lunes 15 de marzo de 2021
Luego de intenso proceso de de diseño, coordinación e implementación, dieron comienzo las capacitaciones previstas para médicos no intensivistas que darán apoyo en CTI en caso de saturación de los servicios en el contexto actual de pandemia.
Sobre fines del mes de enero y enfrentando un número creciente de casos graves que ingresaban a CTI se trabajó en conjunto desde el SMU, SUMI, MSP, FEMI, la cátedra de Cardiología y de Anestesiología de la Facultad de Medicina y la Cátedra de Medicina Intensiva llegando presentar el Programa de la Capacitación denominado Fundamentos Básicos sobre el Abordaje Diagnóstico y Terapéutico en el Paciente Crítico para Médicos No Intensivistas.
Esta capacitación está a cargo de la Cátedra de Medicina Intensiva y Centro de Tratamiento Intensivo (CTI) del Hospital de Clínicas que desde 1971 ha sido el único Servicio Universitario responsable de la formación curricular de todos los médicos intensivistas de nuestro país.
El Dr. William Manzanares Profesor Agregado de dicha cátedra explicó que el objetivo del la capacitación es “brindar herramientas diagnósticas y terapéuticas básicas que le permitieran a médicos no formados en nuestra especialidad un manejo clínico seguro de los pacientes críticos. Para ello creímos que serían necesarias la adquisición de un número mínimo de competencias de modo tal de que el profesional no intensivista pueda desempeñarse en un CTI en caso de producirse una saturación de las Unidades de Cuidados Intensivos durante la presente pandemia por COVID-19”.
Se definieron dos grupos objetivo diferentes:
- un primer grupo (A) conformado por médicos posgrados y residentes de Medicina Intensiva, médicos anestesistas titulados, residentes de 3 y 4 año de Anestesiología, pediatras intensivistas, cardiólogos con experiencia en cirugía cardíaca, médicos con algún grado de experiencia previa en terapia intensiva.
- un segundo grupo (B) integrado por otros especialistas, que solo tendrían acceso a la capacitación práctica específicamente definida para este grupo.
A nivel general inscribieron 390 profesionales pertenecientes a 26 instituciones que integran el Sistema Nacional Integrado de Salud así como Residentes de CTI y Posgrado de Medicina Intensiva.
Del total de matriculados 245 son del Grupo A y 145 del Grupo B.
El Grupo A inició el Modulo teórico el día 2 de marzo y los participantes tendrán tiempo para realizarlo hasta el 23 marzo, donde se dará inicio al módulo práctico a desarrollarse en el período comprendido entre el 24 de marzo y el siete de abril.
El Grupo B, inició su parte teórica no obligatoria el día jueves 11 de marzo dispondrá de este espacio de lectura hasta el 07 de abril. Este Grupo también dispondrá del mismo periodo para la capacitación práctica obligatoria que el Grupo A.
“Cuando concebimos y definimos esta capacitación, delineamos un ambicioso programa, el que dividimos en dos grandes partes; por un lado una capacitación teórica y por otro lado un una capacitación práctica” dijo Manzanares.
El docente detalló los contenidos de los programas, “la capacitación teórica consistió en dos módulos; el primer módulo introduce a los médicos del grupo A en aspectos básicos de la medicina intensiva de adultos. Entre los mismos se destacan, la semiología general del paciente crítico, aspectos sobre la seguridad en UCI, fundamentos de la ventilación mecánica, sepsis y otros ejemplos de disfunción orgánica múltiple, los estados de shock y en especial la estrategia de resucitación del shock séptico. Unos aspectos claves de este primer módulo son las denominadas “situaciones problema en UCI”, donde se introduce al profesional en situaciones frecuentes en una guardia de cualquier CTI como pueden ser un episodio de desadaptación del ventilador, o un episodio de bacteriemia clínica, de agitación/delirium o un PCR en la Unidad. Finalmente, se analizan las complicaciones más frecuentes de los pacientes críticos como son las infecciones, las complicaciones metabólicas y las complicaciones de la enfermedad crítica prolongada o del paciente crítico crónico. Por último, se definió un segundo módulo con aspectos propios del paciente COVID crítico, con especial énfasis en las formas clínicas de presentación, bioseguridad, estrategias ventilatorias (incluyendo la oxigenoterapia de alto flujo, la ventilación mecánica invasiva y las estrategias adyuvantes como el reclutamiento alveolar y la ventilación prono), manifestaciones críticas de la enfermedad y en las estrategias terapéuticas adyuvantes propias del COVID crítico, analizando entre otros el rol de los corticoides y del plasma de convalecientes” dijo.
También mencionó los aspectos de la capacitación práctica para el grupo A que incluye el montaje y uso de ventiladores, el uso de la oxigenoterapia de alto flujo y de la ventilación no invasiva, así como los diferentes métodos de monitorización ventilatoria en UCI.
Por su parte, la capacitación para el grupo B “consiste en la adquisición de habilidades para el uso de la oxigenoterapia convencional y la oxigenoterapia de alto flujo en un sector de cuidados moderados” explicó.
Manzanares agregó que para la elaboración de los materiales presentados en las instancias teóricas y prácticas, “la cátedra de Medicina Intensiva ha utilizado a buena parte su cuerpo docente. Asimismo, hemos incorporado al plantel docente de la capacitación a un grupo notable de reconocidos médicos intensivistas de nuestro medio, algunos de los cuales han sido docentes de nuestro Servicio”.
El Dr. Gustavo Grecco, Presidente del SMU opinó que “en este momento y en la situación en la que nos encontramos es fundamental la realización de esta capacitación”.
Grecco apuntó que “estamos en el peor momento de la pandemia con un pico de contagios y particularmente un pico de pacientes en terapia intensiva y en este escenario con más de 1000 casos por día prevemos más de 20 ingresos por día a CTI dentro de dos semanas. Además existe el riesgo de que el personal de CTI deba entrar en cuarentena o contraiga la enfermedad por lo tanto es fundamental que este curso, liderado por la cátedra de Medicina Intensiva con el respaldo del MSP e INEFOP llegue a todos los médicos no intensivistas preparando un escenario de catástrofe que ojalá no ocurra”.
“Creemos además que este tipo de iniciativa es un gran aporte para mejorar la calidad de asistencia en cualquier situación que se deba enfrentar” finalizó.