Ensayo sobre el pensamiento del Dr. Carlos María Fosalba en las postrimerías del siglo XX
El sindicalista
Si muchas son las facetas en que desarrolló su pensamiento y su accionar, sin duda la actividad sindical volcada en el Sindicato Médico fue de las más ricas.
La lectura del acta del 7 de marzo de 1933 (29) del Comité Ejecutivo nos permite conocer, accidentalmente, dos episodios:
"El Br. Fosalba presenta al Comité Ejecutivo un Memorandum relativo a la inversión de fondos por el Comité que prestigió las candidaturas de los Dres. Armand Ugón y Bastos Peltzer para representar a los profesionales en el Consejo de la Facultad de Medicina. Además hace entrega de la cantidad de cuarenta y cinco pesos con ocho centésimos sobrantes de la gestión del Comité.-
Invitado por la Mesa el Br. Fosalba hace una exposición sobre la resolución del Consejo de Salud Pública sancionándolo conjuntamente con el Br. Virgilio Bottero, con motivo de la campaña periodística que realizaron denunciando la situación hospitalaria. Al mismo tiempo comenta la resolución del Consejo de Salud Pública. Se produce un cambio de opiniones coincidentes a censurar la referida resolución, en el que intervienen todos los miembros del Comité Ejecutivo. Se resuelve por unanimidad: 1° Dirigirse al Consejo Nacional de Administración apelando la resolución; 2° Enviar nota al Parlamento denunciando la resolución del Consejo de Salud Pública, expresándole la protesta del Sindicato y solicitándole que considere la referida resolución atentatoria a los derechos de los técnicos; 3° Solicitar el asesoramiento del Asesor jurídico sobre la posibilidad de iniciar juicio por calumnias al Consejo de Salud Pública; 4° Dar publicidad a la protesta del Sindicato.-"
A poco de graduado, ejerciendo su doble condición de Secretario del Comité Ejecutivo y de Director de la revista ACCION SINDICAL, despliega con su habitual estilo elegante y certero, una verdadera plataforma de acciones a desarrollar para fortalecer en lo inmediato al Sindicato. Y acomete acto seguido el desafío de realizar esas propuestas, en todos los frentes. Difícil encontrar una época similar, en toda la historia de la institución sindical, en que el impulso de un hombre, y el acompañamiento estimulante de todo un grupo que lo acompañaba desde la vieja A.E.M., materializara tantas y tan fuertes realizaciones.
Metas y propuestas para el Sindicato Médico
Ya en el N° 1 de ACCION SINDICAL, de junio de 1934, rematando el Editorial titulado NUESTROS PROPOSITOS, (30) definía, a modo de síntesis, cuál sería la trayectoria a recorrer:
"Nosotros no seremos indiferentes al problema general de la sociedad; al proceder así estaremos en condiciones de resolver científicamente nuestros problemas morales, económicos, técnicos y profesionales.
Pero esa preocupación no nos apartará de los problemas vitales del gremio médico, ni el lírico entusiasmo será una venda que oscurezca nuestra visión en los asuntos económicos que agobian a una gran parte de los profesionales.
La explotación del médico por la Salud Pública, la lucha contra el empresismo mutualista, la creación de una gran sociedad de mutualismo organizada por el Sindicato, la científica distribución del profesional en la ciudad y en el campo, y otros muchos problemas fundamentales, serán estudiados y nos atreveríamos a vaticinar soluciones, que colmarán ampliamente ese clamor que se ve surgir de los médicos proletarizados, en la esperanza de una pronta solución de su angustiante porvenir.
El tiempo será nuestro mejor juez.
Esperamos su juicio, sin temores, con la tranquila convicción con que espera quien tiene conciencia de cumplir con su deber."
Más adelante, en el número 4 de ACCION SINDICAL, de setiembre de 1934, editorializaba (31) bajo el título ACTIVIDADES DEL SINDICATO MEDICO - Desvirtuando acusaciones injustificadas:
Estudiemos ahora la labor
desarrollada por el Sindicato Médico. Por razones de orden
dividiremos su actividad en los diferentes sectores en que ha
intervenido; y veamos entonces qué puede haber de criticable en
esta hermosa obra que estamos construyendo.
EN EL MEDIO PROFESIONAL En el medio profesional la obra del
Sindicato es grande y variada.
1) Con el fin de realizar una labor de beneficio social y una
protección del médico joven y sin trabajo, ha creado el
SERVICIO PERMANENTE DE URGENCIA inaugurado el 15 de agosto del
corriente año y que funciona actualmente con éxito halagador.
2) Con el objeto de liberar al médico de la explotación del
empresismo mutualista y de ofrecer a la clase media una
asistencia correcta, como no disfruta actualmente, el Comité
Ejecutivo ha redactado un proyecto, que la Asamblea ya ha
aprobado en sus grandes detalles, creando el gran CENTRO DE
ASISTENCIA MEDICA, cuyo funcionamiento no tardará más de
algunos escasos meses en comenzar.
3) Deseando favorecer la situación económica de los
profesionales, el Sindicato lucha y seguirá luchando hasta
obtener del Estado la supresión de los innumerables puestos
honorarios de los hospitales y el aumento de la mayoría de los
sueldos ridículos que actualmente se paga a los médicos.
4) Propendiendo por la justa retribución a la competencia
técnica y a los estudiosos, el Sindicato lucha por el imperio
del concurso de méritos y de oposición contra las caprichosas
designaciones directas, hechas casi todas ellas obedeciendo a los
enjuagues sucios de una baja politiquería.
5) Ofrece a sus socios una OFICINA DE CUENTAS AL COBRO y una
OFICINA JURIDICA, completamente gratuita, lo que representa un
beneficio evidente y sumamente importante.
6) Interviene y dilucida a petición de las partes, en los
enojosos asuntos que se plantean a veces entre los profesionales,
bregando siempre por una reconciliación sobre bases honrosas,
aclarando y destruyendo mal entendidos perjudiciales producidos
en el trajín de la vida profesional.
EN EL MEDIO CIENTIFICO
7) Ha creado una BIBLIOTECA DE
TESIS Y REVISTAS que ya ha comenzado a funcionar bajo la
dirección de un bibliotecario honorario y de un ayudante
rentado.
8) Ha fundado una EDITORIAL CIENTIFICA con el encargo de editar
un libro trimestralmente, a precio sumamente económico, donde se
vayan poniendo al día todos los temas médicos de interés para
el práctico. Ya están en preparación cuatro libros, uno sobre
Enfermedades de las Arterias, otro sobre Enfermedades del
Intestino, otro de Pediatría, otro sobre Cirugía Clínica
pleuro-pulmonar escritos por los doctores José P.Migliaro,
Germán Rubio, Emilio Andreón, Julio R.Marcos, Carlos Gianelli y
Víctor Armand Ugón, respectivamente.
9) Ha ofrecido gratuitamente su nuevo local a todas las
Sociedades Científicas con el solo objeto de estimular la vida
de estas importantes corporaciones.
10) Ha creado y ampliará en el futuro una OFICINA DE TRADUCCION
cuya utilidad nos resulta inútil hacer resaltar.
EN EL MEDIO GREMIAL
11) Ha defendido con energía
y dedicación a todos los médicos destituídos sin sumario, y
por procedimientos condenables. Con tal objeto ha hecho numerosas
declaraciones denunciando ante el pueblo los atropellos del
Ministerio de Salud Pública; ha realizado conferencias y actos
públicos; ha dedicado buena parte de su Revista a la defensa de
los colegas destituídos; ha declarado al margen de las
relaciones profesionales a los médicos que traicionaron la
solidaridad, al aceptar los puestos vacantes por las mencionadas
destituciones; ha enviado delegados a campaña como en el caso de
Castillos, para llevar hasta el mismo pueblo la voz del Sindicato
Médico.
12) Con el objeto de unificar todo el Cuerpo Médico del país
está organizando los SINDICATOS LOCALES, de acuerdo con un
proyecto aprobado por la Asamblea a proposición del Comité
Ejecutivo. Ha enviado, con tal motivo, delegaciones a una gran
parte del interior de la República, lo que significa un esfuerzo
no realizado jamás hasta entonces. Se han visitado las
siguientes localidades: Mercedes, Fray Bentos, Dolores, Rocha,
Castillos, Tacuarembó, Rivera, Artigas, Salto y Minas,
programándose actualmente nuevas giras.
13) Las autoridades se han preocupado de aumentar el caudal de su
registro de afiliados, habiendo alcanzado la suma de 628 socios
hasta el día 27 de setiembre, estando actualmente en
preparación una gran CAMPAÑA PRO SOCIOS cuyos resultados
esperamos con optimismo.
14) Nuestra REVISTA sale con una gran regularidad; hemos
aumentado el número de páginas, el tiraje es mayor alcanzando
2.500 ejemplares por número; se ha creado una sección
científica permanente.
EN EL MEDIO SOCIAL
15) El Sindicato Médico ha
luchado en defensa de las LIBERTADES ELEMENTALES de pensamiento,
de reunión, asociación y prensa, sin embarcarse en ninguna
tendencia política y sin apoyar a ninguna fracción ideológica.
Combatió al actual gobierno en todos aquellos aspectos que
consideró malos y repudiables, de la misma manera que en épocas
pasadas hizo oír su protesta enérgica contra los políticos del
viejo régimen, cuando estos desconocieron y atropellaron
libertades y pisotearon legítimos y sanos intereses del gremio
médico.
Se dice que los actuales dirigentes de nuestra institución
están orientando al Sindicato en determinadas tendencias
ideológicas o apoyando intereses políticos de fracciones más o
menos izquierdizantes.
¿Por qué se afirman y murmuran estas cosas?"
Y continúa con un largo desarrollo argumental aclarando la orientación que lleva adelante la autoridad del S.M.U., señalando con precisión quienes critican actualmente la acción desarrollada por los dirigentes, que si bien forman un conglomerado heterogéneo, realiza una sintética clasificación posible.
Sería largo y excedería los límites de este trabajo, reunir las numerosas publicaciones hechas por Fosalba a propósito de distintos temas, desde la Dirección de ACCION SINDICAL, o como un simple militante. Verdaderos aportes, siempre vigentes, son su serie de artículos publicada en 1936 sobre TACTICAS Y METODOS DE LUCHA SINDICAL, (32) o sobre LA CRISIS MEDICA: LA TERMINACION DE LA PROFESION MEDICA LIBERAL (33), o sobre CUAL DEBE SER LA POSICION DEL SINDICATO MEDICO frente a LA PLETORA MEDICA y otros desafíos que se planteaban en la época (34). (Este último lo reproducimos como ANEXO III, a texto completo).
