viernes 12 de febrero de 2021
El Sindicato Médico del Uruguay junto a la Alianza de la Sociedad Civil para el control de las Enfermedades No Transmisibles y la Sociedad Uruguaya de Cardiología (en representación de las Sociedades Científicas) mantuvieron este jueves 11 de febrero dos encuentros de suma importancia dada la preocupación manifestada en diversos comunicados y declaraciones ante los cambios realizados por el Poder Ejecutivo sobre el Etiquetado Frontal de Alimentos.
El 1 de febrero pasado entró en vigencia la obligatoriedad del etiquetado, manteniendo los octógonos frontales con la indicación de “EXCESO EN”, pero los límites de azúcares, sodio, grasas totales y grasas saturadas fueron modificados por un decreto del Ministerio de Industria, incrementando sus valores entre un 25 y 50% flexibilizando así los establecidos en el Decreto anterior (246/020 setiembre 2020).
Si bien desde las organizaciones se entiende que la entrada en vigencia del etiquetado con octógonos es un avance en la materia, preocupa la flexibilización de los valores mencionada y más aún cuando esta se realiza por parte del Ministerio de Industria, Energía y Minería modificando el Reglamento Bromatológico Nacional.
Estos planteos así como la preocupación por la fiscalización del cumplimiento de la medida fueron realizados hoy al Presidente del Congreso de Intendentes, Prof. Carmelo Vidalín y al Ministro de Salud Pública, Dr. Daniel Salinas.
El tema de la fiscalización fue uno de los puntos clave pensando en el futuro. Desde el Congreso de Intendentes se mostraron abiertos a implementar un espacio de participación para colaborar desde la sociedad civil con insumos científicos para lograr una uniformidad en los controles de los Departamentos de Bromatología de cada una de las Intendencias de los diferentes departamentos.
Por su parte, el Ministro Salinas también fue receptivo a las propuestas de conformar ámbitos de trabajo que incorporen a representantes de la sociedad civil que puedan realizar aportes, particularmente en el área de monitorización y fiscalización. Es imperioso fortalecer los cuerpos inspectivos del MSP, definir las políticas de fiscalización, coordinar con las Intendencias, y medir el impacto de la aplicación del Decreto en el tiempo, principalmente con el objetivo de proteger a nuestros niños y niñas, dado que gran parte de los productos dirigidos a este sector de la población son los que estarán exentos de indicar los EXCESOS principalmente en azúcares y grasas, a pesar de tenerlos. En este sentido, el Ministro mostró disposición para estudiar más a fondo el tema y que el mojón del 1 de febrero sea un punto de partida que con el tiempo evolucione, y que con base en evidencia científica libre de conflictos de interés, se pueda mejorar la normativa vigente, tomando como referencia las recomendaciones de la Organización Panamericana de la Salud.
Se le transmitió al Ministro que este trabajo debe estar en el marco de una política estatal de datos abiertos y de acceso a la información pública, principalmente en lo referente a la fiscalización y al registro de productos alimenticios y su composición.
Los productos con excesos en los nutrientes críticos mencionados, son los principales factores de riesgo para el desarrollo de Enfermedades No Transmisibles (diabetes tipo 2, hipertensión, enfermedades cardiovasculares, entre otras) y muchas de estas enfermedades cada vez están apareciendo a edades más tempranas, principalmente en niños, niñas y adolescentes, como resultado del consumo excesivo de productos alimenticios ultraprocesados, estimulado por un entorno obesogénico y por el marketing dirigido a los mismos.
Resulta de vital importancia el proteger el derecho a la información de los/as ciudadanos/as, para que puedan tomar mejores decisiones en su alimentación.
Desde la Sociedad Civil quedamos a disposición para colaborar en lograr mejoras en este sentido y esperamos avanzar en conjunto con los gobiernos Departamentales y con el gobierno nacional.