miércoles 17 de julio de 2019
Esta ley prevé que instituciones educativas de carácter público y privado, así como las instituciones públicas que tengan relación con la prevención del suicidio, realicen actividades brindando información calificada y veraz sobre la problemática y su abordaje.
La Organización Mundial de la Salud estima que en el mundo ocurren alrededor de un millón de suicidios por año. Uruguay presenta la tasa de mortalidad por suicidio más elevada de Latinoamérica junto con Guyana.
Según datos publicados en el Plan Nacional de Prevención del Suicidio (2011-2015), se observa que a partir del año 1989 un hay un aumento constante y sistemático del fenómeno, “lo que constituye un problema mayor para la salud pública”.
Dentro de la población de riesgo, se destacan los grupos comprendidos entre los 15 y 29 años, y los mayores de 65 años aunque en los últimos años ha aumentado los casos en la mediana edad.
En 2018, 710 personas cometieron suicidio en el Uruguay. El pico histórico de suicidios en nuestro país se dio en el año 2002 llegando a una cifra de 20,62 por cien mil habitantes. En 2018 la cifra registrada se ubicó en 19,64 cada cien mil habitantes.
El objetivo de la Organización Mundial de la Salud se había para 2020 es reducir las tasas de suicidios de los países a diez casos cada 100.000 habitantes. Faltando apenas un año para la fecha marcada, Uruguay prácticamente duplica esa meta.
Uruguay históricamente mantuvo una tasa alta en comparación con el mundo ya que nunca bajó de los 15 casos cada 100.000 habitantes.
Desde el estado se han desarrollado varias herramientas para afrontar esta problemática.
Los prestadores de salud están obligados a brindar la asistencia requerida y apoyo terapéutico necesario.
Existe un protocolo de atención ante intentos de autoeliminación y de suicidio que pretende dar respuesta en un tiempo adecuado, brindando contención desde un abordaje integral.
Se han creado equipos interdisciplinarios de prevención de suicidio en todos los departamentos del país y en las prestaciones del Sistema Nacional Integrado de Salud existe atención para apoyar a personas del entorno de quien comete suicidio.
Asimismo, desde hace un año en Uruguay funciona la “Línea Vida”, gestionada por la Administración de Servicios de Salud del Estado (ASSE).
Esta es una línea de escucha, contención, información y, en casos de emergencia, de coordinaciones necesarias.
A esta línea pueden comunicarse personas que necesitan ayuda para ellas mismas, así como también terceros.
Línea vida: 0800 0767.
La población médica.
Entre los médicos y médicas la tasa de suicidios a nivel internacional es de entre 28 y 40 cada cien mil habitantes. Esto representa un porcentaje mucho mayor que el promedio en la población general.
A propósito de esto, el Presidente de la Asociación Médica Mundial, Leonid Eidelman, celebró la ecisión adoptada por la Asamblea Mundial de la Salud de clasificar el agotamiento por el trabajo como un problema que influye en el estado de salud e incluirlo en la nueva versión del código internacional de enfermedades.
Eidelman dijo en esa oportunidad que “la cantidad de suicidios de médicos por causa del agotamiento es un escándalo y espero que la nueva clasificación de la OMS sea una luz en esta lamentable situación”.
En Uruguay, bajo la institucionalidad del Colegio Médico, funciona el Programa de Bienestar Profesional coordinado por el Dr. Juan Dapueto cuyo objetivo es asesorar y dar seguimiento y apoyo a médicos con riesgo de suicidio, entre otras problemáticas asociadas a consumo abusivo de drogas, alcoholismo y síndrome de burn out.