Ensayo sobre el pensamiento del Dr. Carlos María Fosalba en las postrimerías del siglo XX
Anexo II
ENTREVISTAS DE PERSONALIDADES MEDICAS QUE HACEN REFERENCIA A FOSALBA POR CONOCIMIENTO DIRECTO
Entrevista realizada por Daniel Cabalero, Miguel Aguirre Bayley y Antonio L.Turnes en 1990
Publicado en NOTICIAS N° 63 de julio de 1993, pág. 22-29
Dr. Crottogini, ingresemos a su actividad gremial, a los orígenes del SMU y del CASMU en los que Ud. ha tenido una participación muy intensa...
Bueno, yo me recibí en el año '34. Enseguida ingresé como socio al SMU y al mismo tiempo, creo en ese mismo año se fundó el Centro de Asistencia yo fui también uno de sus fundadores. En el '35 comenzó la actividad. En el SMU trabajé bastante y me gustaba mucho la cosa. Entonces estábamos en la calle Andes entre 18 de Julio y Colonia -yendo por Andes hacia Colonia a mano derecha-. Después estuvimos en la acera de enfrente. La primera sede era al lado de un cabaret, el Chanteclair, y allí fue muy interesante cómo se trabajaba. El SMU tenía ya una visión muy clara y significó realmente una proeza el que se juntaran los médicos en el año 1920 y que constituyeran no sólo un núcleo, sino que le llamaran "Sindicato". Porque todos tenían la idea, en aquella época, de que un sindicalista tenía que ser un obrero con las manos llenas de callos y no podía ser un intelectual. Sin embargo se le llamó "Sindicato" -aunque se discutió bastante-. El primer Presidente en esa época fue don Augusto Turenne, un tipo formidable. Este hombre rehizo toda su carrera en Francia, escribía y hablaba con una fluidez extraordinaria y fue un gran profesor. Tenía una idea muy clara de la medicina social -fue uno de los primeros-. Hace más de 60 años empezó a escribir acerca de los problemas de la superpoblación, del neomalthusianismo, etcétera, ya en aquel entonces. Era Director de los Archivos Uruguayos de Medicina, en la parte de Ginecología y Obstetricia. Fue Decano de la Facultad de Medicina y un profesor extraordinario. Fue contrario a la dictadura de Terra, a la de Franco y al nazismo.
De manera que el SMU se mostraba como algo formidable. Más tarde llegó la formación del CASMU, hijo del SMU. Se discutió mucho acerca del asunto porque había poca plata y ya estaba Fosalba, un hombre brillante que conjugaba muy bien su capacidad intelectual con un pragmatismo formidable y una idea muy clara de futuro. Lamentablemente murió muy joven...
Fue el adalid de la formación del CASMU. Y lo hizo pensando en una cosa que yo no sé si los economistas de ahora o de antes lo hacían.
El creía que se podía conseguir mucho de la gente ayudándola económicamente. Estaba bien, naturalmente, la idea, pero no bastaba porque de los que fueron entrando en el CASMU muchos éramos ya sindicalistas y habíamos estado trabajando, pero muchos otros entraron solamente por trabajo, lo cual no está mal, porque es legítimo buscar trabajo; pero lo que no está bien es no compartir la ideología del SMU para tener un puesto en el CASMU.
Y esto se fue palpando con mayor claridad con el correr del tiempo.
Pero bueno, yo empecé a trabajar en el CASMU -tengo el número 31 que fue por orden alfabético- participé de las primeras reuniones y me dedicaba a Ginecología y Obstetricia. Trabajé mucho en el SMU y con gran gusto -no había entonces tantos problemas ni conflictos como los que vinieron después- y me encontré con que el CASMU fue un caso realmente ejemplar, no sólo por el tipo de asistencia -de muy buen nivel- sino porque se hacía la asistsencia hospitalaria para la gente carente de recursos, la asistencia mutual para la gente de clase media y para la gente más pudiente la asistencia privada.
