martes 31 de agosto de 2021
El 25 de marzo de 2020 la Sociedad Uruguaya de Medicina Intensiva (SUMI) difundió por primera vez un reporte que incluía los casos COVID 19 y los sospechosos; unos días después (el dos de abril del 2020) se incluyó también el número de camas de CTI totales y las ocupadas, destacando en el informe el número absoluto y el porcentaje de ocupación.
Desde esa fecha, hasta el día de hoy 31 de agosto, diariamente la SUMI entregó por diversas vías un reporte diario incluyendo esos datos brindando de esta forma información con transparencia y calidad de la situación de los centros de terapia intensiva, que fueron uno de los focos de atención más importantes durante la pandemia por SARS Cov2.
Para conocer más sobre el origen, las características y las etapas por las cuales pasó este reporte/informe conversamos con los Dres. Julio Pontet y Luis Núñez, presidente actual y presidente anterior de la SUMI.
¿Cuándo empezaron a trabajar y realizara el informe?
Pontet- La idea de contar con un censo diario de camas (ocupadas, disponibles), casos COVID 19 y otros indicadores básicos en medicina intensiva, surgió como una propuesta de SUMI, en una reunión interinstitucional, que se llevó a cabo en el Ministerio de Salud Pública el 6 de marzo de 2020. En ese momento el Presidente SUMI era Luis Nuñez. A partir de esa fecha, se fueron estableciendo los contactos necesarios y SUMI solicitó a todos los colegas encargados de los CTI del Uruguay (50 UCIs existentes en ese momento) participar en la generación de un grupo fluido, donde reportar diariamente los pacientes ingresados por COVID-19, falta de insumos y personal médico (para rápida búsqueda de soluciones) incluyendo certificaciones por enfermedad, así como también compartir guías de tratamiento, artículos científicos, nuevas ordenanzas etc. en momentos donde información importante y sensible cambiaba día a día.
El grupo se formó el 12 de marzo de 2020, al cual, a lo largo de la pandemia, se fueron agregando más colegas, consolidando así un grupo con alto grado de responsabilidad y compromiso de más de 80 intensivistas referentes (jefes de servicio o coordinadores o CAD). Ven por la fecha que SUMI siempre trató de adelantarse en forma proactiva para prepararse para la crisis.
Núñez- Por esta época demoraban bastante los tests por lo tanto los sospechosos eran un número importante y eso se reportaba.
Unos días después (el dos de abril del 2020) se comenzó a incluir también el número de camas de CTI totales y las ocupadas.
El primer reporte se realizó el 25 de marzo de 2020. Desde esa fecha, hasta la actualidad, se realizó un reporte diario, el cual hasta el 07/04/2021 fue le pasaba al MSP y era el que figuraba en los informes del Ministerio y en el del SINAE.
¿Qué los motivó a realizarlos?
Núñez- En Uruguay no tenemos una información que reúna la información de los CTI. No sabemos que internamos en CTI. Tenemos datos fraccionados y de algunas instituciones que extrapolamos pero eso puede reflejar exactamente la realidad o no.
Lo que teníamos son los censos que hacía la Comisión Honoraria Asesora en Medicina Intensiva (CHAMI) pero ya no funciona más y también teníamos reportes del Plan Invierno (de mayo a setiembre) pero allí lo que se reporta son las IRAG.
También hubo en la pandemia de H1N1 unos informes que se realizaban a mes vencido, pero para la pandemia actual, y por como se venía dando la situación en otros países era necesario tener mejores datos para poder gestionar esto.
Pontet – Necesitábamos contar con la información que entendíamos fundamental en la gestión de la pandemia:
Camas operativas, ocupadas totales y ocupadas por covid, ingresos y egresos vivos y fallecidos
Insumos faltantes como equipos, respiradores, monitores, etc
Bajas de personal por enfermedad o cuarentenas y contagios
Difundir Informacion científica actualizada, guias, normas nacionales.
¿Cómo era la operativa para obtener los datos?
Pontet – Se puede decir que fue artesanal, “todo a pulmón”. Un grupo de whatsapp donde los colegas daban la información diariamente de cada unidad y era recabada sistemáticamente a una planilla excel por Luis Nuñez, Andres Cebey, Juan Soto o yo. Sin embargo fue la semilla para que luego el gobierno instalara el software por todos conocido como “Mira” que ahora alimenta los datos que reporta el SINAE y se exponen públicamente.
Núñez- Cuando planteamos la idea en una reunión con el MSP el seis de marzo, se pensaba que iba a ser el propio ministerio que se encargaría de esto y debería serlo. Pero como el ministerio no podía hacerse cargo, lo hicimos nosotros. Fuimos estableciendo contacto con todos los jefes de unidades de CTI que eran alrededor de 50. Ahí formamos el grupo de whastapp. Aunque fue muy artesanal tuvimos mucha receptividad en la mayoría de las unidades.
¿Por qué en algunos momentos había datos que no coincidían con los del MSP?
Núñez- Es muy difícil que coincida algo cuando la metodología es diferente. Una de las principales es como consideramos al paciente COVID. A lo largo de la pandemia el MSP fue cambiando las pautas. Actualmente cuando se da de alta epidemiológica que es un criterio arbitrario, el ministerio lo deja de contar aunque esté internado. Para nosotros conceptualmente es un error. Otro tema es que el ministerio reporta a través del soporte MIRA y eso lo hacen personas que no trabajan en CTI y muchas veces no conocen la realidad del CTI y eso se refleja.
