lunes 4 de noviembre de 2019
En el marco de la definición política de inserción y protagonismo en las organizaciones médicas internacionales, el SMU participó activamente de esta Asamblea representando a Uruguay, con la presencia de su presidente, Dr. Gustavo Grecco, y el Dr. Nicolás de Paula, integrante de la Comisión de Asuntos Internacionales.
Recordamos que la AMM fue fundada en 1947, y que el SMU integra desde 1959. Esta representa a más de 10.000.000 de médicos de 120 países, y allí se discute sobre la práctica médica profesional con una visión global, con especial énfasis en los temas éticos.
La Asamblea de Tbilisi se caracterizó por centrar sus actividades en la discusión de la “Declaración sobre la Eutanasia y Suicidio con Ayuda Médica” la cual ha sido trabajada desde su Comisión de Ética durante varios años.
El debate, involucró prácticamente a todos los países del mundo con fuertes posicionamientos, guiado por el convencimiento general de la necesidad de flexibilizar la posición de condena ética a quienes participan en eutanasia y suicidio con ayuda médica, en los países donde estas prácticas son legales.
El Presidente del SMU, Dr. Gustavo Grecco dijo a Ser Médico que “es necesario que la sociedad hable con franqueza sobre el bien morir, de fortalecer los cuidados paliativos, del respeto de los derechos y la dignidad de las personas y aborde con amplitud y sin prejuicios la discusión sobre eutanasia y suicidio con ayuda médica”.
El texto del documento aprobado en la Asamblea por 110 votos a favor y 10 en contra es el siguiente:
Declaración adoptada por la 70ª Asamblea General de la AMM, Tbilisi, Georgia, Octubre 2019
“La AMM reitera su fuerte compromiso con los principios de la ética médica y con que se debe mantener el máximo respeto por la vida humana. Por lo tanto, la AMM se opone firmemente a la eutanasia y al suicidio con ayuda médica.
Para fines de esta declaración, la eutanasia se define como el médico que administra deliberadamente una substancia letal o que realiza una intervención para causar la muerte de un paciente con capacidad de decisión por petición voluntaria de éste. El suicidio con ayuda médica se refiere a los casos en que, por petición voluntaria de un paciente con capacidad de decisión, el médico permite deliberadamente que un paciente ponga fin a su vida al prescribir o proporcionar sustancias médicas cuya finalidad es causar la muerte.
Ningún médico debe ser obligado a participar en eutanasia o suicidio con ayuda médica, ni tampoco debe ser obligado a derivar un paciente con este objetivo.
Por separado, el médico que respeta el derecho básico del paciente a rechazar el tratamiento médico no actúa de manera contraria a la ética al renunciar o retener la atención no deseada, incluso si el respeto de dicho deseo resulta en la muerte del paciente”.
Esta declaración sustituye a la anterior:
Declaración adoptada por la 39ª Asamblea Médica Mundial Madrid, España, Octubre 1987 y reafirmada por la 170ª Sesión del Consejo Divonne-les-Bains, Francia, Mayo 2005, y reafirmada por la 200ª Sesión del Consejo de la AMM, Oslo, Noruega, Abril 2015; y cancelada y archivada por la 70ª Asamblea General de la AMM, Tiflis, octubre 2019
“La eutanasia, es decir, el acto deliberado de poner fin a la vida de un paciente, aunque sea por voluntad propia o a petición de sus familiares, es contraria a la ética. Ello no impide al médico respetar el deseo del paciente de dejar que el proceso natural de la muerte siga su curso en la fase terminal de su enfermedad”.
Grecco explicó que “lo trascendental en el nuevo texto es que fue eliminado el concepto de que la eutanasia es “contraria a la ética”. A pesar de la firme oposición de algunos países, que argumentaron fuertemente para dejar esa frase, por abrumadora mayoría se entendió que la sociedad, la medicina y la ética cambian con el tiempo, y que es necesario adaptar posiciones y ajustar las declaraciones a los tiempos que corren, para así habilitar espacios de discusión en cada país”.
“En y desde el ámbito médico, que cada uno resuelva según su idiosincrasia, valores, creencias o religión, abordando el tema desde una agenda de derechos en el marco de una discusión que trasciende a la medicina y comprende a toda la sociedad” agregó el Presidente.
Un aspecto a considerar es que el debate en la AMM es estrictamente sobre la ética médica, no desde los derechos de las personas, lo cual hace que la visión sea sesgada por el rol específico del profesional médico. Y este sólo es uno más en un complejo entramado social.
El inicio de la declaración jerarquiza el respeto a la vida, haciendo referencia a la declaración de Ginebra de 1948, Juramento Hipocrático moderno, modificada por última vez en Chicago en 2017. Esta última modificación hace referencia expresa, en su párrafo 4, al derecho del paciente: “RESPETAR la autonomía y la dignidad de mis pacientes”.
“Ese rico debate, entre respeto a la vida y autonomía/derechos del paciente es el centro de la cuestión ética; y desde la comunidad médica internacional se entiende que es necesario dar la discusión sin prejuzgar ni condenar como antiético a quien promueve o fundamenta su posición a favor de la eutanasia y el suicidio con ayuda médica” mencionó el Grecco quien agregó que “entendemos que los elementos aportados desde la Asamblea de Tbilisi son un rico insumo para la discusión que se ha instalado en nuestro país”.