La fundación de los sindicatos médicos locales
Para reafirmar una vieja aspiración que venía de los orígenes mismos del Sindicato Médico, en cuanto al desarrollo de los Sindicatos Médicos Departamentales, llamados "locales", que había sido desarrollada por los años 20 por una conferencia magistral del Dr. Augusto Turenne, Fosalba, en el número 1 de ACCION SINDICAL, (35) daba la siguiente información:
"INFORMACIONES DE ULTIMO MOMENTO
Resoluciones tomadas en la Asamblea del 27 de junio
2) SERVICIO DE URGENCIA DEL SINDICATO
En primer lugar se autorizó al Comité Ejecutivo para invertir hasta la cantidad de mil pesos en la organización del Servicio permanente de Urgencia que funcionará en el local del Sindicato y que será atendido por médicos socios de la institución. La reglamentación de este servicio aparece publicada en otro lugar de esta revista.
4) SINDICATOS LOCALES
Sobre este importante asunto
publicamos a continuación el texto de la reglamentación
aprobada en la Asamblea.
En nuestro próximo número comentaremos ampliamente este
proyecto cuya trascendencia para los médicos de campaña hemos
de poner en relieve.
He aquí ahora el proyecto aprobado:
El Comité Ejecutivo ha examinado el tema que le fue propuesto por la Comisión Especial sobre un régimen de relación a establecer, que contemple el funcionamiento de Sindicatos u organizaciones médicas gremiales con jurisdicción departamental o regional y el Sindicato Médico del Uruguay.
Entiende este Comité
Ejecutivo que, el régimen que se imponga, debe contemplar estas
dos finalidades: a) fomentar la institución de organismos con
jurisdicción territorial menor, más atentos a los problemas de
orden local; b) mantener la unidad sindical en función de un
alto programa de enaltecimiento y defensa profesional médica.
Sobre estas bases convendrían salvar la omisión existente en
los actuales Estatutos; y frente a la realidad que se ofrece - la
existencia de Sindicatos Departamentales, en número de diez - y
en previsión de un mayor número de asociaciones similares que
irán surgiendo, presumiblemente, podría aconsejarse a la
Asamblea la adopción de un proyecto que, en líneas generales
sería éste:
1° Constitución de Sindicatos locales o regionales, filiales
del Sindicato Médico del Uruguay, con asiento en las respectivas
localidades, con sujeción a los reglamentos y resoluciones de
carácter general; es decir, con la misma disciplina
reglamentaria que el Sindicato Médico del Uruguay. Sus
autoridades serían regidas exactamente por el Reglamento
General; todo su funcionamiento sería igualmente regido por
éste.
2° Los problemas locales serán resueltos con autonomía por los
Sindicatos respectivos, siempre que no se opongan sus
resoluciones a los reglamentos generales de la institución.
Podrá, en caso de discrepancia, apelarse al Sindicato Central
con sede en Montevideo, a cuyo fallo deberá estarse.
3° Cada Sindicato local o regional vertiría en el Tesoro
Sindical (S.M. del U.) la cantidad de $ 1.00 por afiliado. Para
los afiliados cuya actuación profesional sea menos de cuatro
años, la cuota será de $ 0,50.
4° La Revista del Sindicato habilitaría una sección especial
para la información útil de cada Sindicato local o regional.
5° El Presidente de cada Sindicato local o regional sería
miembro nato del Comité Ejecutivo del Sindicato Médico del
Uruguay, con voz y voto.
6° Los servicios generales adscriptos al Sindicato Médico del
Uruguay aprovecharían en igual medida a todos los Sindicatos
Médicos locales o regionales, obligándose a su recíproca
cooperación y solidaridad.
7° Los Sindicatos locales o regionales existentes, si aceptan
este régimen, se convertirán en filiales; donde no existan se
promoverá su constitución.
8° Oportunamente el Comité Ejecutivo del Sindicato Médico
central, convocará a una Convención de Médicos del Uruguay,
para considerar con otros asuntos de interés sindical, el
presente proyecto, de modo de agitar la opinión médica nacionl
y encauzar la acción hacia postulados debidamente examinados.
9° En las localidades en las que, por el corto número de
médicos en ellas radicados o por cualquier otra causa, no sea
posible constituír el Sindicato local o regional, mientras esto
ocurra, funcionará un Comité Delegado con asiento en la
localidad, del cual serán miembros natos todos los médicos
residentes que estuvieren afiliados al Sindicato Médico del
Uruguay."
En el número siguiente, (36) tal como se había anunciado en el anterior, se volvía con un comentario amplio sobre el punto, que permite desentrañar mejor el contenido del proyecto:
"EL PORVENIR DE LOS SINDICATOS LOCALES"
Una etapa importante de su
vida, ha cumplido el Sindicato Médico, al lograr dar fin al
estudio del proyecto de los Sindicatos locales, -aprobado por la
Asamblea General realizada el 27 de junio y del cual su
articulado, lo encontrará el colega en las páginas del número
anterior de esta Revista.
Sin desconocer que anteriores Comisiones Directivas ya habían
planteado en parte su creación, cabe la honra a los últimos
dirigentes el haber redactado, en sus fundamentos el proyecto
aprobado.
El actual Comité Ejecutivo, compenetrado de la necesidad
absoluta e improrrogable que, para los fines de la total
agremiación de la clase médica, importa la creación de los
Sindicatos locales, se abocó de inmediato, destinando para ello
sesiones que fueron laboriosas, al estudio del proyecto,
modificándolo en lo que así lo ha creído conveniente, para
luego elevarlo a consideración de la Asamblea.
Esta nueva obra -decíamos- era improrrogable. Nuestros colegas
de campaña, nunca han sentido la necesidad de la agremiación,
tal como se desarrollaba la acción de nuestro Sindicato, y bien
podría hablarse de este, como el de una agrupación local, con
lo cual se desvirtuaban los altos fines de su creación.
No nos interesa, en estos momentos, investigar si radicaba el
error en una mala táctica, o si era falta del ambiente necesario
para llevarse a cabo esta obra, dado que a nada nos conducirán
discusiones especulativas.
Subsanado en tan magnífica forma todo error, las proyecciones
que se vislumbran para el futuro sindical, con la existencia de
sus filiales regionales, son inmensas, -pues de unir todas las
fuerzas médicas, con un concepto claro de la agremiación, se
coloca en las condiciones justas para defenderse,- y óptimas
para ir hacia la conquista de derechos que han sido, para la
clase médica, desconocidos.
Evidenciar las ventajas que trae aparejadas, la aprobación del
proyecto, nos obligaría a realizar la crítica al sistema de
trabajo profesional, puesto que a corregir los errores de la
acción individual, tiende la sindicalización, sustituyendo las
actitudes egoístas de los elementos aislados, por una
científica y racional cooperación médica, consiguiendo así
una mayor estimación de nuestros valores y un mayor cumplimiento
de nuestra función social.
Nadie puede negar que por culpa de la apatía del mayor número
de los médicos, que es un resultado del aislamiento en que
viven, sólo se ha conseguido producir la guerra profesional -que
fácilmente explotan seres extraños-, y llevar a la clase
médica a ser cada vez más pobre y por lo tanto más explotada.
Y es curioso señalar que esta menor cotización de sus trabajos,
se produce cuando las Facultades, dado los progresos científicos
alcanzados, prepara mejor a sus profesionales.
Todos nosotros, por el hecho de ser médicos, no podemos eludir
los muchos conflictos en el cual intervienen factores múltiples,
que en próximos artículos hablaremos, y a los cuales hay que
darles pronta solución.
La inmensa mayoría de ellos, son de índole económica y si
teóricamente fuésemos todos afiliados, se llegaría a rápidos
acuerdos que satisfacerían a cada uno de nosotros puesto que
nuestros problemas son los problemas del Sindicato.
¿Es esto un imposible? ¿Existen inconvenientes fundamentales
que se opongan a la organización, con fines gremiales, de los
médicos?
¿Pueden anteponerse problemas personales?
¿Pueden anteponerse intereses políticos o religiosos?
La simple enunciación de estas interrogantes, que nos obliga a
realizar un profundo examen del problema, desecha en absoluto la
posibilidad de que, cualquiera que fuese la posición social de
un médico, nada le impide rechazar la condición de sindicado.
Por eso el optimismo del Sindicato central es grande y tiene la
profunda convicción que no existirán obstáculos de clase
alguna que detengan la creación de dichos organismos, como
tampoco nada se opondrá a la unión de estos, lo cual dará el
máximo de fuerza al Poder Sindical."
En el N° 2 de ACCION SINDICAL (35), aparece una página entera informando de las "IMPRESIONES RECOGIDAS POR LA DELEGACION DEL SINDICATO MEDICO QUE VISITO CASTILLOS Y ROCHA" que es indicativa del sentimiento que animaba a aquellos hombres en relación con sus colegas del interior, lo que se manifestaría a través de múltiples pruebas. Veamos el contenido de este artículo:
"El Comité Ejecutivo del
Sindicato Médico ha puesto en marcha un proyecto aprobado en su
seno, tendiente a la mayor agremiación de los profesionales del
interior del país, vinculándolos, no solamente en un sentido
regional o localista, sino también con el Sindicato Central de
Montevideo. En esta forma el Sindicato Médico del Uruguay,
única institución gremial, extiende su acción en defensa de
los intereses morales y económicos de los médicos.
Los profesionales del interior deben saber que nuestra
institución sigue con el interés que merece, la marcha del
ejercicio profesional en campaña y para mejor resolver los
problemas de todo orden que allí puedan plantearse decidió la
creación de los sindicatos regionales, en consorcio con el
Sindicato central de Montevideo y además resolvió el envío de
delegaciones al interior algunas de las cuales han cumplido ya su
cometido y las otras lo cumplirán en breve.
La delegación que fue a Castillos y Rocha tenía además la
misión de llevar nuestra voz de solidaridad a los médicos de
Castillos, especialmente al Dr. Luis Ma. Fabregat de tan
brillante actuación en el asunto de la injusta destitución del
doctor Alvarez Caimi.
En Castillos visitamos a los doctores Fabregat, Alvarez Caimi y
Ferrer con quienes compartimos agradables momentos de
camaradería. Todos estos colegas nos reiteraron su franca
adhesión al Sindicato Médico y en cuanto al Dr. Fabregat lo
hallamos poseído de la satisfacción y la tranquilidad de quien
ha cumplido un deber de conciencia honrada.
El pueblo de Castillos apoyó entusiastamente nuestro viaje.
Además exteriorizó en toda forma su simpatía a los colegas a
quienes visitamos y por otra parte, repudia en masa la actitud
arbitraria del ministro Blanco.
No se nos escapó a nuestra observación que el Dr. Cosme Correa
que sustituyó indignamente al colega destituído tiene allí
grandes amigos... en la policía local y, al parecer, la policía
de Castillos es una cosa bastante seria...
Se hizo distribuír profusamente en Castillos, y en menor
cantidad en Rocha un suplemento de ACCION SINDICAL editado
especialmente para esta gira y en el cual se trata detalladamente
todo lo concerniente a la destitución del Dr. Alvarez Caimi y se
destaca como merece el gesto del Dr. Fabregat.
