Dr. Rodolfo Miguel Wettstein López
1942 - 2009
El sábado 10 de octubre de 2009 falleció en Montevideo el Doctor (en Ciencias Biológicas) Rodolfo Wettstein, un científico uruguayo de destaque internacional, que había nacido en Florida el 20 de agosto de 1942.
Aunque lo conocimos entre 1958 y 1960, en el tránsito entre el IAVA y la Facultad de Medicina, que él cursó en un buen tramo, nos habíamos dejado de ver, casi por completo.
Tempranamente se vinculó al Departamento de Histología y Embriología y muy poco tiempo después, desde 1962, se vinculó al Instituto de Investigación en Ciencias Biológicas (IICB, luego IICBCE). Que todavía no se llamaba “Clemente Estable”, porque aquel investigador y educador, nuestro sabio Clemente Estable (1894-1986) consagraba, a él su vida y su trabajo, formando y estimulando nuevos y jóvenes investigadores, tal como él mismo había recibido enseñanza y estímulo de aquel otro sabio español don Santiago Ramón y Cajal (1852-1934) (Premio Nobel de 1906), junto al que había hecho largo período de entrenamiento, luego de ser ya Maestro de Enseñanza Primaria, donde había revolucionado las técnicas pedagógicas. Aquellos que estaban llamados a tomar la antorcha de traer luz con nuevos conocimientos trascendentes, sin repercusión para el mundo de la inmediatez.
Rodolfo era un joven delgado y muy lúcido, de andar calmado, algo tímido y con una mirada luminosa desde sus profundos ojos claros. Hablaba poco y miraba el mundo circundante con alguna distancia, preocupado quizá tempranamente, por cosas de mayor trascendencia. Se mantuvo lejos del mundanal ruido y su conocimiento por el mundo de la Medicina y de otras disciplinas, a cuyo desarrollo participó con entusiasmo y sabiduría, fue escaso o nulo. Lo suyo no era la Medicina, para lo cual sin duda tenía capacidades más que suficientes. Lo cautivó la investigación científica y los fenómenos que transcurrían al interior de la célula. Y a ello consagró toda su energía, con trabajo sostenido, con una humildad extrema y una pasión infinita. En el IICBCE integró esa pléyade de jóvenes inquietos y apasionados por descubrir los misterios de la vida. Allí realizó decenas de trabajos sobre diferentes aspectos de la célula y sus mecanismos de reproducción. Siguió numerosas líneas de investigación, dentro del gran tronco de la citología y la genética, camino que inició con el Dr. José Roberto Sotelo Lotufo. Sus primeros aportes, en el Departamento de Ultraestructura Celular, fueron: Contribución de la fluorescencia inducida por la luz ultravioleta en el citodiagnóstico de los procesos malignos, publicado ya en Anales del Ateneo de Clínica Quirúrgica, en 1960. Seguido por el estudio del citodiagnóstico precoz del carcinoma bronquial por el método de la microscopía fluorescente y la técnica de Papanicolaou, publicado en Anales de la Facultad de Medicina, en 1962. Luego vendrían sus estudios sobre la estructura y organización del núcleo y el cromosoma meiótico, a los que dedicó siete años de trabajo, entre 1962 y 1970. La década siguiente, en el Departamento de Biología Molecular con el que se vincularía más largamente, la compartió con la citogenética ultraestructural de los cromosomas sexuales durante la meiosis, hasta 1980, y desde allí dedicó hasta 2008 preferente atención a dos líneas principales: 1) la caracterización del ADN genómico de especies autóctonas; 2) Genómica funcional de la espermatogénesis. Identificación y caracterización de genes de expresión diferencial. Pero la Biología era muy amplia y sus trabajos se fueron extendiendo a otros campos: métodos moleculares de diagnóstico de tiroides y su aplicación en cuarentena y producción vegetal; genética molecular y cultivo de papa con resistencia y tolerancia al estrés. También dedicó muchos años de labor al desarrollo de biotecnologías de diagnóstico para virus y tiroides patógenos de cítricos; o metodología biológica y citogenética aplicada a problemas de producción animal y agrícola. Consagró largas y fecundas horas a dictar cursos para preparar nuevos investigadores en Uruguay y en el exterior, en afamadas Universidades, sobre Actualizaciones en Neurobiología; Orientaciones actuales en Citogenética; ADN, cromosomas y evolución; Técnicas inmunológicas de avanzada, o