domingo 31 de diciembre de 2017
Estamos finalizando 2017. También los primeros siete meses de gestión. Son tiempos de introspección, evaluación, proyección. En lo personal, pero sobre todo en lo institucional.
Hemos trascurrido por momentos casi frenéticos, con múltiples planos de acción, en los cuales hemos logrado los objetivos planteados con mayor o menor éxito. Cada uno evaluará cuanto hay en la columna del debe y cuanto en la del haber.
Se ha trabajado intensamente en lo gremial. Respaldados por nuestros asesores, aquellos que algunos ahora cuestionan, hemos firmado convenios de gran importancia. A modo de ejemplo: FAD para más de treinta especialidades para ASSE, acuerdos en UCM, Universal, IMAE nefrología de MUCAM, CAD para imagenología, FAD para medicina rural con la definición de laudos y organización de trabajo por primera vez en su historia, así como varios asuntos que están en vías de negociación y resolución. Cabe aclarar que la definición conceptual de la negociación permanente, en todos los ámbitos, requiere atención constante y conocimiento del medio, con objetivos claros, cosas que se logran por el compromiso de todos los colegas y asesores actuantes.
Hemos comenzado la negociación en vistas a los consejos de salarios, público y privado, eje central de la actividad gremial del SMU en los próximos meses. En el privado, a través del buen relacionamiento con la FUS y el PIT CNT remarcando nuestra condición de trabajadores, y también a través del diálogo constante con las empresas y el gobierno, esperamos concretar un acuerdo satisfactorio para el 2018, que no será fácil y cuyo proceso no estará exento de conflictividad. Evaluando el convenio vigente, firmado en 2015, obtendremos un incremento de salario real de aproximadamente 4,5%, por medio de los aumentos nominales y las partidas por capacitación; acuerdo que por lo tanto creemos fue positivo. En el sector público, la compleja situación del relacionamiento con el directorio, que hemos retomado satisfactoriamente, con la FFSP y el equipo de representantes de los trabajadores, nos ha permitido adelantar en algunos de los reclamos que surgen de asambleas y consultas a los núcleos de base, plasmados en la plataforma que oportunamente comunicamos a la opinión pública en la jornada del 12 de diciembre. La equiparación salarial público privada, la presupuestación, el avance de la reforma del trabajo médico (estancado en ASSE) y las reformas estructurales a nuestro juicio indispensables en la institución son el pilar de dicha plataforma.
A nivel de políticas de la salud y en el contexto del debate sobre el SNIS, hemos llevado a todas las instancias de negociación y lo hemos pregonado en todas nuestras intervenciones públicas, la visión del SMU emanada de la 9CMN con sus principales lineamientos. Hemos discrepado más de lo que hemos coincidido con el gobierno en este y otros aspectos. Con total independencia de criterio, libres para apoyar lo que consideramos apropiado y para criticar aquello con lo cual no coincidimos. Como debe ser en Sindicato con 97 años de historia que se respete a sí mismo.
Discrepamos en la forma en que desde el Poder Ejecutivo y desde el Poder Legislativo se ha abordado el tema salud en los últimos años. La Reforma de la Salud es uno de los grandes avances en materia de derechos de la población en los últimos años, implementando un sistema que en términos de accesibilidad y universalidad es ejemplo en el mundo. Pero que si no avanza, si no se profundiza, si no se toman la decisiones imprescindibles para concretar aspectos cruciales como un programa nacional de calidad, una agencia evaluadora de tecnología, el rediseño económico, el cambio de modelo de gestión orientado a la prevención, jerarquizando y aumentado la resolutividad del primer nivel asistencial, el avance de la reforma del trabajo médico, la complementación público privada, un Sistema Nacional de Trauma y Emergencia Médica, la inclusión de colectivos aún por fuera del sistema (dos tercios de usuarios de ASSE, municipales, militares, policiales), la disminución de los copagos o la reforma estructural de ASSE, este enorme logro de toda la sociedad puede resquebrajarse. Trabajaremos incansablemente para que esto no ocurra. Consideramos que se ha perdido demasiado tiempo, y es hora de tomar esas decisiones que tocan intereses personales, institucionales o corporativos en beneficio del sistema y la salud de la población. También discrepamos públicamente en la herramienta para el control de la intermediación lucrativa a través de no permitir la movilidad regulada de los usuarios del sistema en febrero próximo.
Y coincidimos, por ejemplo, en los objetivos sanitarios para el 2020, en impulsar la Ley de Salud Mental, Ley de Centros de Referencia, en el espíritu del proyecto de ley de Conflictos de Interés, en todas las políticas orientadas a la primera infancia, igualdad de género, o medicina cannábica (tema en el que el SMU ha trabajado arduamente a través de sus referentes).
Institucionalmente hemos intentado llevar adelante una gestión caracterizada por la transparencia de la información y el debate interno. Así, hemos puesto sobre la mesa a estructura del gasto y la proyección económica para los próximos tres años, la comisión de relaciones internacionales, la nueva estructura y funcionamiento de la Unidad de Negociación (UN), la Fundación Salud, los avances del proyecto de reconversión de la Colonia de Vacaciones y el Seguro de Responsabilidad Civil. Hemos estado presentes en Bella Unión, Tacuarembó, Florida, Fray Bentos, Salto, Canelones y Maldonado, apoyando distintas instancias en que los socios lo han requerido, forjando la visión del SMU en todo el país. En ese sentido, mantenemos un fluido diálogo con una extensa agenda de trabajo en común con los colegas de FEMI.
Quienes vamos a diario al SMU, vemos actividad permanente con decenas de colegas participando. Desde los temas gremiales en la UN, las distintas comisiones, las actividades diarias casi permanentes, la biblioteca, etc. El número de socios va en constante aumento, hecho que nos satisface. Pero todo esto aún no nos conforma, son muchos más los colegas a los que deberíamos involucrar en la vida de nuestro Sindicato.
En un complejo Comité Ejecutivo emanado de las últimas elecciones, integrado por seis agrupaciones cada una con visiones propias, todo esto no ha sido fácil consensuar. El libre juego democrático y el gobierno colegiado que caracterizan a nuestro Sindicato ha permitido el posicionamiento político en todos los temas referidos. Pero lamentablemente, no todos han priorizado el interés colectivo sobre el personal o agrupacional, y han preferido destruir antes que construir para traer agua a su molino. Allá ellos, nosotros seguiremos tendiendo puentes.
En definitiva, creemos que todo lo expuesto ha permitido un fortalecimiento de la imagen institucional, importante pero insuficiente aún, con presencia en los principales medios de prensa todas las semanas, marcando la agenda en salud con una alta exposición.
El SMU es una construcción colectiva, con capacidad de análisis y de crítica, de movilización y de propuesta, que debe velar por las condiciones de trabajo de los médicos y trabajar por las mejores condiciones de asistencia a la población, como mandata el Código de Ética Médica.
Construir. La única decencia.
Saludos a todos los colegas, y los mejores deseos para este 2018.
Dr. Gustavo Grecco
Presidente SMU