jueves 2 de abril de 2020
Los médicos hemos desplegado un innumerable conjunto de iniciativas que van desde lo más puntual y pequeño en cada lugar de trabajo o entorno personal (estudiamos, preguntamos, damos explicaciones, promovemos acciones, creamos materiales, intentamos generar cambios, entre otros) hasta el nivel organizativo en instituciones, núcleos de base, sociedades científicas u ONGs.
En un entorno desbordado de directivas contradictorias y en el marco del cambio de gobierno necesitamos que las instituciones respondan uniformemente liderando este proceso, lo necesita todo el equipo de salud y toda la población.
Quienes trabajamos en el nivel asistencial tenemos el deber de estar a disposición en esta emergencia sanitaria, para realizar el trabajo que se requiera, poner nuestra energía, incluso realizar tareas muy diversas para las cuales no nos hemos especializado y distintas a las que hacemos habitualmente. Estamos dispuestos a hacerlo, solo necesitamos directivas claras, liderazgo y las condiciones locativas con los equipos de protección personal adecuados para evitar enfermarnos y transmitir el virus a otras personas en los hospitales y en la comunidad.
Quienes han aceptado el desafío de gobernar el país y el de gestionar cada institución de salud tienen el deber de liderar, organizar el sistema de manera que sea más eficiente, que respete los derechos de las personas, sobre todo el derecho a la atención de calidad, manteniendo la respuesta a los problemas de salud en todos los niveles de atención. No podemos tolerar que haya daño a las personas por incapacidad de atención adecuada en el sistema de salud.
El trabajo del SMU liderado por el presidente Gustavo Grecco no hace más que demostrar una vez más nuestro compromiso con la salud de la población, disposición al trabajo incansable y la suma de esfuerzos en el sistema de salud, para disminuir el impacto de esta pandemia y la crisis sanitaria y social.