actualizaciones en genética microbiana e ingeniería genética, todos ellos a nivel de doctorado en programas patrocinados por UNESCO, la OEA, y el PNUD. Desde 1986 participó, entre los fundadores, en el Programa de Desarrollo de las Ciencias Básicas, conocido por PEDECIBA, que al impulso del Maestro Roberto Caldeyro-Barcia, reunió a un núcleo duro de investigadores, muchos de ellos estimulados para retornar al País, y que gracias a la tenacidad y lucha de Caldeyro, para que se estabilizara y obtuviera recursos en una democracia renaciente y con dificultades de todo tipo, pudo alcanzar a veces la comprensión de las autoridades nacionales, para continuar en ese empeño estratégico. En 1989 obtuvo su Doctorado en Ciencias Biológicas por la UDELAR-PEDECIBA, con su tesis: 20 años de aporte al desarrollo de la citogenética estructural. Trabajó como Profesor visitante e investigador docente visitante en distintos y afamados centros: Universidad de Chile, la Universidad Nacional Autónoma de México, la Universidades de Sao Paulo (Brasil), la Yale University (EUA), la Uppsala Universitet (Suecia), la Universität Würzburg (Alemania). Contribuyó a la creación de la Facultad de Ciencias de la UDELAR. Recibió el Gran Premio a la Innovación, en el Foro sobre Innovación y creatividad, organizados por CID y PNUD, en 1985 y la Plaqueta de Reconocimiento al gran aporte del desarrollo de la Biología Celular en Latinoamérica, de la Sociedad Íbero-Americana de Biología Celular, en 2001. Tuvo una respetable producción bibliográfica, caracterizada por su alta calidad y escaso número, autor de libros y capítulos de libros, dirigió numerosas tutorías y tesis de maestría y doctorado. Desde 1997 a 2005 fue Gobernador Alterno y a partir de la renuncia del Dr. Ricardo Ehrlich, en 2005, fue designado Gobernador ante el International Center for Genetic Engineering and Biothechnology. Ambos gestionaron, en base a relaciones personales, la incorporación de Uruguay al ICGEB como Miembro Pleno, lo que se logró luego de años de gestiones, y al CAB-BIO (Centro Argentino Brasilero de Biotecnología) al que lograron la incorporación de Uruguay como Miembro Asociado, pudiendo enviar más de 200 estudiantes a sus cursos regulares. Además del apoyo para varios proyectos uruguayos.
Casi un mes antes de su fallecimiento, el 16 de setiembre de 2009, el Intendente Municipal de Montevideo, Dr. Ricardo Ehrlich lo declaró Ciudadano Ilustre de Montevideo, por sus más de 40 años de investigador del IIBCE y 20 años como responsable de una unidad académica asociada a la Facultad de Ciencias. Se destacó entonces públicamente que había generado importantes contribuciones al conocimiento de la ultraestructura de los núcleos meióticos de las células sexuales masculinas, y otros campos de la biología celular y molecular de la reproducción, siendo reconocido como un referente académico internacional en esos campos de la ciencias biológicas. En la ceremonia cumplida días después, participó junto al Intendente Municipal de Montevideo el director de Innovación, Ciencia y Tecnología para el Desarrollo, Dr. Omar Macadar, autoridades del IICBCE y de la Sociedad Uruguaya de Ciencia y Tecnología. Allí se destacó "su carácter de pionero en el desarrollo de la biología molecular en Uruguay, así como en la puesta en funcionamiento de la biotecnología. Su tarea se enfocó a la formación de recursos humanos y la organización institucional. Se destacan sus aportes al progreso de gestación y desarrollo del PEDECIBA, a la modernización de organización en el IICBCE y a la creación de la Sociedad Uruguaya para el Progreso de la Ciencia y la Tecnología, de la que fue el primer presidente, así como la continua acción para estrechar los vínculos entre investigadores de nuestro país y de la región.
Rodolfo tuvo dos hermanos también inteligentes y destacados: la cirujana pediátrica Juana Wettstein y el sociólogo Germán Wettstein, ambos de vasta y rica trayectoria en sus respectivas disciplinas.
Llegue a su familia, colaboradores y amigos, la solidaridad por esta partida y la gratitud por los conocimientos que sembró a manos llenas, ayudando a nuevas generaciones a vincularse a la búsqueda de los misterios de la vida. Que descanse en paz.
Dr. Antonio L. Turnes
13 de octubre de 2009