El CASMU fue enseñando a partir de su modelo cómo había que trabajar el mutualismo. Poco a poco el mutualismo se fue modernizando y dejó de ser aquél fenómeno en el que había dueños del mutualismo. En una época hubo empresarios del mutualismo, personas de carne y hueso que eran los dueños de las mutualistas aunque lo disimulaban de alguna manera. Un caso de esos fue el de la Médica Uruguaya -uno de los primeros-. El CASMU enseñó que el mutualismo tenía que ser plural a través de una Directiva; cómo había que gobernarlo y administrarlo y cómo los médicos para ingresar tenían que concursar previamente. Además el CASMU organizaba conferencias, tenía publicaciones y, en fin, era el día a la noche con el mutualismo de antes.
Naturalmente que tuvimos que luchar mucho porque como suele ocurrir hay organismos que se desarrollan y crecen en una sociedad que todavía no está preparada para ello. En aquella época era muy común que la gente fuera al médico, le pidiera una receta y después con ella se comprara un perfume o un jabón de olor en la farmacia en lugar del remedio. Entonces no había quien aguantara la institución. Después vinieron también algunas cosas que hay que decirlas porque es la verdad. Muchos médicos de los que estaban fuera de la ideología del SMU empezaron a "ordeñar" las órdenes. Por ejemplo, se ordenaban análisis que a veces no eran necesarios; con todo, acá no se llegó al extremo que yo he visto en otros países. De manera que la salud, en este sentido moral, ha sido bastante buena entre nosotros, pero hubo que modificar muchas cosas para ello.
Dentro del CASMU yo concursé para Médico de Guardia y obtuve el primer puesto. Los concursos se hacían con tribunales en los que había representantes de la Facultad de Medicina, del propio CASMU y de alguna sociedad científica reconocida. En el tribunal que nos juzgó a nosotros estaban, entre otros, médicos de la talla de don Julio García Otero -Decano de la Facultad de Medicina- y Juan Carlos Del Campo -Profesor de Cirugía General-.
Estos concursos le dieron una gran seriedad al trabajo en el CASMU. Es interesante porque en las discusiones que se daban cuando la fundación del CASMU, el problema principal estaba relacionado con el dinero.
Finalmente se arregló, pero ¿saben ustedes cuánto le prestó el SMU? ¡Diez mil pesos!, para que pudiera empezar el CASMU. Y hubo algunos a los que les pareció una barbaridad ¡y se trenzaban con Fosalba que temblaban las paredes!
A veces yo he contado esto y no me pueden creer cómo empezando por algo tan pequeño, de haber recibido diez mil pesos de préstamo el CASMU pasó a tener el trabajo en el Sanatorio y el Palacio Sindical. Uno, el Sanatorio N° 1; dos, el Sanatorio Castells; tres, el Sanatorio en Garibaldi, Pablo Carlevaro; cuatro, el Sanatorio García Otero, al lado de Impasa; quinto, se compró un terreno grande en lo que era la cancha de fútbol en Av. Italia, y sexto, trámites varios, y habría que agregar todavía la sede nueva en Br. Artigas. Todo esto empezando con diez mil pesos y con una pequeña cantidad de socios primero, hasta llegar a las decenas de miles que tiene ahora. Además se ha ido prestigiando enormemente con éxitos de asistencia -hubo momentos en que se trabajaba a la par de los sanatorios privados-.
Otra cosa muy interesante es que por el CASMU pasamos muchos que todavía no éramos profesores pero que estábamos por serlo y que estudiábamos y éramos preparados, y un gran número de esas personas fuimos Profesores Titulares de la Facultad de Medicina, más tarde.
En definitiva, mi experiencia en el CASMU se inició en el '34 y me jubilé en el '89. De manera que estuve 55 años en el CASMU que fueron los años que trabajé como médico, porque en mi trabajo privado también cesé el mismo año. Si a esos 55 años le agregamos cuatro años de Practicante Interno y dos años más que fui Ayudante de Anatomía Patológica en la Facultad, son 61 años de actividad. Y bien, me jubilé con 81 años de edad y con más de 60 años de trabajo."
