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María Delia Bottinelli y Alberto Valls

Maestros de la medicina uruguaya

La Fundación Prensa Médica Argentina y la Asociación Médica del Uruguay otorgaron a los distinguidos profesores eméritos, María Delia Bottinelli y Alberto Valls, el título de maestros de la medicina uruguaya, edición 1999. Las distinciones se suman a las ya entregadas, desde 1988, a Fernando Herrera Ramos, Arturo Achard, Ramón Guerra, Horacio Gutiérrez Blanco, Óscar Guglielmone, Raúl Rodríguez Barrios, Rodolfo Talice, Roberto Caldeyro Barcia, Manlio Ferrari, María Antonieta Rebollo, Esteban Nin,
Juan José Crottogini y José Portillo.

por Armando Olveira

Estuvieron presentes en la ceremonia académica realizada en el salón de actos de la Facultad de Medicina, la vicepresidenta de la Asociación Médica del Uruguay, Dra. Dinorah Casti-glioni; el presidente de la Asociación Médica Argentina, Dr. Elías Hurtado Hoyos; el titular de la Fundación Prensa Médica Argentina, Dr. Pablo López; el representante del Sindicato Médico del Uruguay, Prof. Dr. José Carlos Cuadro y los profesores, Eduardo Wilson y Carlos Sarroca. La profesora Bottinelli, ausente por enfermedad, fue representada en la oportunidad por el Prof. Dr. Carlos Chouza.

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Profesora Emérita María Delia Bottinelli, maestra de la medicina uruguaya edición 1999

Los homenajeados recibieron telegramas de congratulación del decano de Facultad de Medicina, Prof. Dr. Luis Calegari; del director de la Escuela de Graduados, Prof. Dr. Uruguay Larre Borges; del ministro de Salud Pública, Prof. Dr. Raúl Bustos y del ministro de Educación y Cultura, Prof. Yamandú Fau.

La Dra. Castiglioni recordó que en la décima edición del "acto de confraternidad rioplatense" se entregó el título de maestro de la medicina uruguaya a dos médicos y catedráticos, Bottinelli y Valls, que marcaron con sus ejemplos de vida la historia de la Facultad de Medicina.

Las distinciones otorgadas desde 1988, correspondieron a los siguientes catedráticos: Arturo Achard, Fernando Herrera Ramos, Ramón Guerra, Horacio Gutiérrez Blanco, Óscar Guglielmone, Raúl Rodríguez Barrios, Rodolfo Talice, Roberto Caldeyro Barcia, Manlio Ferrari, María Antonieta Rebollo, Esteban Nin, Juan José Crottogini y José Portillo.

"Todos han merecido el homenaje de la Fundación Prensa Médica Argentina y la Asociación Médica del Uruguay, en base a un reglamento que considera trayectoria científica, actividad profesional dentro y fuera de fronteras y sentido de humanismo y solidaridad con el colega, el alumno y, principalmente, con el paciente", anotó Castiglioni.

Bottinelli, una pionera

María Delia Bottinelli nació en Carmelo en 1920. Obtuvo su título en 1945 y se integró ese mismo año a la Clínica Médica del profesor Julio César García Otero. En 1949, siendo ya jefa de clínica, ingresó por concurso al Instituto de Neurología que dirigía Alejandro Schroeder y que por entonces integraban figuras de la talla de Bernardino Rodríguez, José Gomensoro, Constancio Castells y Gonzalo Fernández.

Fue la primera médica de urgencia del CASMU y, paralelamente, la primera docente clínica en Neurología en el Hospital de Clínicas, y la primera profesora emérita de la Facultad de Medicina.

En su semblanza, el profesor Eduardo Wilson la definió como una pionera de la neurología uruguaya. "Ingresó a la especialidad cuando era un reducto exclusivo de clínicos hombres. Bottinelli fue la primera neuróloga uruguaya y fundadora de la Sociedad de Neurología y Neurocirugía. Delia fue la única mujer entre los 18 primeros", subrayó.

"La asociación de su clínica con la oftalmológica dirigida por el profesor Raúl Rodríguez Barrios, permitió sentar las bases de la neuro-oftalmología nacional. A ellos debemos el síndrome de depresión y convergencia ocular, de enorme valor para la topografía clínica de la hemorragia cerebral en los ganglios basales".