Cumplida nuestra misión en Castillos nos retiramos con la
íntima satisfacción de haber llevado la voz del Sindicato
Médico al teatro de los últimos sucesos.
En Rocha nos entrevistamos con el doctor Cruz Goyenola. Sacamos
la impresión que la agremiación total de los médicos en esa
ciudad es por el momento poco factible. Sin embargo puede
intentarse quizás con éxito y a eso tenderán nuestros
esfuerzos, en fecha próxima.
El envío de la delegación que fue a Castillos y el éxito que
coronó el viaje marca una nueva etapa de las actividades del
Sindicato Médico. Muestra, además de las ventajas materiales
que pueden obtenerse de estas giras, el esfuerzo constante del
Comité Ejecutivo para obtener un mayor estrechamiento de las
relaciones de los médicos del país."
Haciendo del tema una verdadera y contínua prédica, en el número siguiente (38), bajo el título "COLEGAS DE CAMPAÑA" puede leerse:
"Esperamos vuestra
colaboración en la lucha que el Sindicato Médico ha emprendido
defendiendo los intereses económicos y morales del gremio
médico; lucha múltiple y de variados aspectos: Defensa de
nuestros colegas destituídos injustamente por la Dictadura;
defensa de los médicos explotados por el mutualismo y el
Ministerio de Salud Pública; superacióin moral de nuestra
profesión; preocupación por el perfeccionamiento científico,
como lo comprueba la creación de una Editorial Científica y de
una Biblioteca de Tesis y Revistas. Defensa del profesional
joven, al crear un Servicio permanente de Urgencia y defensa
general de todos los médicos, que piensa realizar con su gran
Centro de Asistencia Médica, cuya organización se ha de
extender a toda la República.
Pero el Sindicato necesita la colaboración de todos los
médicos, para poder realizar en su máxima amplitud, el inmenso
y fecundo plan de trabajo que se ha trazado.
Necesitamos que nuestros colegas de campaña se afilien a nuestra
casa, para aumentar su capacidad numérica y económica, así
como su valor representativo, pues cuanto mayor sea el número de
sus afiliados, más será la autoridad y la energía creadora de
sus decisiones.
Es necesario, además, ir cuanto antes a la organización de los
Sindicatos locales autónomos, pero federados al Sindicato
central.
Nuestros colegas deben saber que el Sindicato no pretende invadir
la autonomía de las instituciones locales, en la solución y el
planteamiento de los problemas que atañen a la localidad. Lo
único que pretende es realizar la unidad profesional del país;
con esa base la solución de los problemas de carácter general
se podrá hacer en beneficio de todos.
La apatía, el escepticismo, el egoísmo, la duda, la falta misma
de contacto ha creado entre Montevideo y el interior de la
República un aislamiento infecundo, cuyas lamentables
consecuencias son los médicos los primeros en sufrir.
Algunos piensan que el Sindicato central no se preocupa por los
problemas médicos de la campaña; es un gran error y flagrante
injusticia. La defensa de los doctores Bercianos, Alvarez Caimi,
Grezzi, Bottinelli, San Juan, etc., prueba todo lo contrario; el
envío de delegaciones a Mercedes, Fray Bentos, Dolores,
Castillos, Rocha, Tacuarembó, Salto, Paysandú, Artigas y
Rivera, con el objeto de unificar y cohesionar a todos los
profesionales del país, es la demostración objetiva y evidente
del propósito y del entusiasmo con que nuestro Comité Ejecutivo
observa las actividades médicas de la campaña.
Sólo falta que nuestros colegas respondan a nuestro esfuerzo con
cariño y confianza; que sumen sus energías a las nuestras y
abandonen este aislamiento que a todos perjudica y a nadie
beneficia."
Y rematando su pensamiento sistemático, una frase poderosa bien recuadrada, cierra el pie de página:
"Sobre la base de los Sindicatos Locales organizaremos en el interior de la República las secciones departamentales de nuestro gran Centro de Asistencia Médica."
En el mismo número de ACCION SINDICAL, otro artículo da cuenta, del norte del país (39):
"LOS SINDICATOS DE
ARTIGAS, RIVERA Y TACUAREMBO: Ecos del viaje de nuestra
delegación
Cumpliendo el plan trazado por el Comité Ejecutivo del Sindicato
Médico, de conseguir la total agremiación de los profesionales,
auspiciando la creación de los Sindicatos Regionales, la
delegación enviada al Norte del país, ha elevado su informe,
altamente favorable para nuestra Institución.
Exceptuando Salto, en donde por falta absoluta de tiempo, fue
imposible conversar con todos los colegas para enterarles de la
misión sindical, el éxito, en las otras localidades visitadas,
fue completo, pues fueron constituídos los Sindicatos de
Artigas, Rivera y Tacuarembó, en cuya integración participan
todos los médicos de dichas localidades.
Es esto bien elocuente y demuestra en forma clara que el fin
perseguido desde Montevideo, pronto será una realidad pues, sin
excepción, los colegas visitados, se manifestaron deseosos de ir
a una fuerte unión gremial, que permita luchar en favor de la
clase médica tan injustamente considerada.
En las conversaciones sostenidas con nuestro Delegado, el mayor
interés les despertó la idea del Sindicato central de formar el
Centro de Asistencia Médica. Entienden nuestros colegas, y
compartimos, en un todo su optimismo, que ellos podrían realizar
instituciones similares, lo que les permitiría no solamente
combatir a las empresas mutuales de Montevideo, que ya se han
lanzado a explotar el Interior, sino realizar una gran obra de
beneficio social.
Y a propósito del peligro del Empresismo Mutualista, que se
cierne para ellos, destacamos en otro lugar de esta Revista, la
encomiable y enérgica actitud del Sindicato de Rivera en negar
su apoyo técnico a la sucursal que pretende en estos momentos
fundar en dicha ciudad una fuerte empresa de Montevideo.
ACCION SINDICAL se complace en saludar desde sus columnas a los
colegas sindicados y con agrado vería que los miembros de los
Sindicatos locales colaborasen en la Revista, sobre los tantos e
importantes problemas que se estudian."
Continuando con este propósito, se informa un mes después (40):
"ECOS DE LA GIRA A MINAS
En cumplimiento del proyecto
que propende a la organización de sindicatos regionales una
delegación de 4 miembros del Comité Ejecutivo visitó hace
pocos días la ciudad de Minas.
Esta visita ha proporcionado a nuestra institución una viva
satisfacción. Además de una cordialísima acogida, difícil de
olvidar, nuestra delegación cuya visita los propios colegas de
Minas facilitaron cortesmente, recogió las mejores impresiones
si se quiere insospechadas en el aspecto gremial y que es lo que
deseamos destacar.
La mayoría de los médicos de esta ciudad cultivan entre ellos
la más ejemplar solidaridad, tanto en lo que se refiere a los
problemas éticos como a los económicos. Propenden al mejor
sostenimiento de los principios morales del ejercicio profesional
y su fuerza es tal que un pequeño núcleo de médicos que no han
querido cumplir esos postulados han recibido merecidas sanciones
en el orden gremial.
En el terreno económico luchan por el justo rendimiento de su
trabajo atacando de frente y con valentía todo lo que puede
significar explotación indebida del ejercicio médico.
Se han ocupado del mutualismo y tienen su centro de asistencia
perfectamente organizado que anula el libre desenvolvimiento de
otras mutuales y que si no tiene mayor número de asociados es
porque sus dirigentes no permiten con justo criterio el ingreso
de personas pudientes que como sucede en Montevideo utilizan
indebidamente el mutualismo.
En estas condiciones ha de resultar fácil para nosotros ver
constituído muy prontamente el Sindicato local de Minas en
conexión con el Sindicato central aunque guardando autonomía
para resolver sus problemas propios.
Abrigamos, además, fundadas esperanzas de ver generalizado al
interior del país el gremialismo perfecto que observamos en
Minas."
La DESTITUCION DEL DR. EDUARDO P.BOTTINELLI, EN DOLORES ocupa siete páginas del número 4 de la Revista, en que el mencionado contesta las acusaciones del Dr. Silvestre Cardozo (41).
"Desde la ciudad de
Dolores, con fecha 1° de octubre de 1934, el Dr. Eduardo
P.Bottinelli se dirige al Presidente del S.M.U., diciéndole:
"Con fecha 27 de setiembre último recibí una comunicación
del Comité Ejecutivo en la que se me entera del contenido de una
nota, remitida al Sindicato por el Dr. Silvestre Cardozo.
Este colega trata, evidentemente, de justificar su actitud, como
profesional, al aceptar el cargo vacante por la destitución del
Dr. Grezzi.
Si lo que pretende el Dr. Silvestre Cardozo es defenderse, está
en su derecho. Pero a lo que no tiene derecho es a lanzar una
serie de imputaciones graves hacia un colega, sin citar un solo
nombre propio, un lugar preciso, una fecha, sin aportar una sola
prueba de las maniobras indecentes que me atribuye, sólo
concebibles, por otra parte, en un maniático de los puestos
públicos y jamás en un médico que tenga conciencia de su
dignidad profesional.
Con la aversión natural que se apodera de mi espíritu cada vez
que tengo que hablar de mí, -exponiendo actitudes y hechos que
puedan hacer pensar a los mal intencionados que aliento algún
vano prurito de exhibicionismo,- voy a contestar, uno por uno,
todos los cargos que pretende hacerme el Dr. Silvestre Cardozo,
pidiendo a nuestro Sindicato que, si procede a la publicación de
la nota del citado colega, haga lo mismo, en forma simultánea,
con el informe que paso a desarrollar." Luego realiza un
pormenorizado informe dividido en cuatro capítulos, que titula:
I. La confusión de cargos. II. Mis antecedentes profesionales. III. La causa de mi
destitución, y el IV. Palabras finales, con este texto:
"Y para terminar, debo manifestar una vez más, señor
Presidente, que si me he tomado el trabajo de redactar este
informe, ha sido en mérito al respeto que me merece el
Sindicato, y a que el Dr. Cardozo, que ha recogido las
imputaciones, me sigue mereciendo un buen concepto, a pesar de
los gruesos errores que acaba de cometer. Las apreciaciones
injustas y ligeras del joven colega no pueden hacerme perder la
serenidad.
Pero, antes, cuando esos ataques venían poco menos que de la
calle, yo no pude darme por aludido. No porque aliente la tonta
ilusión de que mi reputación profesional anda ya por las
cumbres; pero sí porque tengo conciencia de que he conseguido
levantarla suficientemente del suelo como para que no la
salpique, ni el agua turbia de la maledicencia ni el barro de la
politiquería pueblerina."
En agosto de 1934, aparece uno de los primeros frutos de la prédica sindical (42). Bajo el título
"SINTOMAS HALAGüEÑOS: Actitud ejemplar de los médicos de la ciudad de Rivera
La prédica que venimos
realizando desde ACCION SINDICAL está encontrando un eco
alentador, en una gran parte del cuerpo médico nacional.