Reportaje realizado por SILVIA SCARLATO, el 22 de abril de 1991. Publicado en FUERA DE CONSULTA II - Reportajes - Memorias y Proyecciones de nuestra Medicina. Coedición SINDICATO MEDICO DEL URUGUAY-
EDICIONES DE LA BANDA ORIENTAL, Montevideo, agosto 1996. Págs. 103-116
- Cuénteme de su carrera profesional...
Mire, yo hice una carrera muy intensa; hice muchos concursos de oposición. Primero fui Interno; me acuerdo que estudié con Cassinelli que era un gran Patólogo -Juan Francisco Cassinelli-. Entramos en la misma rotación, éramos 120 para 20 puestos. Y entramos en los primeros puestos Constancio Castells, Raúl Rodríguez Barrios, "Fatiga" -mi gran amigo de toda la vida-, Luis María Bosch -que después fue medalla de oro-, Cassinelli y yo.
Después del concurso de Interno roté por el Servicio del profesor -luego fui el primer Interno que tuvo- el Dr. García Otero. García Otero me dispensó una amistad fenomenal, a tal punto que fue testigo de mi casamiento junto con Alfredo Navarro y Horacio García Lagos.
Después hice el concurso de Jefe de Clínica Quirúrgica y empatamos Bosch y yo. Pero como él era medalla de oro pudo elegir antes, entonces eligió a Navarro y yo elegí a García Lagos. Y ahí empezó mi vinculación con la Clínica de García Lagos y sobre todo con un Cirujano fantástico -para mí el mejor que he conocido en mi vida-, Armand Ugon. Entonces hice después el concurso de Jefe de Clínica Urológica y lo gané, hice el concurso de Cirujano Jefe muy joven, y entré en el CASMU. Yo soy de los fundadores del CASMU y era gran amigo de Carlos María Fosalba. Nos reuníamos en los altos del "London Paris" -ahí era el SMU entonces-.
Carlos María Fosalba era un genio, era uno de los talentos más brillantes que he conocido en mi vida y con él se plasmó la fundación del CASMU.
Me presenté al 2° Concurso del CASMU y entré de Médico de Urgencia.
Cuando ya tenía esos tres cargos me casé y enseguida, como tenía mucha base quirúrgica, empecé a tener mucha clientela.
¿PODEMOS HABLAR DE SU FAMILIA?
Sí, mi padre -Odontólogo- era masón y mi madre era católica. Así que en mi casa había una libertad de ideas fantástica. Mi hermano mayor que fue médico -ya fallecido- era batllista; después Wáshington, siempre fue libre pensador -las dos hijas fueron presas y después deportadas; ahora viven en Bélgica-. Mi padre era masón pero le gustaban los blancos. Me acuerdo que el día que Batlle mató a Wáshington Beltrán en el duelo -yo tendría once años más o menos- fue un día de duelo en mi casa."
Reportaje realizado por SILVIA SCARLATO el 20 de noviembre de 1992, publicado en FUERA DE CONSULTA II, 1996
Ante la pregunta ¿Cómo surge la vocación por la Medicina?, luego de recorrer las etapas de la Secundaria y sus primeros pasos en la Facultad, por las Cátedras en las que se vinculó y aprendió, agrega:
En 1932 fundamos con Enrique Castro y mi cuñado, Salvador Mattos, el primer laboratorio privado, que estuvo en la calle Río Branco y Colonia, una casa que en la esquina tenía un bar donde iban los estudiantes del Liceo Rodó. En ese entonces fue que se fundó el "Oro del Rhin"...! Bueno, al CASMU -que se fundó en 1935 y que tenía como sede la casa de altos de la calle Andes y Colonia- concurríamos de noche y allí nos encontrábamos con el ilustre Fosalba y atendíamos a la gente cuatro compañeros con los que jugábamos al truco: Fasoli, Castells, Jorge Gherardi y yo; los cuatro jugábamos al truco mientras no venía nadie y como la puerta tenía un timbre abajo, cuando sonaba el timbre nos ocupábamos del que venía... Recuerdo que una vez quedó la puerta abierta por alguna razón y quedó sonando el timbre, entonces Fasoli dijo: "Truco y ¡ahí entra una boa!" (risas) Me acuerdo perfectamente...