Bottinelli se asoció con los neurofisiólogos Elio García Austt y Jaime Bogacz y con el patólogo Juan Purriel, para concretar estudios sobre la patología vascular encefálica, en especial la hemorrágica. "Junto con Hamlet Suárez avanzó en el estudio de síndromes vestibulares y su diagnóstico topográfico.

Con el neurocirujano Roman Iñiguez creó una nueva semiología del paciente comatoso, que permitió avances en el coma y estupor crónico, en especial postraumático", agregó Wilson. Bottinelli fue directora de la revista Acta Neurológica Latinoamericana hasta principios de los '80.

"Por encima de una destacada carrera clínica y una excepcional trayectoria en el área de las ciencias básicas y aplicadas, para nosotros, los neurocirujanos, Delia es el mejor ejemplo de una voluntad que vence obstáculos. Ella fue forjadora de una verdadera mística médica", afirmó el profesor Carlos Chouza en el momento de recibir la distinción de Bottinelli, de manos del Dr. Pablo López, de la Fundación Prensa Médica Argentina.

Valls, un gran maestro

El profesor Alberto Valls nació en 1920. Ingresó a la Facultad de Medicina en 1937, junto con su gran amigo Jorge de Vecchi, su "mellizo" como los llamaban compañeros y profesores.

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Profesor Emérito Alberto Valls, maestro de la medicina uruguaya edición 1999

En 1938 estudió con De Vecchi para un concurso de disector de Anatomía, pero finalmente no se presentó por temor a enemistarse con quien consideraba el "espejo de su alma".

En 1941 ingresó como practicante interno, puesto que ocupó hasta recibirse de médico en 1946 (con tres "sotes", como suele recordar).

Ese mismo año ingresó a la Clínica Quirúrgica tras lograr el primer puesto en un concurso con 200 postulantes. Fue alumno de José Luis Bado, Julio César García Otero, Pedro Larghero, José Praderi, Justo Alonso y Elías Regules, entre otros.

En 1947 optó por la clínica del profesor Julio César del Campo, en el Hospital Pasteur. Fue cirujano, durante cuatro décadas, de los hospitales Pasteur, Maciel, Clínicas y del CASMU.

Presidió la Sociedad de Cirugía del Uruguay en el 50º aniversario de la institución y fue titular del Congreso Nacional de Cirugía en 1973.

Presentó más de 120 trabajos científicos a la Sociedad, sobre la base de una extensa trayectoria quirúrgica que incluye una técnica propia de implantación hepática.

Participó en todos los congresos nacionales de su especialidad y en los mundiales de Oncología en Florencia (1974), Buenos Aires (1978), mundiales de Gastroenterología de Tokio (1982) y de Mar del Plata (1983).

En 1983 fue nombrado profesor emérito de la Facultad de Medicina al llegar a los 65 años.

El Dr. Carlos Sarroca presentó al profesor Alberto Valls como "un gran médico, un gran cirujano, un gran maestro. Tenemos más de 40 años de recuerdos en común. Los primeros, ligados a su conducta de vida, su honestidad, y sus conocimientos, más allá de la medicina", afirmó.

Lo definió como un "hombre ilustrado como pocos, de memoria admirable y capacidad de razonamiento fuera de lo común... Muchos de nosotros le debemos mucho. Nunca tuvo una negativa para enseñar y aconsejar en todo sentido. A pesar de que debió soportar nubarrones que él supo enfrentar, como los grandes con mayúscula. Con Alberto se cometieron injusticias. No me canso de decirlo".

Sarroca reconoció su "orgullo" por la designación de su "amigo y guía" como maestro de la medicina.

"Fue un anatomista excepcional, aunque nunca fue profesor de Anatomía... quién sabe por qué fuerza extraña. Sintetizó el conocimiento anatómico y quirúrgico como maestro de la anatomía quirúrgica y la cirugía general". Antes de estrecharse en un abrazo con su maestro recordó una frase tan sencilla como inteligente: "Más vale operar poco pero bien".

El diploma que certifica la calidad de maestro de la medicina uruguaya de Alberto Valls fue entregado por el presidente de la Asociación Médica Argentina, profesor Elías Hurtado Hoyos.

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