Voces de aliento, pedidos numerosos de afiliaciones, actitudes
claramente sindicalistas, entusiasmo por nuestra obra, ansiedad
por ver realizado cuanto antes nuestro gran Centro de Asistencia
Médica; esa es la realidad que se ofrece, como recompensa a
nuestro esfuerzo y a la lucha que sostenemos sin descanso, ni
claudicaciones, en defensa de los derechos económicos y del
mejoramiento ético de la profesión.
Hasta en la lejana ciudad de Rivera ha llegado nuestra palabra
llena de fe y nuestros propósitos de lucha.
Hemos sido gratamente sorprendidos por una actitud del cuerpo
médico de la ciudad de Rivera que comprueba como los médicos,
al proceder con espíritu de unidad gremial, saben colocarse en
la justa y honesta posición que les corresponde.
Véase la siguiente declaración hecha en la citada ciudad y
podrá observarse el surgimiento de esta hermosa realidad que
propiciamos:
"Rivera, agosto 5 de 1934.- El cuerpo médico local que
suscribe la presente, enterado de las gestiones que se realizan
en estos momentos para formar una mutualista en esta ciudad,
declara que no prestará contribución de ninguna clase a dicha
iniciativa porque en la actualidad el Sindicato Médico estudia
la organización de un Centro de Asistencia Médica que contemple
mejor los intereses del pueblo."
Esta declaración fue firmada por la totalidad de los médicos de
la ciudad de Rivera.
Es esta una actitud de clara y definida posición sindicalista
que esperamos ver imitada por todos los núcleos médicos de la
República. Si así fuera, el empresismo mutualista recibiría un
definitivo golpe que iniciaría una nueva época en la historia
profesional de nuestro país.
Seamos optimistas y confiemos en la capacidad de nuestra
organización sindical. Si procedemos así el porvenir nos
pertenece."
Siguiendo en este esfuerzo nacional, por expandir el sindicalismo médico fortaleciendo y estimulando la creación de los Sindicatos Médicos locales, y para demostrar que lo anticipado era firme e irreversible, aparece otro artículo bajo el título (43):
"UN EJEMPLO QUE DEBE IMITARSE
El Sindicato Médico de Tacuarembó acaba de tomar una resolución que ha hecho pública en los diarios de la localidad, y que consideramos de una trascendencia tan grande que su comentario amplio lo reservamos para el próximo número. Por ahora, pues, nos contentamos con reproducirlo:
Declaración del SINDICATO MEDICO DE TACUAREMBO
El Sindicato Médico de
Tacuarembó, al iniciarse el año 1935, formalmente dispuesto a
defender los intereses morales y materiales de sus asociados,
frente a la irritante vejación al profesional y a su labor que
supone la nula o muy escasa atención que gran parte de los
pobladores urbanos y rurales del departamento prestan a las
obligaciones contraídas con los médicos, por concepto de
asistencia, y que va desde el total desconocimiento de deudas
hasta una excesiva morosidad en satisfacerlas, a lo que suele
agregarse comentarios desleales y malevolentes, resuelve hacer
pública la siguiente declaración:
1° Queda totalmente abolida la asistencia médica gratuita.
Brevemente se darán a conocer la organización y el
procedimiento buscados para que todos y cada uno puedan recibir
el tratamiento requerido mediante un pago condicionado a su
situación económica.
2° Se acordará un plazo perentorio dentro del cual deberán ser
satisfechas las deudas pendientes por concepto de honorarios
médicos.
3° Se aplicarán a quienes no cumplan con lo expuesto en el
numeral 2°, sanciones especiales, cuya eficacia la organización
sindical asegura plenamente.
4° Los firmantes se comprometen al cumplimiento leal y estricto
de la presente declaración pública. Tacuarembó, Enero 14 de
1935.
Ivo Ferreira, A.J. Barragué, Clelio C. Oliva, Justino Menéndez, Juan Bautista Gil, Barsabás Ríos, Elías Abdo, Victorino Pereira.
NOTA.- Se encuentran excluídos naturalmente, del numeral 1° de esta declaración, los enfermos indigentes."
La organizacion de los sindicatos profesionales
Obsesionado por dotar a todos los gremios de profesionales universitarios de una organización que defendiera con eficacia su ejercicio con arreglo a las mejores normas morales y a sus derechos sociales y económicos, para beneficiar al conjunto de la población con emprendimientos solidarios, estimula, desde las páginas de ACCION SINDICAL la organización de los sindicatos profesionales. Veamos un artículo titulado (44):
DEBEMOS LUCHAR PARA QUE SE ORGANICEN TODOS LOS SINDICATOS PROFESIONALES
"Hasta el presente los
profesionales, respondiendo a una tendencia individualista
predominante, se han mantenido casi completamente aislados,
desconociendo las fecundas realizaciones de la acción gremial y
de la lucha solidaria, no sólo para la conquista de sus
aspiraciones inmediatas, de sus reivindicaciones económicas y de
sus principios deontológicos, sino y por sobre todo, teniendo en
cuenta el amplio porvenir constructivo, que la Sociedad del
futuro reserva, a la organización sindical de los trabajadores,
sean manuales o intelectuales.
Los médicos han sido los únicos que, bajo la designación de
Sindicato han echado las bases de una institución
específicamente gremial. Los otros profesionales han fundado
agrupaciones similares, pero sin un contenido táctico y
económico que las haga útil para la acción que nosotros
propiciamos.
Las razones de este individualismo es de fácil explicación.
Mientras los profesionales fueron seres privilegiados, con
problemas económicos reducidos y de sencilla solución fue
lógico este aislamiento, puesto que la natural tendencia del
hombre es hacia la conquista de la máxima independencia de sus
actos.
La disciplina sindical presupone la disminución, voluntaria,
justa y desinteresada, pero disminución al fin, de la libertad
individual. En aquella época de bienestar económico no
existían ni razones, ni estímulos, para que el individuo
sacrificara una parte de su independencia, al no tener una razón
poderosa, que justificara este sacrificio.
Pero con el correr de los años el panorama de la economía
profesional ha variado casi por completo. Paralelamente, como un
fenómeno espontáneo y lógico, el sentimiento gremial se ha
despertado; las expresiones solidaridad, acción colectiva,
sindicalismo, etc., etc., se han hecho carne en la conciencia de
los profesionales y especialmente en aquellos que sienten de una
manera más aguda y apremiante, el doloroso batallar por la
conquista del pan cotidiano.
Lo que, para los obreros manuales, fue una necesidad antigua,
para los obreros intelectuales es una necesidad reciente; porque
la miseria y la explotación del obrero manual es un fenómeno
viejo, mientras que la proletarización del técnico profesional
es un fenómeno que sólo se ha producido en nuestra época.
Véase pues, el carácter esencialmente natural y espontáneo, el
determinismo fatal que empuja a los hombres a estrechar filas,
cuando el individuo es impotente para solucionar por sí solo el
angustiante problema que la vida le plantea; la lucha individual
se transforma en una lucha colectiva; los intereses individuales
se confunden en un gran interés colectivo.
Así surge la conciencia gremial, y cuando esta conciencia
existe, la sindicalización de los individuos es un hecho
inevitable.
La conciencia gremial surge ya entre los profesionales de nuestro
país; la crisis económica ha realizado este milagro. Pero, por
un fenómeno de inercia, los hechos quedan siempre atrás de las
aspiraciones; el ideal precede fatalmente la materialización de
lo que se aspira. Este hecho explica la falta de sindicatos
profesionales, a pesar de existir ya la conciencia sindical de
sus futuros integrantes.
Sin embargo algunos acontecimientos presagian el advenimiento
concreto del sindicalismo profesional en nuestro país. Nuestra
institución modifica fundamentalmente su táctica; como
consecuencia de ello despierta a su alrededor un gran movimiento
de simpatía; el número de sus afiliados aumenta y el entusiasmo
de sus viejos adherentes se multiplica.
La potencia milagrosa de la ACCION comienza a realizar su
irresistible atractivo. Los ingenieros, aleccionados por nuestro
ejemplo, inician ya trabajos para sindicalizarse.
Consideramos conveniente que
el Sindicato Médico tome para sí la fundamental misión, de
provocar rápidamente un gran movimiento, para determinar la
fundación de todos los Sindicatos profesionales del Uruguay
Hecho esto, será cosa fácil cohesionar, todas las fuerzas
dispersas, alrededor de una Federación de Sindicatos
Profesionales.
El Comité Ejecutivo deberá abocarse, en breve, al estudio de
este proyecto trascendental, cuya cristalización marcará una
etapa inolvidable en la historia profesional de nuestro
país."
Así quedaba plasmada con claridad su idea generosa de cooperar para que todas las profesiones tuvieran su Sindicato, dándole al término un nuevo significado en la historia uruguaya. Si bien el Dr. Augusto Turenne había defendido la denominación de "Sindicato Médico del Uruguay" para la institución a cuyo nacimiento asistía, inspirado en los Sindicatos Médicos Franceses, Fosalba retoma con mayor amplitud todavía esa designación y le incorpora todo lo que el sindicalismo obrero de la época había aportado a la transformación de las relaciones entre el capital y el trabajo en Europa, en los Estados Unidos, o en forma de esbozo apenas, en América Latina.
Esta fue otra de las líneas de acción que llevaría adelante con maestría Fosalba, desde esos tempranos años. A través de un estricto enfoque sociológico, escruta lo que sucede en el país y en el mundo, con una mirada nueva, ajena al pensamiento médico de entonces. Un punto de vista modernizador, apoyado en el análisis crítico de la realidad, importante palanca para producir los cambios que su ambiente necesitaba.
En ACCION SINDICAL de setiembre (45), vuelve sobre el tema con el artículo:
LA FEDERACION DE LOS SINDICATOS PROFESIONALES SERA PRONTO UNA REALIDAD EN NUESTRO PAIS
"La situación del país
ofrece a estudio un interesante fenómeno. A la observación más
superficial no escapan las características de él.
En la campaña han surgido un sinnúmero de asociaciones rurales
locales; en la ciudad, profesionales, comerciantes, hombres de
trabajo, empleados, estudiantes y obreros constituyen nuevas
entidades asociativas y llegan en cantidad cada vez mayor a las
ya existentes alcanzando esas diversas asociaciones un auge
insospechado para las generaciones que nos han precedido.
Este fenómeno, acentuación del espíritu de solidaridad y de
gremio, fruto de factores que arraigan en la misma naturaleza de
las colectividades y del individuo, fenómeno esencialmente
espontáneo, aparece en la hora actual a consecuencia de las
nuevas modalidades de la vida contemporánea.