También solía aparecer Fosalba con su tiza en la mano -detrás nuestro había un pizarrón- y nos llenaba de datos acerca de cómo él veía la situación del CASMU. Me acuerdo que en ese entonces se decía entre nosotros que lo que estaba haciendo Fosalba era "buscar la ruina de los médicos"... y ese dicho que parece una gracia resultó cierto con el correr del tiempo, porque con o sin culpa del CASMU, el hecho es que la profesión del médico se ha visto muy deteriorada y el CASMU ha sufrido variaciones muy importantes desde entonces."
Reportaje de SILVIA SCARLATO, inédito.
¿Podemos volver un poco a la época de la fundación del CASMU y referirnos a lo que fue toda esa etapa?
Bueno, yo era paradójicamente contrario a la formación de un Centro Asistencial del SMU, por una cuestión de principios que en aquel momento se discutió mucho.
Y en una reunión donde Carlos Ma. Fosalba, que fue el "alma mater" de la formación del CASMU, expuso vehementemente sus fundamentos y se refirió a lo que podía llegar a ser la medicina del futuro -porque entonces lo que había era la medicina particular y unas pocas mutualistas, que alguna más vale ni nombrar-, se me abrió un nuevo concepto y una nueva visión de lo que podía ser y significar un Centro Asistencial del SMU. Y desde ese momento trabajé en pos de ello hasta ser fundador del CASMU, porque estaba convencido de que la medicina que se iba a hacer allí iba a estar dirigida a los sectores de bajos recursos de la sociedad. Entonces nace primero el Servicio de Urgencia y más tarde el CASMU propiamente dicho.
Reportaje de SILVIA SCARLATO, publicado en FUERA DE CONSULTA I, 1995
También por entonces empieza a surgir la iniciativa de formar al CASMU, que se creó luego de muchas discusiones. Porque en un principio se dudaba si la formación del CASMU no convertiría al SMU en una institución, si bien con responsabilidad asistencial que iba a tener que ser ejemplar, también en una organización de tipo empresarial que pudiera quitarle fuerza moral en ciertos momentos para actuar de juez dentro del problema general del mutualismo, de la situación de la asistencia, etc., etc. Coincidiendo con esto, le voy a leer un fragmento de una semblanza del Dr. Pablo F. Carlevaro -publicada por Domingo Carlevaro y Emilia de Carlevaro, en "Médicos Uruguayos Ejemplares"-.
Dice: "El visionario Fosalba, quería con argumentos valiosos el desarrollo del Centro de Asistencia; el Dr. Carlevaro, también espiritual y romántico, a su modo, señalaba los riesgos posibles."
Han pasado muchos años, pero hoy tengo para mí que las previsiones de Carlevaro, en gran parte se han cumplido en lo referente a la disminución y en la devaluación moral de muchos integrantes del SMU, que a él llegaron sólo por el deseo -no siempre lícito- de trabajo profesional. Bueno, vé cómo son las cosas, ¿no? Al final, se resolvió hacer el CASMU. Al principio las cosas marcharon muy bien. Eramos todos unidos, un grupo de médicos que nos conocíamos -de distintas generaciones pero con el mismo idealismo y el mismo empuje-. El promotor de todo esto, con un entusiasmo extraordinario y con un optimismo a toda prueba, era Fosalba, Carlos María Fosalba... La idea era crear una institución, que poco a poco fuera constituyéndose en algo ejemplar en la asistsencia mutual; que sirviera a las clases medias fundamentalmente, pero también a las clases trabajadoras -incluso al principio no se admitían las personas adineradas-.
Reportaje de SILVIA SCARLATO, publicado en FUERA DE CONSULTA I, 1995
- Cuénteme del surgimiento del SMU...