Pontet – Hay varios motivos, lo expresamos públicamente varias veces. Las diferencias no fueron cuantitativamente importantes. El principal motivo es una diferencia de criterio: la consideración de “alta epidemiológica” que por criterios publicados por MSP se sacan del conteo oficial, ya que dejan de trasmitir el virus (aunque siga internado en CTI). Pero si ese paciente continuo internado en áreas críticas, SUMI lo sigue contando hasta el alta de CTI (o fallecimiento en CTI). Obviamente el paciente que sigue en CTI luego de 28 días está por complicaciones importantes del COVID y para nosotros se mantiene en el conteo de casos.
Otras diferencias menores son por la hora de reporte, y la persona que reporta en cada institución (MSP es desde la Dirección de cada institución, SUMI es desde los médicos intensivistas).
¿Cómo fueron los peores días cuando se pasaba el 80/85% de ocupación? ¿Ustedes iban viendo la tendencia?
Pontet – La información aportada, sirvió para conocer las características principales de estos pacientes, la capacidad de respuesta en los distintos centros y regiones, así como las diferentes experiencias en el manejo de los mismos. Fue utilizada por diversos grupos de investigación, incluidos GACH y GUIAD, como insumo para realizar proyecciones, planificar estrategias y otros análisis, durante el desarrollo de la pandemia.
Núñez – Empezamos a ver un crecimiento exponencial en marzo, hubo un corte y los casos COBID empezaron a superar a otros pacientes con otras patologías. Se veía con preocupación aunque era un escenario que habíamos imaginado. En muy poco tiempo tuvimos centenares de pacientes.
Tuvimos días con más de 50 ingresos y más de cuarenta fallecimientos. Lo veíamos con mucha preocupación porque sabíamos que el personal estaba expuesto a una muy alta carga laboral y psicológica. Teníamos poco personal y las ampliaciones que se anunciaban no eran en las áreas que considerábamos mejores. Se trabajaba mucho, muy pensionados y en malas condiciones. Fueron meses de mucha preocupación.
Pontet – En el mes de febrero y marzo fuimos viendo un ascenso que se hacía lineal y predecible estadísticamente de casos COVID en CTI, eso nos permitió alertar sobre los riesgos de saturación para el mes de abril, que anunciamos públicamente, lo cual implicaba un acto de responsabilidad ineludible. Y efectivamente tuvimos unos 20 días con al menos un tercio de los CTI del país con ocupación total mayor de 85%, técnicamente saturados.
Un ejemplo sobre la tendencia:
¿Cómo creen desde la SUMI que se manejó el tema de la ocupación de camas?
Pontet – Del punto de vista de lograr el acceso del paciente a la cama, creemos que se manejó bien, desde el momento que se creó la Mesa Coordinadora de camas, la cual integramos, dirigida por la JUNASA, y se crearon mecanismos formales de intercambio de servicios interinstitucionales con precio preestablecido para venta de camas por el prestador que tuviera disponibilidad.
Núñez – se manejó con bastante transparencia. El hecho de que SUMI mantuviera el reporte ayudaba a eso también. Lo que siempre tuvo más controversia era lo que se consideraba saturación, que SUMI ya la había definido y generó ciertos roces y demás con gente de fuera de CTI que no conoce bien como funcionan algunas cosas, La gente de CTI estaba saturada y colapsada.
¿Participaron en conjunto con la cátedra MSP, SMU y Asse para la capacitación de médicos no especialistas en medicina intensiva? Tuvieron que recurrir a ellos?
Pontet – Si, en grado variable, parte de los colegas que hicieron los cursos de capacitación efectivamente luego trabajaron dentro del CTI, sobre todo en abril y mayo. Anestesistas, internistas y cardiólogos sobre todo.
Núñez – Recordemos que esto surge de una propuesta que hizo SUMI en marzo de 2020, antes que tuviéramos los primeros casos. Hay riesgos en este tipo de práctica pero podría ser una situación de catástrofe.
¿Por qué dejarán de hacer el reporte?
Pontet – A 17 meses después del primer reporte, habiendo pasado por diferentes etapas de la pandemia, desde las iniciales con gran incertidumbre, hasta las peores, con los mayores registros de pacientes ingresados en CTI y de mortalidad en la historia de la especialidad, hemos retornado a un “escenario I”, de pandemia controlada. Creemos que se ha cumplido ampliamente con los objetivos planteados y se cierra un ciclo.
Núñez – Es algo que nos consume mucho tiempo y es agotador. Genera desgaste y esto se suma a otras tantas actividades que venimos llevando cabo. Además la idea era mantener este reporte en la etapa más álgida de la pandemia y al principio conocer el comportamiento de los mismos.
Pontet – En caso de que la evolución de la pandemia así lo requiera, y esta valiosa información vuelva a ser necesaria, retomaremos los informes, dado que contamos con una red sólida de colaboración y trabajo que nos permitirá implementarlo en el momento indicado.
La Dra. Zaida Arteta, Presidenta del SMU felicitó y agradeció a la SUMI por este gran aporte realizado durante la pandemia, «para el Comité de Emergencia Medica del SMU y las Sociedades Científicas, la participación de la SUMI fue fundamental, así como este reporte diario. Vaya nuestro reconocimiento a los y las colegas que sostuvieron y sostienen el trabajo en las unidades de cuidados intensivos con las personas y la comunidad” dijo.