual pueda llevar a feliz término; y un segundo aspecto, que quizás lo sienta personalmente más, es el no haber conseguido desde el FSS y por el FSS el Retiro Médico como complemento jubilatorio, que es una aspiración largamente sentida, y que a pesar de haber elaborado un proyecto, del cual disponen las autoridades, por razones fundamentalmente económicas, no se pudo tampoco llegar. Pero el Comité Ejecutivo, por otras vías y con otra financiación lo tiene muy adelantado, y creo que puede ser cierta la realidad del Retiro Médico en un futuro cercano.

Otro brindis por «Pitta»

Me queda agradecer a todos aquellos que han colaborado en la CD en los distintos períodos; a los últimos compañeros de la comisión, con los que hemos trabajado hasta hace bien poco, y que ahora van a retomar la conducción del FSS bajo la dirección del Dr. Muzio Marella; a todos mi agradecimiento profundo. Y también quiero decir que debemos reconocimiento al Dr. Horacio Pittamiglio, que alternó con el que habla en la presidencia del Fondo, que muchas veces nos sustituyó en la conducción de la CD, y que también puso toda su capacidad y su devoción al servicio del FSS.

Y por último, pero no menos importante: quiero decir que si no fuera por el apoyo que tuve, permanente, desde el principio, de toda mi familia, tal vez no habría podido llevar durante todo este tiempo la labor cumplida con la mejor buena voluntad para el SMU y para el Fondo de Solidaridad Social.