Podemos empezar por algunos aspectos generales de nuestra historia de la medicina...
Así como suele decirse sobre distintas cosas, "cuando se escriba la historia de tal cosa si ya tal otra...", así cuando se escriba la historia de la medicina colectivizada en el Uruguay habrá un hito fundamental: la fundación del SMU y de su Centro de Asistencia: el CASMU. Naturalmente cuando uno dice esto surge inmediatamente la poderosa personalidad de Carlos Ma. Fosalba con su inteligencia, con su decisión, con su talento; fue la fuerza fundamental y el elemento decisorio para la constitución del CASMU. Fue aquello un hito además en la línea de pensamiento universitario. Cuando uno revisa la historia de la Universidad en sus últimos decenios, encuentra una serie de antecedentes muy significativos en este sentido; una especie de línea general, una continuidad general sin interrupciones ante determinados temas fundamentales en la vida de la Universidad, en la vida del gremio médico, en la vida del país.
Bueno, desde luego ni qué hablar que la fundación en 1915 de la AEM y la fundación del SMU lo demuestran en cierto modo; pero encuentro yo que el mismo pensamiento que en la cabeza privilegiada de Fosalba le impulsó a la idea de crear el CASMU, el mismo pensamiento está presente en una serie de temas, de asuntos, de problemas fundamentales de la Universidad y del país. Pongamos por caso la reivindicación del Hospital de Clínicas para la jurisdicción de la Universidad; uno, a esta altura, rememorando aquello se pregunta si la AEM y el SMU no hubieran tenido la posición militante de lucha en favor de esa reivindicación, quién sabe lo que hubiera ocurrido... porque ya estaba todo pronto; de hecho, ya estaba pasando el Hospital de Clínicas al dominio del poder político que era en aquel momento la dictadura de Terra. Pero aunque no fuera así, lo mismo se hubiera reivindicado la jurisdicción del Clínicas porque así tenía necesariamente que ser; sería absurdo que el Hospital de Clínicas hubiera pasado a la dependencia política del Ministerio.
En fin, si intentara reflejar en una frase la línea definitoria de la acción del SMU, yo diría que es una institución gremial que defiende los intereses económicos y éticos de los médicos y la medicina, que con esa orientación logró constituír, bajo la inspiración de Carlos Ma. Fosalba, la más importante organización de asistencia colectivizada del país, dirigida por los propios médicos.
Diría que ha procurado siempre que en la medicina lo curativo y lo preventivo tengan una relación estrecha con todo lo relativo al medio social. En fin, que se ha constituido a través de estudios, de investigaciones, de sus convenciones nacionales, de eventos internacionales, en un precursor del Servicio Nacional de Salud.
Reportaje de SILVIA SCARLATO, inédito.
-Era un gremialismo bastante distinto del que se practica actualmente...
Bueno, el gremialismo actual tiene mucho de interés personal -de honorarios, de sueldos, de trabajos, por ejemplo- y en aquel entonces, en cambio, no era eso. Mire, yo conozco la historia de cómo surgió la idea del CASMU. Cuando Fosalba se recibió junto con Raggio y Guaglianone, los tres fueron a ofrecerse a la "Médica Uruguaya", donde había un "dictador" que era el dueño -Golino se llamaba-. Y Golino los destrató y les ofreció un sueldo irrisorio como médicos suplentes. Entonces ellos no lo aceptaron y ahí nació la idea de organizarse y esa fue la chispa que dio origen al CASMU. CASMU se llamó después y fue un invento de Roberto Cotelo-, nosotros le llamábamos Centro de Asistencia. Y empezó por ser un Servicio de Urgencia instalado allí en los altos del "London Paris", donde se cobraba por llamado -el paciente pagaba 4 o 5 pesos- y muy poco después empezó el Centro de Asistencia. Yo me acuerdo una expresión de Fosalba en los primeros meses, cuando estaba ya el Centro de Asistencia, que decía: "Cobramos 1,50 de cuota. Si llegamos a tener 10.000 socios vamos a cobrar 15.000 pesos! ¡Se dan cuenta todo lo que podemos hacer con 15.000 pesos...!" Después la cuota subió a 1,55 pesos. Teníamos unos 4.000 socios y los corredores andaban en la calle haciendo socios ¡como vendedores ambulantes! (risas)... ¡Ni soñó que íbamos a tener hoy unos 260.000...!
