domingo 6 de marzo de 2022
A fines del año 2021 vivimos un conflicto que involucró el trabajo médico y la maternidad. El mismo quedó zanjado con un acuerdo firmado en la DINATRA pero que nos hizo poner nuevamente sobre la mesa las condiciones de MATERNIDAD-MEDICINA.
Ser madre y médica sigue implicando un montón de desafíos, se han derribado obstáculos pero todavía quedan muchos más.
Aún sentimos que existe una “penalización maternal del trabajo” en donde las mujeres que son madres no siempre recuperan su actividad laboral previa bien por deseo propio o por imposición de las empresas de salud. Se sufren múltiples presiones por ser madre y profesional al cumplir con los requerimientos que ésto implica.
El multiempleo así como las largas jornadas laborales conspiran contra el desarrollo integral de la maternidad.
Si al ser madre y médica se le suma la carrera docente, es aún más abismal la brecha. Es fácil ver que existe un ínfimo número de mujeres ocupando direcciones de cátedras y servicios. Sin embargo, y sin lugar a dudas, la maternidad no es el único motivo.
La comisión de género del SMU viene trabajando en pos de lograr acuerdos que permitan mejorar las condiciones del ejercicio profesional que contribuyan a vivir la maternidad en la medicina de una forma sana, digna y gratificante.
En el año 2017 se firmó un acuerdo en el consejo de salarios para el sector privado en donde se resuelve: 1. la obligatoriedad de contar con sala de lactancia en las instituciones de asistencia médica, 2. asegurar que el reintegro laboral post licencia maternal se realice en las mismas condiciones que la actividad previa, 3. que las empresas deben cubrir las vacantes generadas durante la licencia especial ( medio horario) en las guardias internas, 4. dos medias horas pagas para lactancia por jornada de 8 hs o las proporcionales en jornadas laborales más extensas y 5. el compromiso de iniciar gestiones ante organismos encargados de la seguridad social para ampliar la cobertura frente a situaciones especiales ( embarazos múltiples, partos pretérmino, patologías crónicas severas).
En el año 2021, también en el sector privado, se acordó la extensión de la licencia maternal hasta los 6 meses del recién nacido y el pago de un complemento salarial por parte de las empresas, además del recibido por el BPS, para aquellas trabajadoras dependientes que deseen acogerse a este beneficio.
Surgen como temas prioritarios a corto y mediano plazo avanzar en los acuerdos sobre licencias frente a situaciones especiales anteriormente referidas así como contemplar la situación de las madres médicas en ejercicio bajo regímenes de tercerización o facturación.
Seguiremos en este camino de resguardo de derechos laborales vinculados a la maternidad que permitan el ejercicio profesional íntegro
Construir ambientes laborales de protección de la maternidad sin dudas excede a los acuerdos laborales pero éstos son indispensables como preámbulo.
La monitorización del cumplimiento de los mismos se impone como una necesidad del colectivo médico.