La Ética Médica
AMM, Manual de declaraciones
DECLARACIÓN DE LA ASOCIACIÓN MÉDICA MUNDIAL sobre
LA SALUD
INFANTIL
Adoptadas por la 39ª
Asamblea Médica Mundial
Madrid, España, octubre de 1987
Introducción
Para hacer frente a la elevada tasa de mortalidad infantil (TMI) en varias partes del mundo, la AMM y sus asociaciones médicas nacionales miembros han lanzado un programa con el objetivo de reducir la morbilidad y mortalidad innecesarias en los países en vías de desarrollo.
La idea del programa vino de la Asociación Médica de Estados Unidos (AMA), la cual, en colaboración con los Centros para Control de Enfermedades (CCE), ha elaborado lo que ahora se denomina «Programa de la AMM sobre la salud infantil». La AMA, a nombre de la AMM, es responsable de realizar el programa con la participación de un representante de los CCE en calidad de consejero técnico.
La Asociación Médica de Indonesia y la Asociación Médica de Tailandia fueron seleccionadas para poner en práctica los proyectos pilotos en sus países respectivos. La Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID) ha aportado los fondos para estos proyectos.
El papel de la AMM
El programa de la AMM sobre la salud infantil, iniciativa del sector privado, implica a la AMM en una empresa de gran importancia para los países del Tercer Mundo. Lo que se pretende es contribuir de manera significativa al objetivo general de reducir la tasa de morbilidad y mortalidad en los niños del Tercer Mundo, objetivo que forma parte integrante de los esfuerzos desplegados por otros organismos internacionales y gubernamentales.
La meta principal de esta iniciativa es conseguir la participación activa de los médicos de países del Tercer Mundo en medidas tales como el uso de la terapia de rehidratación oral (TRO), inmunización y programas de alimentación que mejoren de forma significativa la salud infantil. El programa concede gran importancia a la movilización de los médicos, tanto como profesionales o como particulares, y en su calidad de ciudadanos influyentes, para conseguir la meta de elevar el nivel de salud infantil. La asociación médica nacional (AMN) es el vehículo ideal para tal planteamiento.
La AMM y sus asociaciones miembros cooperarán con los Ministerios de Salud y otros organismos gubernamentales y privados en los países en que se ponga en práctica el programa de salud infantil. No hay duda que cada vez se reconoce más el valor de las iniciativas del sector privado como fuerza esencial en los esfuerzos por lograr los objetivos nacionales de mejorar la calidad de la atención sanitaria y de disminuir la mortalidad infantil.
Por medio de sus asociaciones médicas nacionales miembros, repartidas en el mundo entero y representantes de más de dos millones de médicos, la AMM llegará a un gran público gracias a las publicaciones e información acerca de las actividades encaminadas a mejorar la supervivencia infantil. La AMM será el catalizador en motivar las asociaciones médicas nacionales de los países en vías de desarrollo a que participen en programas de supervivencia infantil basados en la terapia de rehidratación oral, en la inmunización contra las seis enfermedades que pueden prevenirse mediante vacunas y en otros procedimientos claves.
Las asociaciones médicas nacionales de los países industrializados se unirán a estos esfuerzos y cooperando bajo los auspicios de la AMM crearán los medios necesarios para continuar el programa en el futuro.
Objetivos
Los elementos del programa de los proyectos pilotos que se pondrán en práctica y que serán duplicados en otros países son los siguientes:
- Inmunización total de niños contra las seis enfermedades que pueden prevenirse mediante vacunas.
- Uso de la terapia de rehidratación oral en el tratamiento de la diarrea.
- Inmunización de todas las mujeres embarazadas con el toxoide tetánico.
- Intervalo de dos años entre nacimientos.
- Lactancia de los niños por lo menos durante cuatro a seis meses, e introducción de alimentos adecuados que reemplacen la lactancia a una edad apropiada.
- Examen prenatal de todas las mujeres embarazadas.
- Partos a cargo de personal calificado.
- Peso de nacimiento de por lo menos 2,5 kg.