- Y Ud. ingresó como Practicante desde los orígenes...
Sí, en el primer grupo. El 1° de julio del '35 y yo tuve la segunda orden -la primera la tuvo Natalio Capuccio-.
Reportaje de SILVIA SCARLATO, publicado en FUERA DE CONSULTA I, 1995
Tenía muchas vocaciones. Trabajé muchísimo en muchas cosas distintas... en cuestiones sociales, dentro de corrientes de izquierda y me dedicaba a una revista que había que escribirla. De manera que yo hacía muchas otras cosas. Tocaba el piano... e incluso me fui a España cuando la guerra civil...
Sí, ese es un tema que va a interesar muchísimo conversar... (risas) Durante su carrera Ud. ya integró el Comité Ejecutivo del SMU, como delegado de AEM:
Exactamente. Tengo aquí la ACCIÓN SINDICAL para que Ud. vea la dedicación. Yo entré en el '34 como Secretario General de la AEM y me nombraron delegado ante el SMU, en el tiempo que todavía estaba Pablo Carlevaro, porque ya surgía Fosalba... aquí tengo el primer número de ACCIÓN SINDICAL en el que actuó Fosalba. ACCIÓN SINDICAL viene del tiempo de Don Pablo Carlevaro, pero era un periódico del SMU que no se llamaba todavía ACCIÓN SINDICAL. Después Fosalba, en este número 1 de junio del '34 sacó el editorial "Nuestros propósitos" -esto es muy importante- y le llamó "ACCIÓN SINDICAL" a la revista. Y desde entonces vinieron todas las que siguieron hasta hoy.
-¿Qué recuerdos tiene del Dr. Fosalba, ahora que lo nombra...?
-Ah, admirable! Fue un hombre que trabajó como Director de ACCIÓN SINDICAL desde el primer número hasta que murió. Y tengo por aquí el editorial que salió cuando murió Fosalba. De manera que él dirigió ACCIÓN SINDICAL durante todo ese período. Y el editorial que salió cuando él murió es mío, pero está además en este número todo el material dedicado a su homenaje.
- ¿Qué relación tuvo Ud. con el Dr. Fosalba?
- Éramos íntimos amigos. Fosalba cometió un error muy grave. Sufría de la vesícula y empezó con fiebres y apuró al cirujano a que lo operara. El cirujano era Armand Ugón y él no quería operarlo. Pero Fosalba era un individuo de arrebatos con una energía fenomenal y lo convenció e hizo una peritonitis post-operatoria.
- Más tarde usted fue cofundador del CASMU...
- Sí, cuando estaba en el SMU y Fosalba en la dirección; el presentó el proyecto del CASMU y yo lo aprobé.
-Hubo quienes se opusieron inicialmente a la conformación del CASMU. Usted recuerda cómo fue que se dio la polémica?
- Bueno, Carlevaro tenía alguna resistencia pero al final fue convencido y nos acompañó -un hombre extraordinario-.
- ¿Cómo fue el proceso fundacional del CASMU?
- Fosalba presentó primero un anteproyecto con los elementos básicos como el Servicio de Urgencia -que empezó a marchar bastante rápido-. Nosotros estábamos en un local que estaba en donde estuvo el "London Paris" y después pasamos a la calle Andes en una casa grande, cerca del fondo del Jockey Club y ahí teníamos una actividad mucho más importante, con más gente y mayor actividad. Allí empezó a funcionar el Servicio de Urgencia del CASMU. Previamente se hizo la presentación de las Bases y el llamado a concurso y está por allí la fotografía de los primeros concursantes.
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