Hoy, nuevos problemas exigen otras soluciones y gradualmente se
constituyen las nuevas bases filosóficas, científicas y
económicas del principio de la libre organización de los
individuos como solución ideal para la defensa de cada uno en la
solidarización con los que viven las mismas preocupaciones,
sufren las mismas inclemencias y sienten los mismos intereses.
Nos interesa, en particular, el problema referente a los
profesionales de nuestro país.
Las características de la vida profesional de hoy día son bien
diferentes de los que vivieron una o dos generaciones atrás. El
aumento incesante del alumnado de las Facultades provoca el
egreso creciente de profesionales jóvenes que se encuentran,
casi proletarizados, indefensos ante la complejidad de la lucha
por la vida. El Sindicato Médico del Uruguay sintió hace varios
años ese problema tan vital pero sólo comprendió ahora como
resolver el sentimiento ético y económico de la clase
profesional que reune.
Hoy luchamos afanosos por el mejoramiento de los médicos. El
Servicio de Urgencia del Sindicato se desenvuelve en magnífica
atmósfera de optimismo y de éxito, como prolegómeno del Centro
de Asistencia que ennoblecerá y mejorará la profesión médica
del país.
Son todas esas reflexiones y otras que hicieron surgir del
Comité Ejecutivo lo que ya se programaba en el número anterior
de ACCION SINDICAL, una Comisión de Extensión Sindical que
ensanchará los horizontes gremiales hasta enlazar todas las
profesiones en esta Federación que propiciamos.
Los ingenieros ya preparan un Sindicato de Ingenieros. En estos
momentos esa Comisión trabaja intensamente con los abogados y
los escribanos para la génesis de nuevos Sindicatos. Pronto se
iniciarán esos mismos propósitos en los demás profesionales.
Profunda fe y esperanza tenemos todos en el éxito de la labor
comenzada. Y obtenemos esa fe y esa esperanza en el
convencimiento que la única forma de alcanzar el mejoramiento
profesional, de solucionar esa tremenda crisis de los recién
egresados, verdaderos proletarios de la profesión, es la libre
unión para la defensa solidaria de nuestras necesidades éticas
y económicas. Creemos que es la salida fatal que tomaremos todos
de la intrincada encrucijada que sufrimos."
No nos ha llegado información sobre que se hubieran concretado estos propósitos para las profesiones mencionadas, pero sí que se materializara la formación del SINDICATO ODONTOLOGICO, de lo que quedan dos testimonios.
El primero a través de un artículo del Dr. L. Berterreche (46) titulado
"UN NUEVO SINDICATO PROFESIONAL"
Los odontólogos han
constituído su institución gremial.
La noche del 30 de marzo, una Asamblea en la que participaron
dentistas afiliados a las diversas sociedades odontológicas de
Montevideo, declaró constituído el Sindicato Odontológico del
Uruguay.
Especialmente invitado por el Comité Provisorio, el doctor
Fosalba hizo una clara e interesantísima exposición sobre la
necesidad de sindicarse para conocerse mejor y defenderse más
eficazmente.
Con palabra sobria y expresión persuasiva, habló a la Asamblea
de los primeros pasos del Sindicato Médico, la obra al
principio, de aquel espíritu idealista y dinámico que fue Mario
Simeto.
Describió después lo que se podría llamar la segunda etapa, es
decir, la que se está viviendo en estos momentos y como es un
enamorado de la acción, ahorró palabras y presentó hechos
concretos. Los hechos fueron todas las realizaciones del
Sindicato Médico en los distintos órdenes; profesional,
científico, gremial y social.
La lucha se torna cada día más dura, difícil, extenuante, y el
que tenga la ridícula pretensión, en cualquier actividad
social, de esquivarla encerrándose en la cáscara de su egoísmo
o de su incomprensión, sucumbirá materialmente y, lo que es
más triste e irreparable: moralmente.
De todas las palabras de que se suele abusar, hay una que, por
suerte, no es la más manoseada por los fariseos y merece todo
nuestro respeto, por su contenido humano, por su sentido
concreto: "SOLIDARIDAD".
En nombre de ella se ha llamado a los dentistas del Uruguay a
integrar un Sindicato que debe agrupar, sino a todos, a la
inmensa mayoría de los colegas.
Estamos seguros de que responderán al llamado y no serán
defraudados, pues el Sindicato será la obra de todos y todos
deberán poner el hombro para que la obra no se derrumbe.
En el Sindicato aprenderemos a conocernos, a estimarnos y a
respetarnos en tanto que, ayudando a la obra común, nos
ayudaremos.
Nada pueden perder los dentistas sindicándose y en cambio, las
posibilidades de ventajas económicas y morales, inmediatas y
futuras, son ilimitadas.
No es el caso de puntualizar aquí, una a una, las ventajas que a
cada uno en particular y a la profesión en general les puede
ofrecer un Sindicato fuerte por el número y el entusiasmo de sus
componentes.
Cada afiliado se sentirá respaldado por la solidaridad de sus
compañeros y la profesión será respetada en un medio social
que tritura a los que se aíslan, obedeciendo a un egoísmo
suicida que está tan lejos de la "superioridad
mental", como la brutalidad, del coraje.
El problema es claro, la solución es única. Para hacer frente a
la lucha, cada día más implacable, no hay más que un arma
noble y viril: la solidaridad, y un terreno donde emplearla con
eficacia: el Sindicato."
El segundo testimonio (47):
"DEL SINDICATO ODONTOLOGICO"
Montevideo, 8 de abril de
1946.-
Sr. Presidente del Sindicato Médico del Uruguay,
Dr. Frank A. Hughes.-
De nuestra mayor consideración:
La Comisión Directiva del Sindicato Odontológico del Uruguay se
ha sentido profundamente conmovida por la prematura desaparición
del Dr. Carlos Ma. Fosalba.
Sabemos que para esa Institución amiga representa una
irreparable pérdida, por todo lo que por ella hizo y lo que
podía esperarse de su inteligencia, su espíritu de lucha y
capacidad de trabajo.
El Sindicato Odontológico ha perdido un grande y valioso amigo
del que puede decirse con justicia que fue uno de los gestores.
Esto lo afirmamos porque los iniciadores de este Sindicato se
inspiraron en la obra que el Dr. Fosalba y un selecto grupo de
médicos realizaban en el campo gremial médico. Contagiados de
su entusiasmo y alentados por su ejemplo, los iniciadores de esta
Institución trataron de imitar el ejemplo y llevar al campo
gremial odontológico, en la medida de su capacidad las
inquietudes por los problemas gremiales. Fue por lo tanto para
nosotros el Dr. Fosalba, amigo, ejemplo y estímulo.
Por último, queremos recordar en homenaje a su memoria, su don
de simpatía, su dinamismo inagotable y el sano optimismo que
irradiaba su brillante personalidad.
Por todo esto, nos solidarizamos con la pena de sus compañeros y
amigos del Sindicato Médico por tan dolorosa pérdida y sentimos
que esta desaparición nos afecta como si fuera uno de nuestros
propios compañeros de gremio y de lucha que se nos alejara
definitivamente.
Saludamos al Sr. Presidente con nuestra consideración más
distinguida, HECTOR V. GAIBISSO, Presidente. LISANDRO
BERTERRECHE, Secretario."
La propuesta del servicio de urgencia en 1934
Sin duda, una de las piedras angulares en la construcción del nuevo proyecto asistencial, que transformaría el mutualismo y dignificaría el trabajo de los profesionales médicos, se ponía en marcha con la gestación del Servicio de Urgencia, que comenzaría a funcionar en agosto de 1934, precisamente doce meses antes de que el futuro Centro de Asistencia abriera sus puertas el 1° de julio de 1935. En ACCION SINDICAL podemos leer esta información (48):
EL SERVICIO DE URGENCIA DEL SINDICATO
"El Comité del Sindicato
en sus sesiones de fecha 6 y 8 del corriente resolvió organizar
un servicio permanente de urgencia instalado en su local social.
Este servicio de carácter transitorio no es más que la avanzada
de la gran Mutualista de asistencia médica cuyo anteproyecto ya
está en estudio del Comité Ejecutivo.
Estamos seguros que este servicio además de ser sumamente útil
para la población reportará beneficios importantes para los
médicos socios de la institución quienes han de ser los que
desempeñen las tareas inherentes a dicho servicio.
Para conocimiento de nuestros afiliados transcribimos a
continuación del texto del reglamento provisorio aprobado por el
Comité Ejecutivo:
1° El Sindicato Médico del Uruguay crea un Servicio Médico de
Urgencia que funcionará en la sede social.
2° Este servicio será permanente a cargo de los afiliados de la
institución.
3° Para realizarlo se constituirá un cuadro de médicos
requiriéndose para inscribirse en él las siguientes
condiciones:
a) Ser socio y estar al día.
b) Tener una antigüedad como afiliado no inferior a 6 meses.
c) En la constitución del cuadro de médicos se dará
preferencia a quienes no tengan cargos rentados, ya públicos, o
en mutualistas.
4° El funcionamiento del servicio, los horarios, la
constitución del cuadro de médicos, la regulación de guardias,
la propaganda y la locomoción quedará a cargo de una comisión
de 3 miembros nombrada por el Comité Ejecutivo.
5° El desempeño del cargo de médico de urgencia en este
servicio que será transitorio hasta que se cree el Centro de
Asistencia no acredita privilegios ni méritos para ocupar cargos
en el servicio de urgencia de la organización mutual definitiva.
6° Los servicios se cobrarán según tarifas similares a las que
rigen en la Asistencia Pública, teniendo en cuenta, además de
la distancia, la calidad de los servicios prestados y la
situación económica del asistido.
7° El radio de asistencia será fijado por la Comisión
designada.
8° La institución retirará para satisfacer sus gastos de
locomoción, propaganda y funcionamiento el 40% de la cantidad
global mensual, distribuyéndose el 60% restante entre los
médicos proporcionalmente a las horas de guardia.
9° La comisión designada por el Comité se encargará de la
debida propaganda por la prensa y la radiodifusión."
En ACCION SINDICAL (49), aparece un breve recuadro, que informa:
NUESTRO SERVICIO DE URGENCIA
"Dando comienzo, a su
fecunda labor constructiva, el Comité Ejecutivo del Sindicato
Médico inaugurará, en su local social, el Servicio Permanente
de Urgencia que será atendido por socios de la institución.
El día 15 de agosto ha sido fijado como fecha de esa
inauguración.
Una intensa, pero correcta propaganda, hará conocer a toda la
población la existencia de este útil servicio que beneficiará,
no solamente a los enfermos, sino también a muchos médicos
jóvenes.
El interés que ha despertado nuestro servicio ha sido muy
grande, como lo prueba el gran número de colegas inscriptos en
el registro que fue cerrado con fecha del 27 de julio, previa
comunicación a los asociados.
La organización ha sido estudiada en todos sus detalles;
instalación, remuneración de los técnicos, tarifa de cobranza,
servicio de locomoción, todo ha sido calculado y resuelto lo que
nos permite asegurar la corrección y el perfecto orden de su
funcionamiento.