Estrategia
La AMM se une a otras organizaciones de los sectores público y privado en la lucha por salvar vidas y evitar que cada año entre 14 y 15 millones de niños de menos de cinco años mueran por enfermedades o malnutrición. Millones de estos niños mueren innecesariamente ya que existen medios de prevención y procedimientos para salvar vidas de costo relativamente bajo. Los proyectos pilotos de la AMM producirán estrategias que pueden ser reproducidas y pueden llegar a ser económicamente independientes e institucionalizadas en otros países.
Es sumamente importante que los médicos y sus AMNs comprendan y fomenten la distribución de vacunas relativamente poco costosas contra las seis enfermedades que pueden prevenirse mediante vacunas (difteria, tos ferina, tétanos, sarampión, polio y tuberculosis). Los programas de la AMM formarán parte del objetivo global de inmunizar un 80% de los niños del mundo para fines de la presente década en los países en que esto sea posible, y un poco después, en los países que presenten los problemas más difíciles para lograr este objetivo.
Paralelamente a la inmunización, la estrategia de la AMM consistirá en hacer descender la tasa de mortalidad infantil mediante el uso de la terapia de rehidratación oral en el tratamiento de la diarrea que mata a cinco millones de niños cada año. La TRO es eficaz contra la deshidratación -complicación de la diarrea a menudo mortal. Si los líquidos y las sustancias químicas no se reponen, los niños que ya pesan poco o que están malnutridos, se debilitan rápidamente y mueren.
Las experiencias ganadas de la aplicación de esta terapia han permitido a los científicos determinar el papel de la glucosa en la aceleración de la absorción de la sal y del agua a través de las paredes del intestino, permitiendo la rápida reposición de los fluidos esenciales. Según la USAID:
Se sabe ahora que una simple solución de azúcar, sal y agua en proporciones determinadas (con bicarbonato o citrato de trisodio), ingerida oralmente en pequeñas dosis frecuentes, invierte el proceso de deshidratación en casi el 95% de los casos y usualmente en un plazo de tres a siete horas. El azúcar, la sal y el agua pueden por sí solos evitar la deshidratación si se administran a tiempo y en cantidades correctas. La TRO no sólo es mucho más barata que la terapia IV y los medicamentos que reemplaza, sino que además es mejor para el niño y puede usarse en casa, en consulta externa o en el hospital.
A las madres se les debe enseñar, ya que ellas son la fuente principal de la atención médica del niño, a mezclar líquidos en cantidades justas, a administrarlos, a saber qué otro tipo de alimentación deben dar a sus hijos y cuándo pedir ayuda en caso de que un niño esté gravemente enfermo. En la preparación de los programas de enseñanza y de formación debe tomarse en cuenta el ambiente cultural de cada sociedad.
A fin de educar a las madres sobre la necesidad de utilizar la terapia de rehidratación oral y de enseñarles a administrarla, los médicos deben comprender y apoyar este método. Su aceptación hará que la TRO inspire confianza a los trabajadores sanitarios y a las madres. No obstante, debido a que muchos médicos han sido educados para emplear los medicamentos antidiarreicos y la terapia IV, las asociaciones médicas nacionales pueden jugar un papel primordial en la supervivencia infantil al instruir a sus miembros y a otros médicos sobre la eficacia de la terapia de rehidratación oral en salvar las vidas de millones de niños en el mundo entero. Una vez informados y preparados, los médicos pueden educar al personal de la salud, y lo que es más importante, a las madres, a utilizar la TRO en el hogar. Las crecientes altas tasas de mortalidad infantil en numerosos países muestran claramente que los programas gubernamentales no pueden solucionar este problema por sí solos. Por su parte, los gobiernos están cada vez más conscientes de la necesidad de contar con más iniciativas provenientes del sector privado.
Conclusión
Aunque consciente del hecho de que la lucha contra las enfermedades no se ganará ni fácil ni rápidamente, la AMM aprovecha la oportunidad de posiblemente salvar las vidas de millones de niños mediante sus programas de supervivencia infantil. Las asociaciones miembros de la AMM en los países industrializados y en vías de desarrollo comparten la responsabilidad de trabajar en favor de una atención sanitaria de calidad para todos los pueblos del mundo, y en este sentido, apoyar los esfuerzos por alcanzar el objetivo de la supervivencia infantil.
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