viernes 19 de julio de 2019
Uruguay transita un año muy particular, año de elecciones. Es un año de incertidumbre, de renovadas expectativas, de cambios inminentes.
Cada una de las ramas de actividad del país se prepara, analiza sus fortalezas, busca resolver sus debilidades. Se trata sin dudas de una oportunidad de mejora.
La Salud no es ajena a este escenario. En el SMU analizamos con detenimiento aquellas señales políticas que, en medio de la vertiginosa carrera electoral, recibimos y decodificamos. Y también nos preparamos para trasladar al sistema político, y en particular a los candidatos a la Presidencia, nuestro análisis con propuestas concretas sobre el SNIS.
Entendemos que nuestro Sistema de Salud es un bien social que debe ser preservado y mejorado, gane quien gane. Que la salud es un derecho humano que debe ser asegurado por el Estado, gane quien gane. Que los logros en cuanto a equidad, acceso universal, prestaciones incorporadas, inversión y justicia distributiva, entre otros, deben celosamente resguardarse.
Observamos que la Salud ha sido un gran ausente del debate político previo a las elecciones internas. Según Factum, en marzo de 2019, los temas que más preocupaban a los uruguayos eran la seguridad, el empleo, la educación y la economía. La Salud estaba dentro de los principales problemas del país sólo para el 1% de la población. Y esto, sin dudas, condiciona el discurso político y lo superficial del debate; corremos el riesgo de subestimar los problemas reales de nuestro sistema que requieren a nuestro juicio un abordaje urgente.
Si analizamos las propuestas en materia de salud de los principales partidos políticos, hay muchas coincidencias, con matices en el énfasis que se pone en cada uno de los puntos analizados. En el papel, hay un desarrollo mucho mas exhaustivo del que escuchamos en los discursos, producto del desarrollo de los asesores respectivos en la materia.
Para empezar nadie discute el sistema. Nadie habla de crear un nuevo régimen o volver al pasado. Hay coincidencia en profundizar y mejorar el SNIS: y ese es un buen punto de partida. Obviamente, el acento en los logros o en sus carencias depende del color con que se lo mire. Creemos que ambas miradas son válidas. Ojalá lográramos hacer una síntesis de ambas: hay logros incuestionables, pero también muchas carencias.
Históricamente el SMU mediante sus Convenciones Médicas y las propuestas de allí emanadas ha sido protagonista fundamental e impulsor de las grandes reformas de las políticas de salud en nuestro país.
Creemos que el Sistema Nacional Integrado de Salud ha sido un gran logro pero no debemos quedarnos quietos, debemos profundizarlo, mejorarlo. Para esto coincidimos en que debemos fortalecer el rol de la rectoría en salud, y profundizar la gestión caminando hacia la excelencia y la mejor calidad de atención para todos los uruguayos y uruguayas.