Un seguro y brillante porvenir ha de tener este primer servicio
público que nuestro Sindicato inaugura. Pero sólo constituye
una etapa, en el plan de trabajo que el Comité Ejecutivo se ha
marcado. Dentro de algunos meses cristalizará una de sus más
grandes realizaciones: nos referimos al Centro de Asistencia
Médica, una parte de cuyo anteproyecto aparece publicado en este
mismo número de nuestra Revista."
La propuesta del Centro de Asistencia
El Comité Ejecutivo informa que ha comenzado a estudiar el articulado de sus Bases Fundamentales y las transcribe en dos entregas.
En ACCION SINDICAL (50), aparece la primera parte de las Bases Fundamentales, bajo el título:
NUESTRO CENTRO DE ASISTENCIA EN MARCHA
"El Comité Ejecutivo ha
estudiado y aprobado una gran parte del anteproyecto que ha de
elevarse en breve a consideración de la Asamblea.
"Sin ningún comentario, que reservamos para próximo
número, transcribimos a continuación los artículos, ya
aprobados por el Comité Ejecutivo, del ante-proyecto de un
Centro de Asistencia Médica, adscripto al Sindicato Médico del
Uruguay. La trascendencia de tal proyecto, fluye necesariamente
de la lectura del mismo. Rogamos a nuestros consocios que
estudien debidamente el problema así podrán ir formando
criterio sobre el asunto e intervenir eficazmente en las
deliberaciones, que han de producirse cuando él sea tratado en
la asamblea que se citará al efecto."
La continuación de la publicación sigue en el próximo número de ACCION SINDICAL (51), donde para finalizar la transcripción del articulado aprobado, el numeral 6. de las Disposiciones Transitorias indica:
"6. Este Centro comenzará a funcionar a más tardar el 1° de enero de 1935."
ANTEPROYECTO DEFINITIVO
En el ejemplar de ACCION SINDICAL, de octubre y noviembre de 1934, se publica el "Anteproyecto definitivo del Centro de Asistencia adscripto al Sindicato Médico del Uruguay", (52) precedido del siguiente "copete":
"En la Asamblea realizada
el día 23 de noviembre de 1934 fue aprobado totalmente el
ante-proyecto del Centro de Asistencia adscripto al Sindicato
Médico del Uruguay. Transcribimos a continuación el texto
definitivo de este fundamental asunto y rogamos a nuestros
colegas lo estudien con la meditación necesaria.
Cuando estas líneas aparezcan ya estará funcionando la Junta
Administrativa cuya integración publicaremos en este mismo lugar
si tenemos tiempo para ello.
Estamos seguros que antes de 3 meses ya estará funcionando
nuestro gran Centro de Asistencia. Y el primer paso hacia la
liberación del médico estará ya dado..."
En estos breves comentarios puede apreciarse el optimismo exultante de Fosalba con la concreción, finalmente, de un proyecto que venía impulsando desde que ingresó al Comité Ejecutivo como delegado de A.E.M., en 1931, y que merced a los cambios de la situación política nacional, social y económica, había obtenido el eco merecido de sus compañeros sindicalistas.
EL CENTRO DE ASISTENCIA Y LOS SINDICATOS LOCALES
En el ejemplar de ACCION SINDICAL de diciembre (53), se publica bajo ese título el siguiente comentario:
"A propósito de la
constitución que se viene efectuando de los Sindicatos Locales,
es interesante hacer notar que en las ciudades visitadas a ese
efecto, los colegas médicos subrayaron la importancia de dichos
organismos con autonomía local.
Comprendemos -manifiestan- juiciosamente la autoridad moral
creada y constituída sobre bases excelentes y admitimos la
disciplina sindical que se origina, como ventajosa y necesaria
para realizar una buena obra de colaboración.
Pero conjuntamente a la unión así conquistada, diríamos casi
en una forma un poco teórica, es posible realizar una obra más
firme e indisoluble, cual es la que se forja en una acción
desarrollada por las cabezas de una localidad decididos a
construír Centro de Asistencia Médica. Estos organismos
lograrían en forma práctica y segura la unión de los médicos
en su faz profesional al crearse relaciones íntimas por
intereses comunes.
Con la pronta realización de esta fórmula del ejercicio de la
medicina, se obtendría la solución de muchos puntos de valor
actualmente imposibles de ni siquiera plantearse.
En primer lugar como lo hacemos notar, la vinculación en una
obra común, establecer un cordial entendimiento de los médicos.
Luego una conquista que ya es tiempo de alcanzarla. La
realización de una medicina social cuyos beneficios serían
absolutos para la población. A ninguno de nosotros escapa que
así sería posible coordinar grandes planes de lucha contra
ciertas enfermedades tal como lo quiere la medicina preventiva
única capaz de luchar con éxito.
Y en otro orden, nuestros Centros de Asistencia locales estarían
facultados para resolver los problemas técnicos-sociales. Es
indudable que sus informes serían valiosísimos, para
considerarlos en la Convención Nacional de Médicos que dentro
de pocos meses se realizará en Montevideo, encarando ellos los
problemas, de acuerdo con las necesidades técnicas de la
población, y no según los intereses egoístas de cada uno de
los médicos que ejercen actualmente la medicina.
A nuestros colegas de campaña pedimos vayan estudiando los
beneficios que se recogen de un Sindicato Local y de un Centro de
Asistencia tal como lo venimos señalando en artículos
aparecidos en ACCION SINDICAL, facilitando así la creación que
de dichas organizaciones viene efectuando con todo éxito el
Sindicato Central."
LA CELEBRACION DEL PRIMER AÑO DEL CENTRO DE ASISTENCIA
Cuando un año más tarde, el
Centro de Asistencia celebraba por todo lo alto su primer
aniversario, tuvieron lugar una serie de actos y festejos, de los
que puntualmente dio cuenta ACCION SINDICAL (54) en estos
términos:
"El 1° de julio fue conmemorado exitosamente el primer
aniversario de fundación del Centro de Asistencia. Tres
magníficos actos se realizaron en esta jubilosa jornada: por la
mañana, en el local del Sindicato Médico, un lunch ofrecido a
la prensa y a la radiofonía; por la tarde un acto académico,
público, en el Ateneo, dedicado especialmente a los socios del
Centro de Asistencia; y por la noche, un banquete de
confraternidad médica en el Parque Hotel.
En estos actos se ha exteriorizado el regocijo del público en
general y nuestra colectividad médica, consagrando el esfuerzo
de organización mutual del Sindicato Médico del Uruguay."
Y allí se daba pormenorizado detalle de cada uno de los tres actos, culminando con los discursos centrales en el banquete de camaradería médica. Hicieron entonces uso de la palabra los Dres. César Bordoni Posse, Elías Regules (h.), el Br. Carlos A. Lago, el Dr. Almeida Pintos, finalizando el Dr. Carlos María Fosalba con una pieza memorable.
Tal vez más recordada que otras, por haber sido tomada de su contexto un par de frases que llevadas al bronce acompañan al Sindicato Médico en sus Sedes, primero en el gran salón del Palacio Sindical, y ahora también en el Salón de Actos del edificio nuevo.
En otra parte, hemos incluído un fragmento de esa pieza, que ahora brindaremos en su totalidad, por ser una de las claves para mejor comprender la génesis del Centro de Asistencia como gran proyecto del Sindicato Médico y sus perspectivas económicas y sociales para la población y la profesión. Es por otra parte, una profunda reflexión, siempre optimista, de Fosalba, donde evidencia su inmensa alegría por el éxito alcanzado por el proyecto, cuando recién se erguía.
Decía Fosalba:
"Este acontecimiento que
hoy festejamos con espontánea camaradería tiene un íntimo
significado más profundo que la simple expresión de nuestro
júbilo, por un triunfo o una conquista material. Se trata de un
fenómeno mucho más importante y complejo, ligado más al
sentido mismo de las cosas, que a las apariencias exteriores de
los hechos.
Estamos en realidad expresando públicamente nuestra solidaridad
con una vasta labor constructiva que viene desarrollándose con
formidable empuje desde las filas del Sindicato Médico; labor
que abarca la plenitud de nuestra vida profesional en sus
diferentes aspectos: ética, problemas gremiales, cuestiones
profesionales, asuntos económicos, actividad científica,
solidaridad de grupo y solidaridad social.
Podemos decir con orgullo que nuestro Sindicato es algo más que
un vasto laboratorio de ideas; significa sin ninguna duda una
verdadera colmena de trabajadores, realizando dentro y fuera de
sus muros una obra concreta y positiva de realizaciones, que se
suceden la una a la otra, en un ritmo ininterrumpido, porque la
creación tiene ese mágico poder de no agotarse nunca y llevar
permanentemente en su seno el germen de nuevos hechos y el
potencial de energías que empuja siempre hacia adelante
iluminando el camino para señalar nuevos ideales, nuevas ideas,
nuevas aspiraciones y el ansia portentosa de querer siempre
poseerlas para satisfacer esta humana inquietud, que sólo se
afirma en el presente para poder así escalar mejor el porvenir.
El Sindicato Médico está comenzando a ser lo que ya ha mucho
tiempo deseaba que fuera: un verdadero universo, de posibilidades
ilimitadas para construír y realizar una casa que fuera un
verdadero hogar para los médicos; una escuela de ética, en el
sentido completo de la palabra; una cátedra viva y actuante de
deontología, no sólo profesional, sino, y aún más, humana: un
lugar de capacitación para la lucha honesta, progresiva, sincera
y desinteresada; un sitio para retemplar el valor y aprender a
valorar el tesoro inigualado del respeto por sí mismo; un
rincón donde aprender a conocer y estimarse y poder así
estimular el bello sentimiento de la solidaridad en su más
amplio significado; y junto a todo esto, construír y siempre
construír. Realizar obra, sin pesimismos enervantes, sin
escepticismos disolventes, sino con sano y robusto optimismo, que
no ignora los obstáculos, que los analiza y los estudia, que los
medita y los pesa, pero no para detenerse espantado ante la
magnitud del esfuerzo que se vislumbra, ni para renunciar a la
conquista de lo que se ansía y se sueña, sino para capacitarse
y aniquilarlos vez a vez, con seguridad, con hombría y con
valor.
Aún mismo los que permanecen alejados de nuestro Sindicato,
perciben ya el estruendo que produce el torrente de su actividad;
aquí y en el extranjero se nos contempla con expectativa, con
curiosa ansiedad, con simpatía indisimulada.
Es la fuerza irresistible de la acción que está ejerciendo su
poderoso atractivo. Pensamiento y acción, idealismo y realidad,
moral y economía, ciencia y profesión. Centro de Asistencia,
Editorial Científica, Biblioteca, Extensión Universitaria a
través del micrófono, Oficina Jurídica, Sindicatos Locales,
Acción Sindical, declaraciones numerosas en defensa de
superiores ideales de libertad y justicia, esa es la obra
presente que está germinando en sus filas con formidable
energía. Mañana será la Convención Médica Nacional, las
Sociedades Científicas del Sindicato, el gran edificio que
construiremos para albergar toda nuestra vasta obra, el seguro
colectivo de enfermedad, la jubilación de los médicos, etc.,
etc. ¿Hasta donde llegaremos? No llegaremos nunca, porque llegar
es detenerse y detenerse es morir. Nosotros estaremos siempre en
movimiento, porque siempre tendremos un ideal aún no alcanzado,
un hecho por crear, nuevas ideas para transformar en realidades.
Yo he esperado este momento con paciencia; lo estoy esperando
desde hace 5 años. Era necesario este gran triunfo para poder
demostrar objetivamente y sin ningún lugar a dudas, la razón
que me asistía cuando proclamaba, entre las sonrisas irónicas
de la mayoría, no sólo que el Sindicato Médico sería cada vez
más poderoso en su fuerza ética, sino que llegaría con el
tiempo a ser una potencia material en lo económico, en lo
profesional y en lo científico. Permítase esta vanidad
disculpable por la trascendencia del momento y por la emoción
que me embarga al escribir estas líneas preñadas de sinceridad.
Hace 5 años, cuando yo era todavía un joven estudiante de
Medicina, presenté un atrevido plan de trabajo al Comité
Ejecutivo del Sindicato Médico, porque me producía desaliento y
pesar la contemplación de aquella casa honesta, pura, sincera y
valiente, pero desolada, vacía, inactiva, silenciosa e
infecunda. Sus dirigentes entre los que me contaba yo, y muchos
de los cuales están seguramente hoy entre nosotros, eran
indiscutiblemente, un ejemplo de honestidad y amaban sinceramente
al Sindicato, pero a mi entender, cometían un grave error: no
creían en su capacidad constructiva porque no confiaban a su
vez, en el espíritu solidario del gremio médico.
Doloridos por la indiferencia y el egoísmo brutal del ambiente,
no se atrevían a realizar, porque no esperaban la respuesta
solidaria de la masa. Ellos decían: Nosotros no podemos hacer
obra porque el gremio no nos responde.
Yo les replicaba con juvenil
vehemencia: ¡Pues bien! invierto el aforismo y digo: El gremio
no nos responde porque no hacemos obra. Realicemos obra fecunda y
buena, obra útil y provechosa y el gremio entonces estará con
nosotros y nos apoyará.
Al pesimismo escéptico de mis camaradas trataba de sustituírlo
por el vigoroso optimismo producto de mis ideas, porque yo no soy
un accidental sindicalista médico, sino un sindicalista en el
sentido integral de la palabra. Por lo mismo que confío en el
porvenir de una sociedad nueva integrada por organismos gremiales
libres, ellos mismos orientados por hombres libres, por esa misma
razón fundamentaba mi optimismo poniéndolo por encima de las
enseñanzas dolorosas de aquel presente, interpretando la falta
de solidaridad médica por la ausencia de un organismo sindical
fuerte y poderoso y rechazaba la idea de que ésta falta era
consecuencia de la ausencia de solidaridad.
Se me dijo entonces que mi optimismo iría disminuyendo a medida
que el contacto con la realidad ambiente se encargara de podar la
frondosidad de mis ilusiones.
Y dije en aquellas sesiones, para mí inolvidables, que aceptaba
el reto y que demostraría con los hechos que no eran ilusiones
juveniles, sino convicciones maduras, mis proyectos de aquel
entonces.
De aquel entonces al presente han pasado 5 años. De ellos sólo
estos 2 últimos han sido empleados por un conjunto de colegas
amigos y por mí, en la realización de los planes solo esbozados
en aquella época.
En sólo dos años ¡qué extraordinario esfuerzo se ha
realizado!
Aunque toda nuestra obra solo sea un embrión con respecto a lo
que debe ser; aunque estemos balbuceando y falte mucho para
realizar lo soñado ¿quién no ve ya el luminoso porvenir que
nos espera? ¿Quién no distingue a este Sindicato vigoroso,
juvenil, inquieto, creador, audaz, constructivo? Hemos tomado del
viejo Sindicato una hermosa herencia, legada por nuestros
antecesores. Herencia material que nos ha permitido llevar
adelante la obra emprendida. Herencia moral, limpia y honrada,
que ha despejado nuestro camino.
Pero hemos sabido agregarle el ansia de hacer todos los días
algo nuevo, de construír cosas reales mientras soñábamos y de
soñar mientras construimos. Le hemos agregado el irresistible
optimismo que todo lo puede y todo lo confía, que prefiere errar
realizando a detenerse por temor a fracasar.
Cada generación cumplió su cometido: los que nos precedieron
nos entregaron una casa sólida, moral y materialmente
considerada; la nuestra trajo la inquietud insaciable de crear y
hacer. Del cumplimiento de estos dos cometidos, ha surgido la
bella realidad que hoy palpita vigorosa entre nosotros.
A los que me objetan que muchos de los que hoy ingresan al
Sindicato vienen sólo o principalmente atraídos por su triunfo
económico, yo les contesto, que no importa. Ingresar a nuestra
casa implica ya una disciplina moral; venir hacia nosotros
significa identificarse en nuestros problemas; el tiempo y la
camaradería harán el resto. Algunos defraudarán nuestra
confianza, pero ¡cuántos serán conquistados para siempre! Por
otra parte, antes pasaba lo mismo que ahora. Todos conocemos ex
dirigentes del viejo Sindicato enlodados y vendidos a causas
deleznables. Nuestra casa, a pesar de ellos, continúa y
continuará su ruta de honestidad, de trabajo y de acción. Sus
ideales no se han de marchitar por la frágil constitución de
algunas conciencias venales. La vida es bella aunque deje a lo
largo de su camino mucho lodo y tantos despojos despreciables.
Quiero, por último, destacar la necesidad de que todos colaboren
en la obra común actuando en la lucha, aportando el pensamiento
y el brazo ejecutor. El Sindicato necesita más actores y menos
espectadores. Que cada uno tenga el sentido de su
responsabilidad, de su deber y de sus derechos.
Nuestra casa os espera, amigos, colegas y estudiantes, que sois
futuros colegas; ella confía en vosotros. Su porvenir depende de
cada uno de sus integrantes. Recordad que sólo se ama una cosa
cuando hemos puesto algo de nosotros mismos en la construcción
de ella; cuando no es extraña a nuestra vida, cuando en alguna
de sus manifestaciones existe una partícula que ha surgido del
fondo de nuestras almas, puestas en tensión por el esfuerzo
creador.
Dueños de nuestro propio destino, seremos libres y esta libertad
de vivir hará nuestras horas dignas de ser vividas.
Señores; colegas y amigos: Acompañadme en este grito sincero:
¡Viva el Sindicato Médico del Uruguay!"
La lucha contra el Ministerio de Salud Pública
Es una línea permanente de conducta desde su primer número el enfrentamiento de ACCION SINDICAL con el Ministro Dr. Eduardo Blanco Acevedo. Este cirujano, había sido Presidente del Consejo Salud Pública, y mantenido previos conflictos con el Sindicato Médico en 1932.
(Existe un recordado y documentado incidente con el Dr. Abel Chifflet, a propósito de una actuación profesional cuestionable de aquél, en el que tuvo relevante presencia el Sindicato Médico para esclarecer la situación). Blanco Acevedo, que había intervenido en la Primera Guerra Mundial prestando servicios como Cirujano en Francia, por lo que ésta le otorgó la Legión de Honor, llegó a encabezar el Ministerio de Salud Pública, cuya ley de creación él suscribió con su cuñado el Dictador Dr. Gabriel Terra, en enero de 1934. En medio de un gobierno de facto, y como supremo hacedor de la Salud Pública, cometió numerosos hechos denunciables desde el punto de vista sindical.
En ACCION SINDICAL desde su primer número (55), se da cuenta de:
EL GRAN ACTO DEL 1° DE JUNIO
"Médicos y estudiantes
reunidos en un haz vibrante de solidaridad llenaron por completo
el gran salón de Actos de la Facultad de Medicina en la tarde
del 1° de junio, para manifestar públicamente su repudio por
los notorios atropellos del Ministro de Salud Pública que ya
había sido calificado por el Sindicato Médico como al peor
enemigo de la clase médica.
Las destituciones injustificadas e improcedentes de nuestros
colegas los Dres. Bercianos, Alvarez Caimi, San Juan, Ruibal y
otros colmaron las medidas de los hechos inauditos que la
opinión pública encabezada por nuestra institución condenaron
desde el primer día.
Cabe destacar la levantada actitud del Sindicato Médico que, no
bien iniciada esta serie de destituciones sin sumario, se puso al
frente del movimiento reivindicador.
La campaña realizada por el Sindicato culminó el día 1° con
el gran acto de Solidaridad a que hacemos referencia en este
artículo."
Y a continuación se insertan mensajes y discurso del Presidente del Sindicato Médico, Dr. Julio C.Estrella. Lo que será una práctica habitual, en cada número hay por lo menos cuatro o seis artículos, en los más diversos tonos, fustigando las arbitrariedades ministeriales, denunciando sus actitudes y posiciones despóticas, su expansionismo hospitalario ensanchando su servicio del Hospital Pasteur, o sus intervenciones en conflictos éticos médicos, como el de la "Quinta de Salud de Casa de Galicia", donde en medio de un enfrentamiento con el Sindicato Médico, que defendía la gallarda actitud del Director del sanatorio Dr. don Julio Nin y Silva, el Ministro-cirujano ocupa finalmente el cargo declarado en conflicto por la gremial médica.
En el mismo número de ACCION SINDICAL (56), puede leerse un suelto en gruesos caracteres titulado
LO QUE NO SE DEBE OLVIDAR
"Ningún médico honrado
debe olvidar que el Sindicato Médico con fecha 23 de mayo
resolvió lo siguiente:
1° Declara al Dr. Eduardo Blanco Acevedo como franco enemigo del
gremio médico.
2° Exhorta a todos los colegas, y en especial a los socios del
Sindicato, a suspender con dicha persona, toda relación de
índole profesional.
3° Considera como una ineludible obligación moral y como un
deber de solidaridad gremial, que todos los médicos se nieguen a
ocupar cargos dejados vacantes por la expulsión de los Dres.
Manuel Bercianos y A. Alvarez Caimi.
Luego, pues, los colegas y socios que tengan relaciones
profesionales con Eduardo Blanco traicionan los más elevados
principios de Solidaridad.
Como dijo un orador en el gran acto del 1° de junio toda
traición es una cobardía. No seamos pues, ni cobardes, ni
traidores."
En el mismo número de ACCION SINDICAL, aparecen otros sueltos, titulados:
* EL CONSEJO DE LA FACULTAD
CONDENA A BLANCO ACEVEDO, (57)
* LA ASAMBLEA DEL CLAUSTRO CONDENA A EDUARDO BLANCO, (58)
* EL SINDICATO MEDICO PONE EN DESCUBIERTO LAS FALSEDADES DEL
MINISTRO DE SALUD, (59)
* POLICIA EN EL HOSPITAL, (60).
LA EXPLOTACION DEL MEDICO POR EL ESTADO, (61)
LA SITUACION DEL MEDICO FRENTE AL MINISTERIO DE SALUD PUBLICA,
(62)
LA DISECCION DE UN MONSTRUO, (63)
LA PERSECUCION DEL DR. ARAUCHO, (64)
NUEVA SANCION AL DR. BLANCO ACEVEDO, (65)
CX 31. RADIO BLANCO MINISTERIAL, (66)
LA FARSA DE CIERTOS CONCURSOS, (67)
EL MINISTRO DE SALUD PUBLICA Y LAS AGENCIAS DE COLOCACIONES (68)
IRONIAS DE SALUD PUBLICA, (69)
CX 31 RADIO BLANCO MINISTERIAL, (70)
MISERIAS DE SALUD PUBLICA, (71)
LA EXPLOTACION DEL MEDICO POR EL ESTADO, (72)
FRENTE A LA LEY ORGANICA DE SALUD PUBLICA
Es muy preciso el análisis que Fosalba realiza de la Ley Orgánica de Salud Pública, sobre la que editorializa en ACCION SINDICAL de diciembre de 1934 (73), encabezando con éste acápite y subtitulando
NUESTRA POSICION
"Estamos viviendo sin el
menor asomo de protesta, y con una tranquilidad que toca los
límites de lo inconsciente, bajo la tutela de una ley, que es
monstruosa por su génesis, brutal en su aplicación y terrible
por el poder que tiene de hacer trizas con todo lo que puede
quedar de digno y elevado en la clase médica.
La ley orgánica de Salud Pública, no admite calificativos.
Sólo quien ignore su contenido puede creer que son exageradas
nuestras manifestaciones. Y bien; frente a esto, todos nosotros
hemos adoptado, y algunos adoptan aún, una pasividad suicida.
Solamente la ignorancia de la ley decíamos, puede ser excusa de
la no reacción gremial frente a ella. Desgraciadamente el
argumento no es ya alegable.
Todos conocen el contenido insultante de los artículos 14 y 28
de la ley. [Y aquí insertaba una llamada al pie, alertando
al lector que páginas más adelante encontraría a texto
completo la Conferencia dictada en los salones del S.M.U. el 7 de
diciembre de 1934 por el Asesor Letrado Dr. Raúl E.Baethgen,
realizando un pormenorizado análisis jurídico de la Ley
Orgánica de Salud Pública].
Todas las actividades
individuales, colectivas, gremiales y científicas están
sometidas a la prepotencia y al capricho ministerial. El
artículo 14, concede al ministro del ramo plena e ilimitada
ingerencia en las cuestiones e instituciones gremiales, mutuales,
científicas, etc.; el segundo, el 28, lo faculta para ser juez
omnipotente, todopoderoso, inapelable en sus fallos; nuevo señor
de horca y cuchillo que tratará de levantar su poderío, sobre
nuestra tradición de lucha y sobre nuestro presente de
inagotables rebeldías.
ORIGEN DE LA LEY.- No entraremos en disquisiciones ni en el
análisis minucioso, de las distintas imposiciones incluídas en
la ley.
Pensemos que para ser las leyes poco perjudiciales y no limitar
en absoluto, ni coartar en lo más mínimo, la libertad
individual y gremial, deben de ser no impuestas, sino propuestas;
más aún, no deben de ser nada más que el resumen de una serie
de disposiciones emanadas de un acuerdo mutuo, de un
consentimiento unánime, si esto fuera posible, o en caso
contrario, facturadas y apoyadas por una mayoría, es decir
guiadas en su sanción por un criterio democráticamente puro y
no bastardeado.
Hay más. El creciente impulso, la extensión cada vez mayor de
los progresos técnicos, vía de verdadero cientificismo, por la
cual las actividades gremiales y profesionales, de todo orden, se
encaminan, hacen necesario, que sean los hombres dedicados a esos
problemas, los encargados de dictaminar ordenanzas, de construír
principios, de establecer reglas de ética, con el bien entendido
propósito de un perfeccionamiento individual y colectivo y sin,
por supuesto, menoscabar ni desconocer los derechos sociales del
resto de la colectividad, dentro de la cual desarrollan sus
actividades.
LA LEY ORGANICA DE SALUD
PUBLICA ESTÁ:
1° viciada en su génesis,
2° falseada por su constitución y
3° es atentatoria e injusta en su aplicación.
1° VICIADA EN SU GENESIS, porque su fabricación no responde a
un estudio sereno, meditado, razonado y lógico de los problemas
que hicieran necesario su aparición. Muy por el contrario,
responde a un plan preconcebido, absurdamente planeado,
caprichosamente tratado, cuya razón de ser no fue nada más que
la de colocar toda una colectividad bajo el mando de un hombre
que no tiene en su descargo ni la buena intención de favorecer
al personal a sus órdenes ni la de preocuparse de la salud de la
población.
2° FALSEADA EN SU CONSTITUCION.- La ley, no contempla, ni abarca
los problemas fundamentales de la salud pública; porque a fuer
de querer ser rígida e injuriosa en alguno de sus articulados,
es en otros frágil y deleznable; consecuencias lógicas cuando
se busca con una ley, no reglamentar, sino someter los derechos
de todos.
Falseada en su constitución, porque no hay ninguno de sus
artículos en la constitución de los cuales hayan intervenido y
pesado las opiniones de técnicos capacitados o las inspiraciones
de hombres moralmente sanos.
Hay articulados de la ley, tan falsos en su concepción y tan
artificiosos en su creación, que bastarían, por sí solos, para
desecharla por completo; y que nos dan la pauta de lo que sucede
cuando los problemas son tratados por individuos incompetentes y
no por los gremios capaces.
Falseada en su constitución, porque puede someter la aplicación
de problemas de orden técnicos y administrativos a la
consideración de ministros que no entienden de ellos.
3° ES ATENTATORIA E INJUSTA EN SU APLICACION.- Esto es
fundamental y actualmente principalísimo. Los errores de una
ley, pueden subsanarse, en parte, cuando la ley no se aplica; o
cuando el o los hombres encargados de aplicarla son morales,
rectos y bien inspirados. Claro está, que lo primero no es
factible, porque sería un contrasentido en el presente caso. En
cuanto a lo segundo, es peligroso y absurdo, confiar la justa
resolución de los asuntos al estado espiritual o a la bondad del
facultado para resolverlos; tanto más, cuanto que la solución
justa debe ser tomada contra el espíritu y la letra de la ley, y
nada menos, que por el encargado de ejercerla, en sus verdaderos
términos.
Lo esencial, es no dejar en la aplicación de los reglamentos,
ese margen, esa elasticidad, que está nada más que sometida a
las condiciones naturales de los habilitados para apreciarla.
Una ley debe ser rigurosamente justa en su esencia y en su
espíritu. Con lo cual se descarta al máximo la intervención
del factor personal, en su interpretación y ejecución. Ahora
bien, si el encargado de hacerla cumplir es honrado, tanto mejor
para los que tienen que soportar el peso de la misma; y si no lo
es dado que se le puede exigir el estricto cumplimiento y la
correcta interpretación de una ley que es en su esencia justa,
el margen de injusticia que se podrá cometer en la aplicación
de la misma, se verá reducido al mínimun, con lo cual,
también, se beneficiarán los que caen bajo su jurisdicción.
La ley orgánica de Salud, no tiene nada de eso a su favor.
Deberá cumplirse y se hará cumplir. Bajo los regímenes de
fuerza este asunto no preocupa ni inquieta. No es, por otra parte
una ley justa, ni está en manos de quien pueda suavizarla y
elevarla. Muy por el contrario.
El juez encargado de su aplicación, el ministro, es enemigo
franco y declarado del gremio, al cual él está encargado de
juzgar; está descalificado por toda la clase médica;
desprestigiado por sus actuaciones personales y políticas; no
estando por lo tanto en la situación espiritual, no pudiéndolo
tampoco ser por su estado constitucional un juez ecuánime.
Resumiendo; la ley orgánica de Salud Pública es una ley mala,
sin garantías para los que están comprendidos en su
jurisdicción.
¿QUÉ DEBEMOS HACER? ¿Dirigirnos a los poderes públicos de los
que ha emanado la ley? Evidentemente, no. No, porque lo lógico,
hubiera sido que ellos, que nda saben recabasen la opnión
nuestra, que algo, sobre el asunto, sabemos. Cosa perfectamente
lógica, si un espíritu de recta justicia, hubiese sido el
animador de sus decisiones o el inspirador de sus resoluciones.
Digámoslo francamente. Los poderes, no tienen para nuestro
gremio ninguna consideración, cosa que agradecemos; y no nos
inspiran ninguna confianza cosa que se tienen bien merecida.
Infinidad de problemas se hubieran podido plantear y resolver por
los médicos-legisladores. El Boletín del Sindicato está lleno
de exhortaciones en ese sentido. Pero, poco o nada se ha hecho; y
si algo se pretendió hacer, ese algo, fue siempre lesivo para
nuestra clase. Este problema que subsistía en períodos de
legalidad se ha agudizado con el advenimiento del actual
régimen. Nosotros no podemos, ni debemos, ceder. Debemos
capacitarnos para conquistar con nuestra propia fuerza, la
gremial, todo lo que humanamente merecemos y todo lo que
lógicamente aspiramos.
NUESTRA FUERZA.- Unidos en nuestro Sindicato seremos un
inquebrantable poder. Animados de un espíritu de solidaridad,
impondremos nuestra tenaz resistencia y todo lo podremos. Medios
de lucha no nos faltan, capacitación técnica nos sobra,
entusiasmo para la lucha es lo que no escasea en nuestras filas.
Es necesario abordar los problemas con decisión y valor;
afrontar la ley en todas sus consecuencias y crearnos desde ya,
un estado de espíritu que, teniendo su raíz en la más amplia
solidaridad, nos conduzca inevitablemente a la conquista de
nuestros derechos desconocidos. Aprendamos de nuestros
formidables colegas cubanos, que están dando al mundo una
extraordinaria lección de solidaridad. Por eso el triunfo les ha
dado el calor de su acogida; si nosotros no aprendemos a
imitarlos, sólo recogeremos el aliento helado de una derrota
cruel."
Sin duda, esta ley que con tanta firmeza combatió Fosalba, sorprende que mantenga total vigencia a la fecha, sin que se escuchen, no ya en cada página de las publicacioens sindicales, sino por lo menos una vez cada dos años, la más mínima mención a su necesaria modificación.